Los placeres de la mesa

Esta gu¨ªa gastron¨®mica es la primera que se realiza en Espa?a de la totalidad del pa¨ªs, aunque existen algunas dedicadas a Madrid o a determinadas regiones; tales como las de la Buena Mesa y tambi¨¦n en la colecci¨®n Gu¨ªa Gastron¨®mica Sol las de Madrid, con tres ediciones, y la del Pa¨ªs Vasco. En estas gu¨ªas Gonzalo Sol obtuvo el apoyo de algunos industriales del gremio, pero no as¨ª en la que hoy comentamos, que est¨¢ realizada con su solo esfuerzo y sin ayuda de nadie. El esfuerzo es la nota m¨¢s destacada de esta obra, en la que se examinan restaurantes de 270 localidades espa?olas, muchos de ellos verdaderos descubrimientos en lugares realmente insospechados.La cr¨ªtica a esta obra, como a toda empresa ambiciosa que pretende catalogar algo que no se hab¨ªa hecho antes, es f¨¢cil. Muchos podr¨¢n decir ?no figura tal magn¨ªfico restaurante de un pueblecito de Pontevedra? u otro estupendo de cualquier perdido lugar. Naturalmente esto es l¨®gico que acontezca, pues la ingente labor, desarrollada por Gonzalo Sol no ha podido ser m¨¢s extensa, aunque ya lo es bastante. Otra cr¨ªtica puede considerarla. excesiva benevolencia, pero no podemos olvidar que, tan s¨®lo, se recogen en la gu¨ªa restaurantes recomendados, y en los que se apreciaron defectos graves fueron marginados.

El no se?alar precios es tambi¨¦n un inconveniente, pero las oscilaciones de los mismos en el proceso inflacionista., que vivimos recomendaron al autor omitirlos. M¨¢s grave parece, a mi entender, la ausencia de calificaciones. Comprendemos, pero no compartimos, las razones alegadas por el autor. Creo que el lector de este tipo de literatura, casi siempre apresurado viajero, se ver¨ªa, mejor asesorado en su elecci¨®n si existiese la calificaci¨®n en cada establecimiento. La investigaci¨®n de los or¨ªgenes de los restaurantes y de las familias que los regentan suele ser muy completa y contribuye, en gran manera, a situar al comensal que a ellos concurre por vez primera. La tarea emprendida, con tan buen pie, por Gonzalo Sol merece aliento y apoyo.

El libro est¨¢ prologado por Ram¨®n Tamames, h¨¢bil e ingeniosamente. Tamames opina, y con raz¨®n, que "escribir una gu¨ªa, de lo que sea, de gastronom¨ªa, de econom¨ªa, de castillos y murallas, de paisajes, o de diferenciaciones ling¨¹¨ªsticas, no es prop¨®sito f¨¢cil de materializar. Plantea dos exigencias, a mi modo de ver: primero de todo, curiosidad por el entorno, por penetrar en h¨¢bitos y costumbres, en formas de hacer, en actitudes; pero adem¨¢s de curiosidad -la cual abunda menos de lo que se piensa- hay una segunda componente, que es el esfuerzo, un bien que resulta todav¨ªa m¨¢s escaso, si cabe, que la misma curiosidad?.