C¨¢diz y Mallorca empatan en una tarde de desenga?os
La igualada apenas le sirve al equipo gaditano, que marc¨® en la segunda parte para contrarrestar el tanto inicial de Muriqi
Los futbolistas enga?an al ¨¢rbitro, tratan de hacer trampas, aunque vigile el VAR, intentan trolear a sus rivales. Y trilearlos tambi¨¦n, ?debajo de qu¨¦ cubilete est¨¢ la pelotita? Solo hay una excepci¨®n: los calambres. Cae un futbolista tieso con la pierna estirada y aparecen amigos y rivales a remediar la dolencia, como si todos los jugadores del mundo fueran voluntarios de calambres sin fronteras. Uno opera, los dem¨¢s rodean al ca¨ªdo y al enfermero, brazos en jarras, y observan la maniobra. Luego regresan al troleo, al trileo, a la trampa o la actuaci¨®n estelar si cabe.
Tambi¨¦n en el N...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Los futbolistas enga?an al ¨¢rbitro, tratan de hacer trampas, aunque vigile el VAR, intentan trolear a sus rivales. Y trilearlos tambi¨¦n, ?debajo de qu¨¦ cubilete est¨¢ la pelotita? Solo hay una excepci¨®n: los calambres. Cae un futbolista tieso con la pierna estirada y aparecen amigos y rivales a remediar la dolencia, como si todos los jugadores del mundo fueran voluntarios de calambres sin fronteras. Uno opera, los dem¨¢s rodean al ca¨ªdo y al enfermero, brazos en jarras, y observan la maniobra. Luego regresan al troleo, al trileo, a la trampa o la actuaci¨®n estelar si cabe.
Tambi¨¦n en el Nuevo Mirandilla hubo calambres a causa del esfuerzo y del incipiente calor gaditano. Y de la hora, que no son horas para el f¨²tbol en la Tacita de Plata, ni en ning¨²n lugar, que se queda fr¨ªa la sopa del almuerzo dominguero. Y tambi¨¦n hubo troleos o actuaciones estelares, como cada partido. Y enga?os.
Pero sobre todo hubo desenga?os, porque un empate es un ni para ti, ni para m¨ª, que ¨²nicamente contenta en la ¨²ltima jornada cuando sirve para satisfacer las necesidades de unos y de otros. Y no era el caso. Por supuesto, en los desenga?os tambi¨¦n hay grados, y si el del C¨¢diz est¨¢ mucho m¨¢s alto en la escala de Richter, el del Mallorca se puede considerar como leve. Nada parecido al de la final de Copa, que ese s¨ª que derrumb¨® edificios. Ahora que han vuelto al barro, y abandonado el oropel cartujiano, para Aguirre, con su pantal¨®n primaveral y sus zapatos a juego, el punto conseguido en C¨¢diz es tambi¨¦n de inflexi¨®n despu¨¦s de dos jornadas negativas, aunque tambi¨¦n tiene ese punto de desenga?o, por lo que pudo ser y no fue.
Porque se adelant¨® el Mallorca, como habit¨²a cuando gana, en los primeros minutos, y se dej¨® empatar tambi¨¦n como acostumbra, cuando parece que no pasa nada y lo controla todo. Marc¨® Muriqi antes del primer cuarto de hora de un cabezazo en plancha de los de rasgar la red, tras buscarle la espalda a Fali, despu¨¦s de un bal¨®n que le cruz¨® Valjent. Y empat¨® el C¨¢diz, tras muchos minutos sin que nada pasara, porque el Mallorca ejerci¨® su mayor¨ªa de bloqueo, en un centro de Sergi Guardiola, en el que Chris Ramos fue el jam¨®n del s¨¢ndwich entre los centrales visitantes, pero el que remat¨® sin querer fue Mascarell en porter¨ªa propia.
Pero el C¨¢diz, a quien el empate le sonaba m¨¢s a desenga?o, porque de casi nada le serv¨ªa para salir de pobre, no reaccion¨® al toque de corneta que supuso el gol, salvo en un disparo de Guardiola que sac¨® astillas del poste, y que fue toque de diana para el Mallorca, que despert¨® por completo. Aguirre puso en el campo a Darder, para que le ordenara el tapete, y a Morlanes, y entre los dos taparon cualquier v¨ªa de agua que pudieran aprovechar los hombres de Pellegrino, que tambi¨¦n hizo cambios, pero no le resultaron tan efectivos.
El C¨¢diz volvi¨® a la cruda realidad de su partido, y en una jugada estramb¨®trica en la que Fali no se entendi¨® con su portero, al que super¨® la cesi¨®n de cabeza, pudo marcar el Mallorca, aunque Chust ejerci¨® de bombero. Luego, en los minutos finales lleg¨® la mejor oportunidad mallorquina, cuando Morlanes ejerci¨® de trilero, ?d¨®nde est¨¢ la bolita? Estaf¨® a tres gaditanos y le puso una pelota de gol a Darder, que, como no es delantero centro, dud¨® sobre la resoluci¨®n. Al final dispar¨® con la puntera, Conan roz¨® la pelota, que se estrell¨® en el poste. El desenga?o del Mallorca lleg¨® con esa jugada.
El del C¨¢diz, may¨²sculo, despu¨¦s de un par de misiones de los voluntarios de calambres sin fronteras, cuando Rajkovic sali¨® a poner la iluminaci¨®n navide?a, sin percatarse de que es abril, y se qued¨® colgando de la escalera. La pelota le fue a Roger, y su disparo, el ¨²ltimo, se march¨® a un palmo de la porter¨ªa, que no estaba vac¨ªa, porque aparecieron cuatro hombres de rojo a custodiarla.
El desenga?o cadista no hay quien lo remedie; el del Mallorca es m¨¢s asumible.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.