Entre Xavi y Pep, Luis Enrique
El t¨¦cnico asturiano, que fue clave para que el hoy t¨¦cnico azulgrana estirara su carrera como futbolista en 2014, abre el debate dial¨¦ctico sobre el estilo cul¨¦
A Luis Enrique le gusta el conflicto; a Xavi, no. Y, como si el partido de este mi¨¦rcoles (21.00, Movistar) comenzara en las ruedas de prensa, el asturiano no tard¨® ni un suspiro en salir a morder. ¡°Siento pinchar el globo, pero conozco a Xavi como jugador y como compa?ero, pero no como entrenador¡±, arremeti¨®. Desconoce el m¨¦todo de trabajo de Xavi, pero no sus estad¨ªsticas. ¡°?Qui¨¦n representa mejor el estilo del Barcelona?¡±, dijo Luis Enrique; ¡°sin lugar a duda, yo. Mirad los datos de posesi¨®n, de la presi¨®n alta y de los t¨ªtulos¡¡±. La actitud de Luis Enrique elev¨® la expectaci¨®n de la comparecencia de Xavi en el Parque de los Pr¨ªncipes. ¡°Va a sentarse y preguntar cu¨¢l es la c¨¢mara de Luis, supondr¨¢ que todas¡±, brome¨® un empleado del Bar?a, en alusi¨®n a la hist¨®rica rueda de prensa de Guardiola en la que catalog¨® a Mourinho de ¡°puto jefe, puto amo¡±, antes de la semifinal de Champions de 2010.
Xavi evit¨® el duelo dial¨¦ctico: ¡°Es Luis Enrique. Lo conoc¨¦is¡±. Y se mostr¨® tranquilo, hasta generoso a la hora de elogiar a Luis Enrique. ¡°Es uno de los mejores entrenadores del mundo¡±, subray¨®. En cualquier caso, record¨®: ¡°Conozco bien a los catar¨ªes. Tiene un equipo para ganar la Champions. Es el favorito de la eliminatoria¡±. M¨¢s risue?o, fundamentalmente m¨¢s conciliador, Xavi mir¨® el presente sin olvidar el pasado: el verano de 2014. No era un momento f¨¢cil para el entonces capit¨¢n, tentado por el grupo City para impulsar al emergente New York City de la MLS. Para su colmo, la selecci¨®n sufri¨® una dolorosa ca¨ªda en la fase de grupos de Brasil, cuatro a?os despu¨¦s de tocar el techo del mundo en Johannesburgo. Entonces, por fin, el director deportivo del Barcelona en aquel momento, Andoni Zubizarreta, pudo cerrar el fichaje de Luis Enrique para el mando en el Camp Nou. ¡°En mis equipos el l¨ªder soy yo¡±, advirti¨®, de entrada, el preparador asturiano. Una frase que retumb¨® en el vestuario del Barcelona.
¡°Si Luis Enrique no ten¨ªa problema en mandar ese mensaje a Messi, imag¨ªnese el problema que le pod¨ªa suponer desafiar a Xavi¡±, comenta un viejo empleado del Barcelona. Sin embargo, Luis Enrique tuvo una conversaci¨®n privada con Xavi. De esa charla, surgi¨® una frase que r¨¢pidamente se incorpor¨® el imaginario barcelonista, usina de leyendas, futbol¨ªsticas y no futbol¨ªsticas. ¡°Si te quieras quedar, qu¨¦date. Pero no me toques los cojones¡±, le solt¨®, supuestamente, Luis Enrique a Xavi. Ninguna de las partes, sin embargo, confirma la aseveraci¨®n. Hablan, en cambio, de una charla amigable en la que el t¨¦cnico convenci¨® al capit¨¢n para que no emigrara a Estados Unidos, aunque tambi¨¦n le dijo que no le pod¨ªa prometer la titularidad a nadie. Xavi jug¨® 44 partidos en aquella temporada, solo 21 de titular. ?til en el campo, Xavi, el protagonista, salt¨® al vestuario. Sin ¨¦l en la plantilla no hubiese sido posible escribir el segundo triplete en la historia del club. De hecho, el capit¨¢n rescat¨® al t¨¦cnico en enero 2015.
Tras una monumental rabieta de Messi en un entrenamiento, fue Xavi el que se encarg¨® de ir a calmar al 10 a su casa de Castelldefels. ¡°Al principio, fue un a?o dif¨ªcil. Pero acab¨® de pel¨ªcula. Muy buena relaci¨®n de capit¨¢n a entrenador, creo que le ayud¨¦ much¨ªsimo. Lo recuerdo con orgullo¡±, coment¨® el actual t¨¦cnico del Bar?a sobre su ¨²ltimo a?o en el Camp Nou. ¡°Luis Enrique conoc¨ªa a Xavi¡±, comenta un antiguo empleado del club, en referencia a los seis a?os en los que hab¨ªan sido compa?eros de equipo en el Bar?a, entre 1998 y 2004; ¡°sab¨ªa que le pod¨ªa ser muy ¨²til tanto en el campo como en el vestuario, pero tambi¨¦n sent¨ªa que lo ten¨ªa que marcar. No quer¨ªa problemas con el entorno¡±. La particular interpretaci¨®n del rol de la prensa de Luis Enrique ¡ªsolo respeta a la que habla del juego¡ª, lo posicionaba en un lugar diferente al de Xavi y, por supuesto, al que hab¨ªa tenido Pep Guardiola, siempre presente en la ¨®rbita azulgrana, mucho m¨¢s en aquel momento.
