La incompatibilidad personal de Fraga con los l¨ªderes de UCD condiciona su renuncia

Manuel Fraga hubiera visto con agrado que los tres l¨ªderes que encabezaron Coalici¨®n Democr¨¢tica, es decir, ¨¦l, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza y Alfonso Osorio, hubiesen adoptado una postura conjunta a la hora de decidir su permanencia o su renuncia al esca?o. Esta impresi¨®n fue transmitida a EL PA?S por personas muy pr¨®ximas al l¨ªder aliancista, aunque no parece que el se?or Fraga haya trasladado siquiera esta posibilidad a sus compa?eros de liderazgo y de candidatura.

Una de las claves del abandono del se?or Fraga reside en la tendencia mayoritaria, entre los parlamentarios de CD, a mantener una pol¨ªtica de aproximaci¨®n a las tesis de UCD, lo que supone situar al l¨ªder aliancista en una posici¨®n muy desairada y que ¨¦l entiende como aut¨¦ntico fraude al electorado de CD, seg¨²n ha manifestado en varias conversaciones durante los ¨²ltimos d¨ªas.Desde estos presupuestos pudo entenderse en alg¨²n momento que la suerte de los tres l¨ªderes de CD debiera correr pareja, aunque ni el se?or Areilza ni el se?or Osorio han hecho el menor gesto que lleve a pensar en su posible renuncia.

La situaci¨®n real del se?or Fraga es de soledad ante sus planteamientos, que resultan irreversibles por su incompatibilidad personal con los l¨ªderes de UCD, circunstancia que no concurre en sus compa?eros de liderazgo de CD. Tanto el se?or Osorio como el se?or Areilza tienen capacidad de aproximaci¨®n con un buen n¨²mero de los dirigentes del partido gubernamental.

Tampoco parece que en la reuni¨®n de parlamentarios electos de CD alguien pidiese al se?or Fraga su permanencia en el esca?o, cuando el tema de su renuncia estaba en la calle y era sobradamente conocido por los asistentes.

Estas premisas son las que han creado un indudable malestar entre los militantes de Alianza Popular que mantienen, en general, una dosis muy alta de fidelidad personal hacia el se?or Fraga y que ven en la marcha de su l¨ªder el final de los presupuestos pol¨ªticos que aglutinaron a las gentes de AP.

Esto dificulta notablemente la creaci¨®n de un partido unitario entre los grupos que integran CD, junto con las discrepancias que se advierten entre los l¨ªderes de la coalici¨®n a la hora de plantearse los objetivos.

Las discrepancias surgen respecto de la finalidad del partido: abanderar una derecha totalmente al margen de UCD, o bien crear una ficci¨®n de partido independiente que, en el fondo, no sea sino correa de transmisi¨®n del partido gubernamental. Tambi¨¦n existen dificultades a la hora de ponerse de acuerdo sobre las personas que integrar¨ªan los ¨®rganos del partido unitario y surgen recelos mutuos s obre qui¨¦n podr¨ªa ostentar la aut¨¦ntica direcci¨®n del mismo.

Este ambiente de falta de entendimiento tiene por ahora, reflejo externo e inmediato respecto a las elecciones municipales de Madrid, donde se suceden las manifestaciones contradictorias y las ambig¨¹edades tanto por parte de los candidatos como de los responsables de CD.

En cuanto a la postura de Jes¨²s Aizp¨²n, l¨ªder de Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), ayer reiter¨® que su grupo ?no tiene ninguna vinculacion con Coalici¨®n Democr¨¢tica?. L¨ªderes de CD declararon a EL PA?S que, evidentemente, no hab¨ªa un acuerdo electoral expreso con el se?or Aizp¨²n, pero s¨ª ?un compromiso moral claro?.