Xabi Alonso aplasta al Bayern y el Leverkusen se escapa en la Bundesliga
La victoria por 3-0 consolida el liderato del equipo del t¨¦cnico vasco, convertido en uno de los m¨¢s apreciados de Europa
Xabi Alonso dej¨® una huella indeleble camino de su consagraci¨®n como entrenador de primera categor¨ªa. Lo hizo a su manera, con discreci¨®n en la banda y con muchos interiores en el campo asoci¨¢ndose con naturalidad en el proceso de desguace del Bayern M¨²nich, toda una potencia del f¨²tbol mundial literalmente impotente frente a un ...
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Xabi Alonso dej¨® una huella indeleble camino de su consagraci¨®n como entrenador de primera categor¨ªa. Lo hizo a su manera, con discreci¨®n en la banda y con muchos interiores en el campo asoci¨¢ndose con naturalidad en el proceso de desguace del Bayern M¨²nich, toda una potencia del f¨²tbol mundial literalmente impotente frente a un Leverkusen que se consolida como l¨ªder de una Bundesliga que puede ser hist¨®rica. El equipo de la factor¨ªa Bayer suma cinco puntos de ventaja sobre el conjunto b¨¢varo al cabo de 21 jornadas disputadas. El espectacular gol de Frimpong en el minuto 95 grab¨® el 3-0 en el marcador y desat¨® la crisis en el club hegem¨®nico de Alemania.
Era noche de carnaval en Colonia y sus inmediaciones. Los hinchas acudieron al Bay Arena disfrazados en un clima festivo. El Bayern salt¨® al campo con un plan decididamente conservador. Con tres centrales, dos carrileros pendientes de cerrar, el imberbe Pavlovic como director de la salida de la pelota, y sus mejores jugadores, Musiala y Kane, encorsetados en posiciones zonalmente r¨ªgidas, al albur de lo que decidiera Leroy San¨¦, probablemente el futbolista con menos calidad emocional de Europa Occidental. Una garant¨ªa de inestabilidad a la que Thomas Tuchel, el entrenador, concedi¨® las m¨¢ximas competencias.
Contra a este plan, Alonso cedi¨® la iniciativa a su rival y le esper¨® organizado en su campo. Dio la manija del equipo a Granit Xhaka, viejo exc¨¦ntrico hoy transformado en moderado administrador, y sacrific¨® al delantero centro para formar en la l¨ªnea m¨¢s avanzada a tres jugadores con alma de interiores: Wirtz, el nuevo fen¨®meno alem¨¢n, de falso nueve, con Adli y Tella ocupando los carriles del diez y el ocho con la m¨¢xima elasticidad posible. El invento no solo proporcion¨® al equipo la superioridad num¨¦rica en el mediocampo. Amplific¨® el juego en todos los niveles. Se cre¨® un c¨ªrculo virtuoso y una trampa de la que el Bayern no pudo escapar.
Con el paso de los primeros minutos se hizo evidente que el Bayern se atascaba v¨ªctima de su propia rigidez mientras que el Leverkusen formaba cadenas de pase con soltura, como si cada jugador eligiera en el momento justo la zona del campo que deb¨ªa ocupar para ofrecerse libre y continuar la jugada. Aislados Kane y Musiala, el destino del Bayern qued¨® en manos de Neuer, su portero, y de Kim-min Jae, probablemente el mejor central del mundo, desbordado ante las oleadas adversarias. El Leverkusen no tard¨® en adue?arse de la situaci¨®n: contragolpe¨® cu¨¢ndo y c¨®mo le dio la gana.
El Bayern no gener¨® ni una ocasi¨®n n¨ªtida de gol en todo el partido. El Leverkusen, por su parte, comenz¨® desde la primera parte a colocar jugadores mano a mano con Neuer una y otra vez. El gol de Stanisic, puso de manifiesto la desorientaci¨®n de la defensa visitante, encarnada en Boey, sorprendentemente elegido por Tuchel en detrimento de Guerreiro. El 1-0 abri¨® la espita de un bucle imparable. El paso de los minutos confiri¨® seguridad a Adli, Tella y Wirtz, tres chavales magn¨ªficamente capaces de llevar el peso de acciones complejas en todos los departamentos del campo, mientras que en el Bayern pesaba la clase de des¨¢nimo que precede a las destituciones del entrenador. Pocas veces el equipo b¨¢varo se ha visto moralmente m¨¢s abatido en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
La debacle exalt¨® las palabras que pronunci¨® antes del partido Lothar Matth?us, leyenda del f¨²tbol alem¨¢n y voz de referencia en el Bayern. ¡°Alonso¡±, dijo; ¡°ha creado un grupo de hermanos en un clima de trabajo perfecto. El Leverkusen es sin duda el equipo m¨¢s interesante de Alemania. Ha hecho 52 puntos en 20 jornadas, est¨¢ en semifinales de Copa y sigue en Liga Europa. El equipo juega a un toque, con inteligencia y ritmo. A veces parece el Barcelona de Guardiola. La presi¨®n est¨¢ sobre el Bayern. El resultado tendr¨¢ una gran relevancia psicol¨®gica¡±.
¡°M¨¢s no es posible¡±
El 2-0 fue la desembocadura de un ejercicio de sincronizaci¨®n de Adli, Wirtz, Tella y Grimaldo. Los j¨®venes interiores se ofrecieron en el momento oportuno para negociar la jugada mientras avanzaba del eje izquierdo al derecho del campo abriendo espacios por doquier. Ni Kim, marcador perspicaz como ninguno, consigui¨® ajustar la posici¨®n ante la penetraci¨®n del Leverkusen que culmin¨® con el remate de Grimaldo. Fue la prueba irrefutable de que ah¨ª act¨²a la mano de un entrenador que sabe controlar sus emociones y que, sobre todo, sabe trabajar donde el juego tiene mayor impacto: en el mediocampo. El prestigio ha situado al vasco en la lista de prioridades del Liverpool en la b¨²squeda de un sustituto para Klopp. A este paso, el Bayern no tardar¨¢ en llamar a su puerta.
Reiner Calmund, el director deportivo que llev¨® al Leverkusen a su primera y ¨²ltima final de Champions, en 2002, elogi¨® al entrenador: ¡°Su men¨², como buen vasco, tiene estrella Michel¨ªn. Basta ver su curr¨ªculum: fue campe¨®n del mundo y dos veces campe¨®n de Europa con Espa?a; gan¨® la Liga de Campeones con el Liverpool y el Real Madrid, y finalmente se proclam¨® campe¨®n de Alemania en tres ocasiones con el Bayern. Xabi ha trabajado con entrenadores como Rafael Ben¨ªtez, Pep Guardiola, Carlo Ancelotti y Jupp Heynckes. M¨¢s no es posible¡±.
La trayectoria no bastaba. Los anales est¨¢n repletos de futbolistas que fueron maestros de su arte y que luego como t¨¦cnicos no consiguieron convencer a sus jugadores. En Leverkusen no sobran los talentos. Pero hay un esp¨ªritu y un orden definido que este s¨¢bado se llev¨® por delante a una de las mejores plantillas del mundo. Cinco subcampeonatos y ning¨²n t¨ªtulo de Bundesliga hicieron del equipo del Ruhur objeto de mofa. Los aficionados lo llamaron Neverkusen. Con Xabi Alonso pueden cambiar la historia.
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