¡°Hay otros que lo miran de manera diferente. Pero son n¨²meros, no es algo opinable¡±, volvi¨® a recordar Luis Enrique sus tres a?os en el club. Todo estudiado: la posesi¨®n del equipo azulgrana del asturiano fue del 76,32% por el 69,15% del equipo del catal¨¢n. Tambi¨¦n victorioso en presi¨®n alta y t¨ªtulos: 0,28 en goles tras recuperaciones (0,14 el de Xavi) y nueve t¨ªtulos (dos). Xavi tambi¨¦n ten¨ªa su respuesta analizada. ¡°Da lo mismo qu¨¦ equipo recuper¨® m¨¢s balones (57 del de Xavi por las 55 que promedi¨® el Bar?a de Luis Enrique)¡±, subray¨®. Y remat¨®: ¡°Se ha querido proteger a nivel medi¨¢tico, los dos tenemos ADN Barcelona. Los dos buscamos lo mismo. Podemos presumir que Luis Enrique, Pep, Arteta y yo, todos con ADN Bar?a, estamos en cuartos de Champions¡±.
¡°En el fondo, los Pep, Luis y Xavi buscan lo mismo: que los quieran¡±, recuerda un hist¨®rico empleado del club. ¡°Luis quiere que lo quieran por su autenticidad, Xavi por su cercan¨ªa y Pep por su inteligencia. Y los tres quieren que se les reconozca su barcelonismo¡±, insiste la misma fuente. Y as¨ª lo refrend¨® Luis Enrique en la v¨ªspera de la visita del Barcelona al Parque de los Pr¨ªncipes: ¡°Con el Bar?a tengo una relaci¨®n de amor total¡±. Mientras Luis Enrique siempre se ha mostrado distante y hasta arisco, Xavi parec¨ªa seguir el camino de Pep: un genio en el dominio del relato, a veces nocivo, del entorno azulgrana.
Esta habilidad de Xavi para tejer puentes era conocida en Barcelona. Por supuesto, tambi¨¦n lo era para Joan Laporta. Por eso, a pesar de que no estaba convencido de su experiencia como entrenador, el presidente apost¨® por el entonces t¨¦cnico del Al-Saad para reemplazar a Ronald Koeman. Sin embargo, a Laporta le sorprendi¨® el resultado final: Xavi se hart¨® de las cr¨ªticas, seg¨²n ¨¦l, pocas veces positivas. ¡°?Cu¨¢nto tiempo estuvo Guardiola? Cuatro a?os, ?Luis Enrique? Tres. Yo estoy por los dos y medio¡±, record¨® Xavi, unos d¨ªas antes de coger con el pie cambiado a toda la directiva y anunciar que se marchar¨ªa del Barcelona al final de temporada. ¡°Con esta decisi¨®n todo se destensar¨¢¡±, subray¨®.
La estrategia le funcion¨®. El equipo, incluso despu¨¦s de quedarse sin Pedri y De Jong, dos pilares en el centro del campo, se mostr¨® s¨®lido. Seguro en defensa, todav¨ªa poco efectivo en ataque, suficiente en cualquier caso para ganar ocho de los diez partidos que ha jugado desde que Xavi hizo p¨²blico su adi¨®s. Hoy Laporta est¨¢ como en noviembre de 2021: entregado al escudo Xavi. Seg¨²n cuentan en el staff azulgrana, los l¨ªderes de la comisi¨®n de f¨²tbol [Rafa Yuste, vicepresidente deportivo; Deco, director deportivo; y el mismo Laporta] le sueltan cada vez que pueden, medio en broma, medio en serio, que d¨¦ marcha atr¨¢s con su decisi¨®n. Xavi insiste: ¡°A d¨ªa de hoy, no ha cambiado nada¡±. En cualquier caso, no hay que convencer solo al entrenador, pues su c¨ªrculo cercano est¨¢ muy desgastado. ¡°Si puedes tomarte dos a?os sab¨¢ticos en lugar de uno, mejor¡±, le aconsejan.
Ocurre que el Par¨ªs se puede convertir en el combustible de Xavi para meditar su decisi¨®n. Laporta, mientras tanto, se frota las manos. El entorno, tambi¨¦n. Pero, como en 2014, Luis Enrique vuelve a la escena de Xavi con la llave de su continuidad en el Bar?a. Y esta vez no se present¨® amigable. Al contrario, parece dispuesto a pelear por su lugar y su legado. Eso s¨ª, fiel a su estilo, amigo del ruido, tan lejos de la pol¨ªtica como cerca del campo.
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