Gabriel Magalhaes da un martillazo a la Premier

¡°Tenemos que ser como un martillo y estar ah¨ª, cada d¨ªa, cada d¨ªa¡±, dijo Mikel Arteta. Al acecho. Con fe en la persecuci¨®n pues los accidentes ser¨¢n inevitables en todos los bandos. Fue la consigna que lanz¨® el entrenador del Arsenal la semana pasada para abordar una Premier en la que los aspirantes al t¨ªtulo se tambalean. Un hecho inusual en el campeonato ingl¨¦s en el presente siglo, especialmente desde la llegada de Pep Guardiola. Desde el curso 2016-2017 el ganador del t¨ªtulo obtuvo sucesivamente 93, 100, 98, 99, 86, 93, 89 y 91 puntos. Siete de los ocho torneos con m¨¢s puntuaci¨®n lograda se registraron en las nueve ¨²ltimas ediciones. Esta vez es diferente. Este mi¨¦rcoles, el Arsenal se encomend¨® a la protecci¨®n de Gabriel Magalhaes, el jefe de su defensa, y le gan¨® al Tottenham en el Emirates (2-1) para dar un golpe de ri?¨®n que puede ser decisivo en una jornada en la que todos sus rivales directos encallaron.

Empat¨® el Liverpool, el l¨ªder, con el segundo, el Nottingham Forest; empat¨® el Chelsea; y empat¨® el City. La jornada 21? de la Premier m¨¢s desconcertante de la ¨²ltima d¨¦cada fue un muestrario de la l¨ªnea general. Cunde la inconsistencia. Se libr¨® el Arsenal, que venci¨® por tercera vez consecutiva al Tottenham en el derbi del norte de Londres. El 2-1 elev¨® al equipo a la segunda posici¨®n de la tabla. Con 43 puntos, apenas le separan cuatro del Liverpool, que con 47 da s¨ªntomas de apagamiento tras una primera fase en la que solo perdi¨® un partido y fue el equipo menos goleado.

La visita del Liverpool al campo del Forest, el martes, result¨® en el previsible asalto al front¨®n. El Forest forma una de las l¨ªneas defensivas m¨¢s apretadas y entusiasmadas de Inglaterra. Contra la reactividad de Murillo, Milenkovic, Aina, Yates y Anderson, el equipo de Arne Slot revel¨® todas sus deficiencias imaginativas. Los ataques desembocaron en las bandas, en el centro a la olla, o en el tiro de media distancia, sin que Robertson elevara su trayectoria declinante, sin que Szoboszlai abandonase su pauta intermitente, sin que Gravenberch pidiera la pelota con la continuidad debida a un mediocentro de referencia, y sin que Luis D¨ªaz consiguiera engranar como falso nueve. Este Liverpool abnegado y generoso no est¨¢ adiestrado para las sutilezas. Ni con Klopp ni con Slot. Tampoco hizo fichajes el verano pasado. Son los mismos jugadores que la temporada pasada se desinflaron en primavera, con el t¨ªtulo a mano. Los directivos del Arsenal lo saben. Lo sabe Arteta y sus jugadores. De ah¨ª la furia conque celebraron el triunfo en el derbi.

El semblante de Arteta hab¨ªa adquirido un p¨¢lido amarillento y los ojos se le hund¨ªan en las cuencas negras. Parec¨ªa un Nosferatu cuando sali¨® del t¨²nel de vestuarios este mi¨¦rcoles para recibir a su colega Ange Postecoglou. La ansiedad estaba justificada. El t¨¦cnico vasco ven¨ªa de sufrir tres golpes sucesivos: empate en Brighton en liga, eliminaci¨®n en Copa de la Liga ante el Newcastle, y eliminaci¨®n de Copa de Inglaterra ante el United. Todo sumado a la constataci¨®n de que su gran apuesta, Kai Havertz, aparec¨ªa a ojos de la hinchada y la directiva como el principal responsable de los problemas de la falta de gol del equipo, al tiempo que su mejor delantero centro, Gabriel Jes¨²s, se romp¨ªa la rodilla y se inscrib¨ªa en la lista de bajas hasta final de temporada. La visita del Tottenham serv¨ªa como piedra de toque. La respuesta de los jugadores fue la mejor de las noticias para el Arsenal.

La presi¨®n asfixiante sobre Bissouma y Pape Sarr paraliz¨® al Tottenham de entrada. El gol de Son, tras un c¨®rner, fue un espejismo m¨¢s que una consecuencia del juego corrido. Entre Magalhaes, Partey, Odegaard y Trossard levantaron el partido. El 1-1 de Solanke en propia puerta, despu¨¦s de un c¨®rner cabeceado por Magalhaes en el segundo palo, hizo justicia al aluvi¨®n de f¨²tbol del Arsenal. El 2-1 de Trossard, despu¨¦s de un robo de Partey en conjunto con Odegaard antes del descanso, result¨® definitivo. El Arsenal dedic¨® la segunda mitad a gestionar la ventaja m¨¢s que mantener la presi¨®n, y por poco perdi¨® el control del partido. Como en Brighton, dio la impresi¨®n de que Arteta orden¨® a sus jugadores rebajar el ritmo para evitar riesgos de contragolpe. La consecuencia fue exactamente la contraria a la buscada.

El Tottenham dispuso de demasiadas aproximaciones. Lo que no tuvo fue un delantero capaz de burlar a Magalhaes. El brasile?o le punte¨® un bal¨®n en la raya de gol a Solanke para iniciar un recital que dej¨® al delantero ingl¨¦s en tierra quemada y a su compa?ero, Heuming Son, lejos de su zona de activaci¨®n. Movi¨® la l¨ªnea con la puntualidad de un reloj para alejar el peligro y blind¨® su porter¨ªa, con 19 tantos en contra en 21 partidos, la menos goleada de Inglaterra. A su lado, el joven Lewis-Skelly se transform¨® en un tormento para Kulusevski.

Con 27 a?os, el central de Sao Paulo cumple su quinta temporada en la Premier. Lleg¨® al Arsenal procedente del Lille, con 22 a?os, a cambio de 30 millones de euros. Hoy es titular con Brasil, un acr¨®bata de la marca, un esp¨ªritu contagioso, un hombre con una misi¨®n. Este mi¨¦rcoles gan¨® medio partido ¨¦l solo. En la Premier m¨¢s inestable, Gabriel Magalhaes es garant¨ªa de seguridad.