La neutralidad pol¨ªtica de la Iglesia
LA IGLESIA de Roma ha participado de alguna manera en la reciente campa?a electoral italiana a favor de la Democracia Cristiana. Este hecho, de amplia repercusi¨®n internacional per el car¨¢cter universal de la Iglesia, adquiere especial significaci¨®: ti en pa¨ªses de tradici¨®n cat¨®lica como Espa?a.Que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica italiana se haya inclinado abiertamente por un determinado partido pol¨ªtico condicionando la conciencia de sus fieles, lo que equivale a coartar la libertad de voto implica vulnerar las reglas de la democracia y asumir, correlativamente, una grave responsabilidad. Una actitud as¨ª echa por tierra, a la hora de la verdad, la doctrina del Concilio Vaticano II, sobre la pluralidad de opciones pol¨ªticas del cristiano, para regresar a tiempos de r¨ªgida ortodoxia que, nos tememos, no hayan sido superados. Supone, adem¨¢s, tomar una postura beligerante y temperalista que la propia Iglesia desaconseja o proh¨ªbe a sus sacerdotes en otros ¨¢mbitos de la vida social.
La Iglesia, si desea ser respetada, debe permanecer rigurosamente neutral en los procesos electorales. Las v¨ªas de actuaci¨®n, para el ejercicio de su misi¨®n, han de ser otras, ya que cu¨¢lquier injerencia directa o indirecta en beneficio de una ideolog¨ªa concreta, legitima las cr¨ªticas de los que profesen otros, idearios, sean o no cristianos. En los tiempos que vivimos, promover como se ha hecho la unidad pol¨ªtica de los cat¨®licos contra el eurocomunismo, con tonos de cruzada ideol¨®gica, constituye ufta tentativa de resucitar lo que deb¨ªa ser, a lo sumo, un res liduo hist¨®rico a extinguir y figurar en las p¨¢ginas de los manuales de, historia como algo irrepetible y pernicioso.
La neutralidad pol¨ªtica de la Iglesia es una exigencia de las reglas del juego democr¨¢tico, exigencia que tanto la jerarqu¨ªa. como los cristianos mismos deben ser los primeros interesados en respetar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.