El Barcelona gan¨® la Copa a bal¨®n parado

El Barcelona gan¨® con toda justicia el t¨ªtulo de Copa, pero sin jugar un gran partido. Marc¨® todos sus goles a bal¨®n parado y quiz¨¢ por eso ni intent¨® elaborar jugadas. Las lesiones de Neeskens y Olmo, adem¨¢s. le volvieron a¨²n m¨¢s conservador frente a una Uni¨®n Deportiva Las Palmas decepcionante y premiosa en su quehacer. Los canarios, que no se recuperaron durante la primera parte del buen marcaje que realiz¨® Olmo sobre Brindisi -pese al gol del argentino- tampoco supieron abrir debidamente el f¨²tbol por las alas -entre otras cosas porque no las tuvieron- y la defensa del Barcelona, en la que Migueli anul¨® a Morete, se mostr¨® siempre muy segura. Tras el penalti, que el ¨¢rbitro dud¨® de forma absurda en se?alar, la dureza se ense?ore¨® por el campo y s¨®lo por eso se mantuvo la emoci¨®n. En la segunda parte el partido decay¨® en inter¨¦s por momentos, pues se vio pronto que el equipo canario iba a ser incapaz de marcar. S¨®lo Morete tuvo una ocasi¨®n, en fallo de De la Cruz La final de Copa 77-78, tal vez influida por el escaso ambiente reinante en comparaci¨®n con ocasiones anteriores, fue una decepci¨®n confirmada. El favorito era el Barcelona y el Barcelona gan¨®, pero el partido tuvo bien poco tiempo de igualdad para darle alo de alegr¨ªa. Michels sorprendi¨® de salida a todos con la alineaci¨®n de Neeskens en el lugar habitual de Olmo, como defensa libre, y dedic¨® a ¨¦ste a vigilar a Brindisi. El centro del campo se pobl¨® as¨ª de cuatro parejas, pues Cruyff tampoco brill¨® en esta ocasi¨®n como atacante, al estar ya delante Rexach, Esteban y Fortes, a los que marcaron Hern¨¢ndez, Roque y Gerardo. respectivamente. Las parejas centrocampistas fueron Asensi-Noly, F¨¦lix-Cruyff, Zuvir¨ªa-Jorge y la citada Olmo-Brindisi.

El Barcelona inici¨® el partido con un dominio posicional. fruto m¨¢s que nada de la sorpresa canaria al no tener ordenador, anulado Brindisi por Olmo, y no necesit¨® hacer ning¨²n esfuerzo suplementario para adelantarse en el marcador. Simplemente aprovech¨® un contraataque cuando Las Palmas empezaba a sacudirse el ligero dominio. El penalti fue un ejemplo de que la defensa canaria se iba a mostrar imprecisa en muchos instantes. Realmente. el Barcelona logr¨® sus dos goles restantes -el primero de ellos poco despu¨¦s- a bal¨®n parado. pero es que no forz¨® nunca la m¨¢quina. El gol de Brindisi fue una genialidad, a la que contest¨® r¨¢pidamente Rexach, y ya con 3-1 en el marcador otro fallo defensivo amarillo permitl¨® a Esteban disparar al poste izquierdo. Faltaba un minuto para el descanso y hubiese podido ser la puntilla de la final.

De todas maneras, la segunda parte sobr¨®. Aunque Neeskens ya se hab¨ªa marchado y Olmo hubo de dejar su puesto de defensa libre -que ocup¨® s¨®lo por breves momentos- a Cruyff. las bajas no afectaron al Barcelona. El Las Palmas sigui¨® empe?ado en jugar por el centro, y a lo m¨¢s que lleg¨® fue a un tiro de Morete, tras fallo de De la Cruz. La entrada de Rivero, otro hombre punta, por F¨¦lix, fue el ¨²ltimo cartucho de Mu?oz, pero tampoco le sirvi¨®. El Barcelona, ya hab¨ªa sin correr siquiera, mand¨® ganado el siempre. En realidad hab¨ªa ganado el t¨ªtulo a bal¨®n parado.