El Arsenal supera en los penaltis a un Oporto crecido en el castillo de Pepe
El l¨ªder de la Premier solo consigue desempatar la eliminatoria en la ¨²ltima instancia de la tanda gracias a dos paradas del portero espa?ol David Raya
El l¨ªder de la Premier no pudo con Pepe. Durante 120 minutos largos, el Arsenal se enred¨® entre las l¨ªneas que gobern¨® este defensa que a sus 41 a?os brill¨® con un aplomo, un oficio y una solvencia que no ten¨ªa en sus exaltados tiempos de juventud. Contra su Oporto, una roca de jugadores generosos, tenaces y flexibles en su incesante movilidad, se estrell¨® el Arsenal. El equipo de Arteta entr¨® al partido con ¨¢nimo calculador. Tanto af¨¢n de paciencia le intern¨® en un espiral de ansiedad. Ante su hinchada aterrada se libr¨® el drama de la pr¨®rroga y la tanda de penaltis, resuelta por dos paradas ...
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El l¨ªder de la Premier no pudo con Pepe. Durante 120 minutos largos, el Arsenal se enred¨® entre las l¨ªneas que gobern¨® este defensa que a sus 41 a?os brill¨® con un aplomo, un oficio y una solvencia que no ten¨ªa en sus exaltados tiempos de juventud. Contra su Oporto, una roca de jugadores generosos, tenaces y flexibles en su incesante movilidad, se estrell¨® el Arsenal. El equipo de Arteta entr¨® al partido con ¨¢nimo calculador. Tanto af¨¢n de paciencia le intern¨® en un espiral de ansiedad. Ante su hinchada aterrada se libr¨® el drama de la pr¨®rroga y la tanda de penaltis, resuelta por dos paradas del espa?ol David Raya.
El Oporto pis¨® el Emirates con la cautela del intruso. Poco a poco, descubri¨® razones para sentirse acogido. Arteta, que dispone de una de las plantillas mejor dotadas para la presi¨®n en campo contrario, despleg¨® su versi¨®n m¨¢s conservadora. Como si en lugar de remontar el 1-0 de la ida precisara defender un 0-1, el t¨¦cnico aline¨® a Jorginho de pivote y a Rice, otro pivote, como interior izquierda. Sacrific¨® movilidad en busca de seguridad en el pase y sentido del orden. Traslad¨® a Trossard al extremo izquierda y en lugar de mandar una presi¨®n adelantada en masa, prefiri¨® reservar un hombre o dos en la retaguardia, cosa de no quedar descubierto. Pepe, Varela y Aquino no tardaron en hilar pases limpios hacia sus delanteros.
Oxigenado por la inesperada tibieza de su rival, el Oporto se encontr¨® en su elemento. El equipo de Sergio Concei?ao, avezado constructor de murallas de hormig¨®n, jug¨® a que no pasara nada. Multiplic¨® los pases atr¨¢s y, cuando se encontr¨® con que le liberaban espacios, avanz¨®. As¨ª fue como Evanilson provoc¨® una estirada de Raya tras un avance r¨¢pidamente conducido por Aquino y Concei?ao. Fue la mejor ocasi¨®n de la primera media hora de partido. Inflamado como los equipos que concentran su energ¨ªa en resistir, cada minuto que la porter¨ªa visitante permaneci¨® intacta carg¨® de convicci¨®n al Oporto. Pepe y sus compa?eros celebraron cada duelo ganado d¨¢ndose ¨¢nimos. La muralla crec¨ªa en espesor cuando Odegaard se hizo con el primer bal¨®n dividido que ganaron sus compa?eros en el mediocampo.
Concei?ao lo hab¨ªa previsto. Su pelot¨®n coordin¨® sus movimientos de presi¨®n sobre la zona que ocupara el noruego. La noticia ha recorrido Europa: Odegaard es el jugador m¨¢s imaginativo, completo y sagaz del equipo de Londres. El timonel. Aquino, Nico Gonz¨¢lez y Varela le enjaularon por turnos. Tambi¨¦n en el minuto 44, cuando Odegaard recibi¨® esa pelota disputada en el mediocampo. Parec¨ªa lejos de la porter¨ªa de Diogo Costa. Parec¨ªa rodeado. Pero s¨²bitamente, r¨¢pido como ninguno para concebir la acci¨®n m¨¢s da?ina, vio a Trossard a su izquierda y transform¨® una ranura en una autopista de avance. Trossard le devolvi¨® el pase y Odegaard, hostigado por Aquino, que le hizo falta, le recoloc¨® la pelota en el ¨¢rea con un toque de cirujano. Fue casi un penalti. Trossard, cuya actividad hab¨ªa socorrido a sus compa?eros en toda la cancha, no perdon¨® a Costa. El 1-0 empat¨® la eliminatoria cerca del descanso. A la postre, result¨® el gol m¨¢s importante de la eliminatoria. Pero al Arsenal le quedaba un desierto por atravesar.
A cuartos, 14 a?os despu¨¦s
Arteta se resisti¨® a sustituir a Havertz ¡ªsuperado por Pepe en cada acci¨®n¡ª de la misma manera que meti¨® muy tarde a Gabriel Jes¨²s en la eliminatoria. Las dos decisiones contribuyeron a atascar el juego de un Arsenal dependiente en exceso de la iniciativa de Odegaard. Pasaron los minutos. Pepe contagi¨® de convicci¨®n a sus colegas. Pas¨® la pr¨®rroga. Llegaron los penaltis. La mano de Raya salv¨® al Arsenal. El meta, cedido por el Brentford, par¨® dos tiros muy ajustados a su palo izquierdo. Wendell primero, y Galeno despu¨¦s, a media altura, ejecutaron dos remates irreprochables. Raya reaccion¨® como un adivino y despej¨® los dos tiros. El portero celebr¨® el pase a cuartos abrazado a Arteta, que le fue a buscar para se?alarlo ante la grada como el h¨¦roe providencial. El autor de la escapatoria.
¡°Durante siete a?os no estuvimos en esta competici¨®n¡±, dijo Arteta; ¡°y desde hac¨ªa 14 no lleg¨¢bamos a cuartos. Eso explica la dificultad de lo que hemos hecho¡±.
Concei?ao denuncia a Arteta
Sergio Concei?ao compareci¨® desencajado en la sala de conferencias del Emirates. El entrenador portugu¨¦s acus¨® a Arteta de agresi¨®n verbal. ¡°Durante el partido se dirigi¨® a mi banquillo y no s¨¦ si esto tiene algo que ver con los entrenadores espa?oles, pero insult¨® a mi familia. Cuando acab¨® el partido le dije que no metiera entre nosotros a mi familia. Deber¨ªa concentrarse en entrenar porque tiene un mont¨®n de talentos individuales para hacerlo¡±.
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