Alcaraz firma un terap¨¦utico estreno ante Wolf
El murciano, que no compet¨ªa desde el 1 de mayo, explota el desorden del rival (6-1, 6-2 y 6-1, en 1h 51m) y logra su victoria m¨¢s contundente en un gran escenario
Jeffrey John Wolf, conocido como JJ en el circuito, le pone much¨ªsima voluntad. Sin embargo, el chico se desenvuelve en la tierra batida como si se hubiera adentrado en una jungla. Nada es demasiado natural, todo es extra?o, forzado, heterodoxo, como si nadie le hubiera avisado de que por aqu¨ª, en Par¨ªs, el tenis va de otra cosa. La arcilla, territorio alerg¨¦nico de hoy d¨ªa. Atenta durante demasiado rato contra el libro de estilo: se desplaza sin excesivo criterio, sin un plan definido ni otro prop¨®sito que el de reventar la pelota cada vez que puede. Una y otra vez lo hace, pero con escasa recompensa. Nadie podr¨¢ echarle en cara el empe?o, pero s¨ª la v¨ªa elegida. Y Carlos Alcaraz, firme en lo suyo, no perdona: 6-1, 6-2 y 6-1, en 1h 51m.
Ven¨ªa el murciano con algo de incertidumbre, con ese temor que admite tener todav¨ªa al ir a cargar con la derecha por el dichoso pronador. Pero el estreno le sale a pedir de boca, porque sin comerlo ni beberlo, sin la necesidad de lucirse, ara?a su mejor registro en su todav¨ªa corto trazado por los grandes, donde hasta ahora, los triunfos logrados hace dos a?os contra Juan Ignacio Londero (Roland Garros) y Oscar Otte (Wimbledon) ¡ªconcedi¨® seis juegos a ambos¡ª hab¨ªan sido los m¨¢s abultados. As¨ª que sonr¨ªe, prueba superada. Sin sobresaltos en el antebrazo derecho ni tampoco despistes, aseado en la propuesta, gana tiempo y confianza en direcci¨®n a la segunda estaci¨®n, en la que se medir¨¢ el mi¨¦rcoles (dos d¨ªas de tregua, por tanto) con Jesper de Jong (7-5, 6-4, 6-7(3), 3-6 y 6-3 a Jack Draper).
Necesita Alcaraz de buenos est¨ªmulos para ir alejando poco a poco esa inseguridad. Mermado desde principios de abril, precisa de ritmo de partidos y, sobre todo, de que se vaya el miedo de una vez. Dice no sentir dolor, aunque todav¨ªa ataca la pelota con prudencia. Se palpa la sensaci¨®n en la apertura de este domingo, con el rev¨¦s como protagonista y el drive como mero acompa?ante; ensaya alguna que otra vez, pero prima la protecci¨®n. Buen indicio, no obstante, el sonido que emite al pegarle desde ese perfil, se?al de mayor intensidad. Bastan tres o cuatro pinceladas para ganarse las palmas de la Chatrier y sortea el test inicial, que por muchos asaltos que uno lleve ¡ªll¨¢mese uno incluso Federer, Nadal o Djokovic¡ª, siempre hay nervios.
En cualquier caso, colabora en la puesta en escena el desorden de Wolf, 25 a?os y 107? del mundo. Al norteamericano le retrata la estad¨ªstica: pese a su ferocidad en la arremetida, tan solo produce diez golpes ganadores e incurre en 25 errores no forzados, mientras que Alcaraz testea y compensa la imprecisi¨®n (20) con 27 tiros definitivos, de los cuales 15 llevan el sello de la derecha. Definitivo en la red, adem¨¢s (10/11). El rival, fiera fuera de h¨¢bitat, cement¨®filo de manual, viene a expresar la desatenci¨®n moderna hacia una superficie que pierde adhesiones y gana extra?os, circunstancia que bien podr¨ªa explotar el espa?ol. Aquel que encuentre acomodo en la tierra el d¨ªa de ma?ana, dar¨¢ con un fil¨®n. Y no va mal orientado Alcaraz, un todoterreno que a los 21 a?os sigue defini¨¦ndose.
¡°Ha sido un mes dif¨ªcil. Me habr¨ªa encantado haber jugado m¨¢s partidos antes, aunque creo que no necesito muchos encuentros para llegar al cien por cien. Cuatro partidos [los que disput¨® en la Caja M¨¢gica de Madrid, al haber tenido que renunciar a Montecarlo, Barcelona y Roma] son pocos, no voy a mentir, pero estas ¨²ltimas semanas he tenido una buena preparaci¨®n, esta semana he entrenado con jugadores top¡±, afirma a pie de pista, recordando que no compet¨ªa desde el 1 de mayo. ¡°Mi antebrazo est¨¢ cada vez mejor y mejor, siento que no he dejado de jugar al tenis y eso es algo bueno¡±, cierra Alcaraz, verdugo de un Wolf que de lobo, solo tiene el apellido.
¡°ME HE COHIBIDO UN POCO¡±
“Esta victoria ayuda mucho. He jugado a un nivel muy alto. Honestamente, siento como si no hubiera dejado de jugar, y es genial para mí sentirme así en el primer partido, en la primera ronda, para coger ritmo y confianza”, apreciaba Alcaraz en la sala de conferencias, donde también afirmó que su brazo está al cien por cien, pese a que todavía se contenga a la hora de sacudir a la pelota por precaución.
“Obviamente todavía me siento raro, digamos, o con miedo de golpear cada derecha al máximo Todavía está en mi mente, pero no he sentido nada después del partido, lo cual es muy, muy bueno. Algunas veces me he cohibido un poco, pero al final el tenis es así. Hay que ser inteligente y saber cómo mover la bola, no pegarle a todas al cien por cien”, precisó el de El Palmar, semifinalista en la edición de hace un año.
No obstante, considera que el antebrazo está “totalmente recuperado” y aborda este torneo con pies de plomo, pero con optimismo creciente tras la toma de contacto. “Tenía pocas expectativas al llegar aquí, pero después de la semana de entrenamientos y de este partido, probablemente hayan aumentado. Creo que puedo hacer un buen resultado”, prolongó.
Por otra parte, el valenciano Pedro Martínez se impuso a Thiago Agustín Tirado (5-7, 6-4, 3-6, 6-4 y 6-3) y la gallega Jessica Bouzas cayó ante Jana Fett (6-2, 3-6 y 7-5).
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