El Mundial-82, una decisi¨®n del Gobiemo

Ni el se?or Porta, ni la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol que preside, ni el se?or Zalba que semidirige el comit¨¦ organizador del mundial de 1982, ni el propio Consejo Superior de Deportes, tienen capacidad legal o moral para decidir en d¨®nde habr¨¢n de disputarse los partidos del campeonato. La designaci¨®n de las sedes y subsedes y la direcci¨®n y control de presupuestos y organizaci¨®n dependen de una decisi¨®n del Gobierno. Un campeonato del mundo de f¨²tbol trasciende del puro y simple espect¨¢culo deportivo y por tanto no puede ser regido por cuatro amiguetes cuya capacidad de presi¨®n se circunscribe, a la hora de arrimar el ascua a su sardina, a la exposici¨®n de argumentos balad¨ªes.

La gente del f¨²tbol, y en general toda la ligada al deporte, lleva a?os consider¨¢ndose el ombligo del pa¨ªs. De ah¨ª el que innumerables ocasiones se mire con malos ojos, o se planteen campa?as de desprestigio, contra aquellas personas que acceden a un puesto de responsabilidad en funci¨®n de que no han sido delanteros centro. La gente del f¨²tbol es propensa a descalificar a quienes no proceden de sus cuadros m¨¢s o menos controlados. Hay cierta aversi¨®n a verse dirigidos por un ilustre profesional de cualquier rama y, en cambio, cuando han de presentar un papel en el extranjero son capaces de inventarle una carrera universitaria a quien no la posee.La mayor¨ªa de cuantos hasta este momento han manipulado los temas del mundial que en 1982 ha de disputarse en Espa?a no poseen representaci¨®n alguna; ni real, ni delegada. La federaci¨®n del se?or Porta, hasta ahora, ha circulado por libre. Tanto, que incluso sorprendi¨® al ministro de Cultura con una visita a la que luego se pretendi¨® dar orquestaci¨®n interesada.

Hasta el momento presente, y respecto a la designaci¨®n de las sedes, que es al parecer lo que m¨¢s interesa, no se han o¨ªdo m¨¢s que peregrinas argumentaciones de quienes desean ser principales protagonistas y temen perder un pedazo de pastel. La federaci¨®n, por boca del se?or Porta, no ha hecho otra cosa que adquirir compromisos, que no sabe si va a poder cumplir, y poner pa?os calientes a la est¨²pida guerra que entre ciudades y regiones se est¨¢ montando. Y alguno de los que m¨¢s gritan es todav¨ªa un se?or nombrado a dedo con anterioridad al 15 de junio.

La designaci¨®n de las sedes del mundial debe hacerse de acuerdo con unos datos fundamentales, que ciertamente nada tienen que ver con alguno, como el n¨²mero de fichas y otras zarandajas similares.

Tema principal es, sin duda, el tener un campo adecuado, pero ¨¦ste no puede pesar de manera definitiva, porque todos los de Primera Divisi¨®n deben ser sometidos a una serie de reformas t¨¦cnicas y quiz¨¢ fuera hasta conveniente realizar alguna ampliaci¨®n, que llevara ya aparejada la soluci¨®n de los problemas. Lo que debe definir las sedes es algo que est¨¢ fuera del alcance del propio f¨²tbol.

La comisi¨®n que el Gobierno debe crear para que el mundial no sea un puro pitorreo debe decidir las sedes en funci¨®n de la infraestructura que a nivel provincia? ofrezca cada ciudad aspirante. Hay que saber el n¨²mero total de hoteles de cinco, cuatro, tres y dos estrellas, el n¨²mero de establecimientos hoteleros fuera del centro de la ciudad y capacitados para albergar a una selecci¨®n, los posibles terrenos para entrenamientos cercanos a estos hoteles, el n¨²mero de habitantes de cada provincia y su renta per c¨¢pita. Una ciudad sede de partidos del mundial ha de poseer unas importantes redes de carreteras, eficientes servicios ferroviarios y un aeropuerto capaz de recibir un buen n¨²mero de vuelos charter en una jornada clave.

La provincia que reciba al mundial debe presentar tambi¨¦n aspectos tur¨ªsticos y ha de pensarse, naturalmente, en las posibilidades de promoci¨®n que ofrece la zona. Un mundial en Espa?a atraer¨¢ fundamentalmente a europeos que son potencialmente futuros visitantes en otros a?os.

En Espa?a se est¨¢ discutiendo sobre la base de cuatro ciudades. Por si a alguien le sirve de algo, Argentina, pa¨ªs fundamentalmente concretado en su capital, cuenta con otras cuatro poblaciones para celebrar los encuentros. En Alemania Federal, que es el precedente m¨¢s pr¨®ximo, fueron escenarios de los encuentros estas Poblaciones: Berl¨ªn, Hamburgo, D¨¹sseldorf, Hannover, Munich, Stuttgart, Frankfurt, Gelsenkirchen y Dortmund. En Espa?a hay alguna ciudad que aspira a ocho encuentros, para lo cual no tiene capacidad suficiente. En Alemania s¨®lo cuatro ciudades tuvieron cinco.