F¨¹llkrug abandera la desgracia del Dortmund

Remat¨® al palo cuando el Borussia pens¨® que pod¨ªa ganar la final, se sac¨® un testarazo que repeli¨® Courtois cuando el partido se emparejaba y festej¨® un gol que anot¨® en fuera de juego cuando su equipo buscaba una desesperada remontada, pasado el minuto 80 de juego, cuando crey¨® ver la luz por unos instantes, hasta que se dio de bruces contra la realidad. La cita en Wembley fue un carrusel de desgracias para Niclas F¨¹llkrug, sobre el que se hacen chanzas porque en su boca luce un agujero donde deb¨ªa de estar un incisivo, un mal chiste cuando se alude a un delantero, un futbolista proletario al...

Remat¨® al palo cuando el Borussia pens¨® que pod¨ªa ganar la final, se sac¨® un testarazo que repeli¨® Courtois cuando el partido se emparejaba y festej¨® un gol que anot¨® en fuera de juego cuando su equipo buscaba una desesperada remontada, pasado el minuto 80 de juego, cuando crey¨® ver la luz por unos instantes, hasta que se dio de bruces contra la realidad. La cita en Wembley fue un carrusel de desgracias para Niclas F¨¹llkrug, sobre el que se hacen chanzas porque en su boca luce un agujero donde deb¨ªa de estar un incisivo, un mal chiste cuando se alude a un delantero, un futbolista proletario al que castigaron las lesiones en su paso por Werder Bremen, Greuther F¨¹rth, Nurenberg o Hannover. Tuvo tres goles en el escenario que jam¨¢s so?¨® y los tres pasaron de largo. F¨¹llkrug abander¨® la desgracia del Borussia Dortmund, tambi¨¦n su abnegaci¨®n. Nada se puede reprochar a quien todo lo entrega.

Durante bastantes a?os, con Joachim L?w al frente, los listados en los que se daban a conocer las convocatorias de la selecci¨®n alemana agrupaban a centrocampistas y delanteros, una manera muy teutona de disimular el agujero que hab¨ªa en el nueve. En la tierra de Fritz Walter, Gerd M¨¹ller, Karl-Heinz Rummenigge, Rudi V?ller o Miroslav Klose, en la de Horst Hrubesch o Carsten Jancker dejaron de brotar delanteros de ¨¢rea, territorio que se convirti¨® en un erial de tal magnitud que en el ¨²ltimo Mundial el seleccionador Hansi Flick rebusc¨® una soluci¨®n jam¨¢s empleada, la de Niclas F¨¹llkrug, el delantero del entonces reci¨¦n ascendido Werder Bremen. El hombre, que frisaba la treintena, no solo no hab¨ªa vestido la camiseta de la selecci¨®n, sino que en su hoja de servicios figuraban m¨¢s partidos jugados en segunda divisi¨®n que en la m¨¢xima categor¨ªa.

F¨¹llkrug acudi¨® a Qatar y se gan¨® la titularidad. Le marc¨® un gol a Espa?a y al final del partido Rodri, que en aquel encuentro actu¨® como central, se refiri¨® a ¨¦l tras el partido como ¡°el delantero que no s¨¦ como se llama¡±. Desde entonces el apellido F¨¹llkrug no deja de sonar. La Bundesliga que cort¨® el Mundial catar¨ª la acab¨® con 19 goles, en la siguiente firm¨® 16 y el Borussia pag¨® 15 millones de euros por su ficha y le ofreci¨® un contrato hasta junio de 2026. El t¨¦cnico Edin Terzic no tuvo dudas y le convirti¨® en indiscutible titular por delante de Sebastian Haller.

¡°Tiene coraz¨®n y sabe marcar goles¡±, le defini¨® en su d¨ªa Flick. Esta temporada la acaba F¨¹llkrug con 16 tantos en las tres competiciones, pero entre medias pas¨® un tramo de sequ¨ªa de nueve partidos que rompi¨® con un gol contra el Atl¨¦tico en los cuartos de final de la Champions. Volvi¨® a marcar poco despu¨¦s en la semifinal contra el PSG. Otra diana en la final en Londres le hubiera coronado.

Empez¨® el partido con brillo, colaborativo para dar continuidad a las acciones de ataque de su equipo, amenazante en el ¨¢rea y en los desmarques. Mediada la primera parte, Maatsen le situ¨® ante la gloria con un pase filtrado que encontr¨® un remate con la puntera que se estrell¨® en el palo y se pase¨® ante la l¨ªnea de gol. Quiz¨¢s el videoarbitraje le hubiese encontrado las vueltas a la acci¨®n cuando empezase a tirar l¨ªneas. Poco despu¨¦s se qued¨® a cent¨ªmetros de conectar un rechace de Courtois tras un intento del centelleante Adeyemi. Se lanz¨® en plancha a por el gol eterno, pero el esf¨¦rico le pas¨® de largo. Ya tras el descanso mostr¨® credenciales de panzer con un remate de cabeza que encontr¨® al guardameta del Real Madrid. No se pod¨ªa rematar con m¨¢s alma aquella pelota, pero le falt¨® dirigirla hacia un espacio inalcanzable para el pulpo belga, si es que existe esa dimensi¨®n.

El gol anulado del final defini¨® el partido de Niclas F¨¹llkrug, un quiero y no puedo. Un desconsuelo. Alemania ya separa la paja del trigo e identifica a los delanteros en su convocatoria. La de la pr¨®xima Eurocopa la encabeza el esforzado F¨¹llkrug, que tendr¨¢ entonces tiempo para la revancha.

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