La insostenible dependencia tecnol¨®gica
La permanencia y agudizaci¨®n de la crisis econ¨®mica en Espa?a est¨¢ desvelando algunos de los problemas de fondo que amenazan las posibilidades de un desarrollo futuro sostenido. Hoy parece m¨¢s claro que el retraso cultural, cient¨ªfico y tecnol¨®gico, los factores cualitativos de la actividad econ¨®mica, est¨¢n bloqueando los ritmos de crecimiento y diversificaci¨®n de los sectores. El modelo econ¨®mico mantenido en las ¨²ltimas d¨¦cadas presenta unas caracter¨ªsticas a destacar: se ha dado un crecimiento econ¨®mico de cierta importancia, ha existido un proceso profundo de industrializaci¨®n y urbanizaci¨®n de la econom¨ªa y, paralelamente, se da el estancamiento cultural y cient¨ªfico. Los sectores productivos reciben cantidades de ciencia y tecnolog¨ªa muy inferiores, en relaci¨®n con las necesidades que corresponden al nivel de acumulaci¨®n alcanzado. Los indicadores son muy claros en cuanto a la calidad del desarrollo econ¨®mico: los gastos en educaci¨®n, la proporci¨®n de alumnos, el rendimiento global del sistema de ense?anza est¨¢n muy por debajo de los niveles europeos. El esfuerzo en investigaci¨®n es varias veces inferior a los. porcentajes observados en los pa¨ªses menos avanzados de la OCIDE. Las cifras relativas al registro y explotaci¨®n de patentes son irrelevantes en cuanto a la incidencia en el proceso productivo. En los ¨²ltimos a?os, la desaceleraci¨®n en el crecimiento cualitativo de la econom¨ªa es preocupante: desintegraci¨®n cultural y cient¨ªfica, principios de regresi¨®n grave en las empresas de servicios m¨¢s avanzados: inform¨¢tica, consultor¨ªa... decadencia evidente de los departamentos de estudio e investigaci¨®n en los sectores p¨²blico y privado. En definitiva, un proceso de destecnificaci¨®n y desculturaci¨®n progresiva de la sociedad, que est¨¢ en la base de una crisis profunda que no se puede explicar recurriendo solamente a las variables econ¨®micas convencionales.Esta situaci¨®n est¨¢ basada en la pol¨ªtica de dependencia tecInol¨®gica y econ¨®mica, adoptado por los sectores econ¨®micos dominantes hace m¨¢s de veinte a?os. Durante ese tiempo Espa?a ha estado importando cantidades masivas y crecientes de conocimientos t¨¦cnicos, sin selecci¨®n ni regulaci¨®n alguna, manteniendo las entradas de capital extranjero en condiciones similares. Los pagos tecnol¨®gicos son ya muy elevados -quinientos millones de d¨®lares- y contribuyen a desequilibrar la balanza por cuenta corriente. Pero el aspecto decisivo es que se han establecido unas relaciones de dependencia tecnol¨®gica que cubren los sectores y empresas m¨¢s importantes. La dependencia significa supeditaci¨®n a la entrada de conocimientos t¨¦cnicos externos, en cantidad y calidad, desde Estados y grandes corporaciones transnacionales que muchas veces son los socios mayoritarios de las empresas espa?olas. Los efectos son visibles y duraderos en la inhibici¨®n de la investigaci¨®n en las empresas espa?olas que demandan una cantidad anormalmente baja de trabajo calificado; en las grandes dificultades para coordinar pol¨ªticas sectoriales e intersectoriales por la desintegraci¨®n que provoca la dependencia tecnol¨®gica respecto a m¨²ltiples centros externos de decisi¨®n. Al Final se produce el bloqueo del sistema educativo en todos los grados de ense?anza, la erosi¨®n del patrimonio cultural y cient¨ªfico.
La carencia de factores intelectuales suficientes en la econom¨ªa espa?ola afecta de. forma directa a la exportaci¨®n. No es posible llegar a los mercados exteriores sin dominar la tecnolog¨ªa incorporada en los productos, sobre todo en el caso de los bienes de equipo e impuestos intermedios. La exportaci¨®n significa calidad, garant¨ªa de instalaci¨®n, capacidad de asistencia t¨¦cnica, ser titular de procesos importantes y disponer de ingenier¨ªa b¨¢sica. Por el lado de la importaci¨®n la dependencia tecnol¨®gica induce una corriente inel¨¢stica de compras de bienes de equipo e inputs intermedios, que en su mayor¨ªa es obligado importar por carecer de la tecnolog¨ªa para su producci¨®n. Entre los efectos internos, hay que destacar los desfases de la formaci¨®n profesional de los trabajadores, la aton¨ªa para la preparaci¨®n de cient¨ªficos y t¨¦cnicos, el desempleo ir¨®nico y creciente de los profesionales que es una nota caracter¨ªstica de esta ¨¦poca y s¨ªntoma de decadencia muy expresivo.
El panorama es sombr¨ªo y, de no adoptar soluciones con rapidez, puede abrir una etapa hist¨®rica donde Espa?a sea el ?taller de Europa?. El pa¨ªs especializado en los sectores productivos m¨¢s tradicionales, receptor de factor¨ªas contaminantes con un nivel de instrucci¨®n descendente y con un desequilibrio muy grave en los intercambios comerciales. Ahora es preciso acometer medidas a corto plazo que inicien la marcha hacia una pol¨ªtica tecnol¨®gica y cultural para el desarrollo. El camino a recorrer debe empezar por:
1. La multiplicaci¨®n del gasto en ense?anza en todos los niveles. Comienzo de programas efectivos de formaci¨®n de personal investigador.
2. Establecer los mecanismos y entidades para la mejor selecci¨®n y evaluaci¨®n de la tecnolog¨ªa que es preciso importar, orient¨¢ndose hacia la diversificaci¨®n de los proveedores de la misma.
3. Puesta en marcha de un plan para la asimilaci¨®n de la tecnolog¨ªa importada, dando prioridad en las ayudas estatales a los proyectos encaminados al dominio y mejora de las t¨¦cnicas adquiridas en el extranjero. En una primera fase, el sector p¨²blico y, muy especialmente el Instituto Nacional de Industria, puede ser el impulsor de esta pol¨ªtica.
4. Promover canales de financiaci¨®n especializada. p¨²blica y privada, para el fomento de la innovaci¨®n generalizando f¨®rmulas de financiaci¨®n no convencionales que sean un est¨ªmulo para la actividad investigadora.
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