El Girona no puede con su gafe en la Champions y cae ante el Feyenoord
El equipo de M¨ªchel encaja dos goles en propia puerta y regala el otro en su estreno hist¨®rico de la competici¨®n en casa
Aunque el estadio ense?aba su esqueleto y daba la sensaci¨®n de estar medio vac¨ªo por las restricciones de la UEFA a no poblar las gradas supletorias, era un d¨ªa para la historia para el Girona, que se estrenaba en casa en la Champions. Sucedi¨®, sin embargo, que el cuento, un tiovivo irremediable, no tuvo un final feliz. Sobre todo porque la propuesta era atildada pero la ejecuci¨®n fallida, condenado el equipo por errores infantiles ¡ªdos goles en propia y otro originado tras una pifia grotesca en el primer pase¡ª y re?ido definitivamente con la diosa Fortuna. Jauja para el Feyenoord, que con poco logr¨® mucho. Pero ya se sabe que las primeras veces no suelen ser redondas ni perfectas, acaso imborrables.
Ilusi¨®n y frenes¨ª del aficionado por estar en la Champions, regocijo por las cosas bien hechas. Ocurri¨®, adem¨¢s, que todo lo importante se dio alrededor del bal¨®n y no en las gradas ¡ªaunque no faltaron insultos rivales contra el Girona y lanzamiento de vasos de pl¨¢stico¡ª o por la ciudad como se presum¨ªa, pues los hooligans holandeses de extrema derecha entendieron eso de que dos no se pelean si uno no quiere, m¨¢s que contentos por Lloret los que no ten¨ªan entradas, birras a destajo y pantallas grandes para seguir el duelo. Ese en el que el conjunto de M¨ªchel se abofete¨® solo, en el que siempre le sali¨® cruz.
Pronto evidenci¨® el Girona que su juego se compone desde el bal¨®n, desde la ra¨ªz a la cocina, f¨²tbol de sal¨®n donde Krejci es la llave, toda vez que el central absorbe el esf¨¦rico y aguarda a que salte un delantero rival para empezar con el juego de las superioridades, para enlazar con la siguiente l¨ªnea con pases en ventaja y ser protagonistas en campo ajeno. Les costaba lograrlo, en cualquier caso, porque el Feyenoord no entraba al trapo, conforme con plantear un repliegue medio y en bloque, despreocupado en la presi¨®n para ocuparse de la contra. Y le fue de maravilla.
Entendi¨® la jugarreta el Girona, que decidi¨® entonces expresarse tambi¨¦n con balones que saltaran l¨ªneas de presi¨®n, casi siempre desde la banda y a la espalda de la defensa rival, tambi¨¦n al desmarque del infatigable Miovski. En una de esas, con Miguel como trampol¨ªn, el ariete se cobr¨® la pelota y la posici¨®n para d¨¢rsela a Tsygankov, que recort¨® hacia dentro y se perfil¨® en un santiam¨¦n, que prob¨® para su desespero la fiabilidad de las manoplas de Wellenreuther. Ocasi¨®n al traste pero vitamina para el Girona, que lleg¨® al gol a bal¨®n parado: centro de Tsygankov, remate de Miovski que rechaz¨® la zaga de mala manera y que aprovech¨® David L¨®pez para ser el primer anotador en la historia del Girona en la Champions. Pero la alegr¨ªa dur¨® bien poco.
Result¨® que en una falta lateral, Timber atac¨® el bal¨®n al primer palo y, aunque apenas lo roz¨®, bast¨® para que Herrera metiera el cuerpo y el gol en propia puerta. Un gafe que hizo recordar al estreno ante el PSG, cuando Gazzaniga regal¨® el tanto cuando parec¨ªa hecho el empate; un mal de ojos porque segundos despu¨¦s Tsygankov sufri¨® una rotura muscular para sumarse a la rebotica que ya da cobijo a Romeu y Blind. Hachazos, claro, que desencajaron al Girona y elevaron al Feyenoord, ahora con Hwang como director de orquesta, futbolista con periscopio y bisagras en el cuello, de los que miran antes de recibir. Pero el Girona, infantil, sobrepasado por momentos, se crucific¨® solo. Primero David L¨®pez err¨® un pase sencillo desde la zaga que Milambo convirti¨® en gol; y despu¨¦s Gazzaniga repiti¨® pifia que acab¨® en un penalti de Iv¨¢n Mart¨ªn. El portero, sin embargo, devolvi¨® lo quitado, electricidad para el Girona con el segundo acto por delante.
Y eso, la esperanza, abon¨® Van de Beek en una contra catapultada por Iv¨¢n Mart¨ªn, en un remate que acab¨® en gol. Pero el VAR dict¨® lo contrario, fuera de juego y de nuevo a vueltas con las desgracias. Wellenreuther, sin embargo, se convirti¨® en el mejor aliado, pues no atrap¨® un bal¨®n f¨¢cil tras un centro lateral y a la que bot¨® Miovski ya puso el pie para ser derribado. Sos¨ªas de Gazzaniga, en cualquier caso, tambi¨¦n detuvo la pena m¨¢xima del ariete. Pero no un nuevo remate de Van de Beek, que se resisti¨® a la condici¨®n de Patito feo, que puso la bota al centro de Donjuma tras un eslalon para recordar.
Pero el partido estaba escrito y el gafe tambi¨¦n, pues a la siguiente jugada el Girona encaj¨® otro gol en propia, un remate torcido de Krejci a un centro desde la banda que hizo enmudecer al Girona, ya sin fuerza para rebelarse al infortunio ni al cuento, orgulloso por estar en la Champions y triste por el desenlace.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
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28
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1 | 2 | 0 | 1 | 1 |
29
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0 | 2 | 0 | 0 | 2 |
30
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0 | 2 | 0 | 0 | 2 |
31
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0 | 2 | 0 | 0 | 2 |
32
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0 | 2 | 0 | 0 | 2 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
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20
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3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
21
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3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
22
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3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
23
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3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
24
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1 | 2 | 0 | 1 | 1 |