El Real Madrid se hunde ante el Par¨ªs

El miedo se cern¨ªa sobre Par¨ªs. Y los fantasmas de derrotas pasadas persegu¨ªan sobre el campo y el vestuario a las jugadoras del Real Madrid, y termin¨® por eclipsarlas. El equipo blanco necesitaba una victoria para dejar atr¨¢s la mala racha. Pero no lo consigui¨®. El Par¨ªs FC ¡ªcolista del grupo D antes del partido y ahora tercero¡ª hund¨ªa al conjunto de Alberto Toril con un 2-1 en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League. En los ¨²ltimos seis partidos, las de Valdebebas tan solo han ganado uno de ellos. Por Europa, ...

El miedo se cern¨ªa sobre Par¨ªs. Y los fantasmas de derrotas pasadas persegu¨ªan sobre el campo y el vestuario a las jugadoras del Real Madrid, y termin¨® por eclipsarlas. El equipo blanco necesitaba una victoria para dejar atr¨¢s la mala racha. Pero no lo consigui¨®. El Par¨ªs FC ¡ªcolista del grupo D antes del partido y ahora tercero¡ª hund¨ªa al conjunto de Alberto Toril con un 2-1 en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League. En los ¨²ltimos seis partidos, las de Valdebebas tan solo han ganado uno de ellos. Por Europa, cayeron ante el H?cken y empataron con el Chelsea. Ahora, cierran el grupo con un punto. Y sin margen de error en el futuro, cada derrota es una sentencia.

La afici¨®n se?ala a Toril. Y Toril a la enfermer¨ªa. Una plantilla maltrecha y reducida por siete bajas: Carla Camacho, Linda Caicedo, Caroline Weir, Naomie Feller, Sofie Svava y Roc¨ªo G¨¢lvez y Sandie Toletti. A las futbolistas lesionadas se a?ade la delantera clave que hab¨ªa levantado el ¨¢nimo de los aficionados al entrar en la convocatoria: Signe Bruun. A pesar de viajar con el equipo y estar presente en el estadio, no aparec¨ªa en el once y tampoco entre las suplentes. Sin vestir, aguardaba en el banquillo al inicio del partido.

Con dudas sobre el juego y direcci¨®n del Real Madrid, el equipo de Toril necesitaba cambiar los malos resultados, las sensaciones negativas y las din¨¢micas nocivas. Y antes de empezar a despegar, se estrellaron.

Las caras de concentraci¨®n y seriedad con el himno de la Champions en el Stade Charlety marcaba la actitud tanto de las del conjunto madrile?o como el del parisino, que llegaba con las pilas cargadas. Se palpaba la tensi¨®n cuando el primer bal¨®n sal¨ªa directo por la banda. Y a los tres minutos el Par¨ªs encontraba la m¨¢s que evidente fragilidad defensiva del Madrid ¡ªest¨¢ encajando el doble de goles que la temporada pasada¡ª tras una p¨¦rdida en el centro del campo y un r¨¢pido contragolpe de Julie Dufour que Misa no pod¨ªa parar. Con el caracter¨ªstico inicio intenso del Par¨ªs, que elimin¨® al Arsenal y al Wolfsburgo ¡ªactual subcampe¨®n de Europa¡ª en la previa de la Champions, Gaetane Thiney marcaba el segundo apenas dos minutos despu¨¦s.

Con muy poco el equipo local hacia da?o al Madrid. Y sin capacidad ofensiva, las de Alberto Toril ten¨ªan la posesi¨®n, pero no la rapidez en transiciones ni efectividad. Y cuando las de Par¨ªs recuperaban la pelota, se colaban en el ¨¢rea rival y campaban a sus anchas por el ¨¢rea madrile?a ante las espaldas de Ivana y Kathellen. Y el Real Madrid ni siquiera era capaz de aprovechar los errores del Par¨ªs, a pesar de los intentos de Athenea del Castillo. Sobre ella se pitaba un penalti a favor del Madrid. Era Olga Carmona ¡ªatada a su faceta defensiva por las extremos rivales¡ª la encargada de lanzarlo. Pero ante la sorpresa de sus compa?eras, la suerte no estaba de su parte, y la guardameta nigeriana Chiamaka Nnadozie aplacaba el disparo de la campeona del mundo.

El Real Madrid intentaba abrirse paso por fuera con el apoyo de Hayley Raso. Pero el fallido penalti hund¨ªa a las jugadoras de Toril. Aun con falta de gol, las futbolistas del Madrid rezumaban ganas de remontada en la segunda parte. Pero no confianza: Raso se encontraba sola frente a la porter¨ªa tras regatear a Nnadozie, pero la australiana fallaba. Unos minutos despu¨¦s, se redim¨ªa al dejar la pelota para que Caroline Moller marcase e iniciase el camino al empate.

Hab¨ªa un cambio de actitud, pero no era suficiente, y la euforia duraba poco. El conjunto blanco se desinflaba con el paso del tiempo. Sumaba ocasiones y opciones de darle la vuelta al partido, pero erraba en cada una de ellas. Con el dep¨®sito en reserva, los ¨²ltimos minutos se volv¨ªan ag¨®nicos.

Con la derrota, el Real Madrid se tambalea en Europa. Arrancaban la temporada con solvencia y ¨¦xito en la Liga. Tras siete victorias, aspiraban a construir un camino estable y seguro por la Champions. Parec¨ªa que la distancia se acortaba, pero era un espejismo: desde el empate contra el Chelsea y la derrota ante el FC Barcelona, el Madrid no ha levantado la cabeza, con tan solo una victoria en seis partidos. Se ha abandonado a la deriva y Valdebebas se incendia con la oscuridad de la ciudad de la luz. La necesidad del Madrid aprieta.

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