Se regular¨¢ definitivamente la dedicaci¨®n exclusiva de los maestros
El Bolet¨ªn Oficial de las Cortes public¨® ayer el proyecto de ley remitido a la C¨¢mara por el Gobierno, que regula el r¨¦gimen de dedicaci¨®n exclusiva del cuerpo de profesores de EGB y se dan las normas para su financiaci¨®n.
El r¨¦gimen de dedicaci¨®n exclusiva, al que podr¨¢n acogerse a partir del pr¨®ximo d¨ªa 1 de septiembre todos los profesores estatales de EGB, supondr¨¢ una jornada de trabajo de 42 horas semanales, distribuidas de la forma siguiente: veinticinco horas, para la docencia directa; cinco horas, para actividades complementarias con alumnos; cinco horas, sin alumnos, destinadas a todas aquellas actividades que exijan un eficaz funcionamiento del centro, y las siete horas restantes las dedicar¨¢ libremente el profesor para su actualizaci¨®n.La dedicaci¨®n exclusiva de los maestros qued¨® regulada provisionalmente por un real decreto publicado en el BOE del 13 de septiembre pasado, que provoc¨® las protestas de la pr¨¢ctica totalidad de las organizaciones profesionales y sindicales del sector y hasta motiv¨® una interpelaci¨®n del Grupo parlamentario Comunista.
La oposici¨®n de los maestros al decreto se basaba en la interpretaci¨®n de la ?sexta hora?. El Ministerio quer¨ªa que se realizase con los alumnos en clase, convirti¨¦ndola en la pr¨¢ctica en una hora lectiva m¨¢s, y los profesores ped¨ªan que tuviese car¨¢cter no lectivo.
Las protestas de los maestros no fueron escuchadas; pero quienes se acogieron voluntariamente a la dedicaci¨®n exclusiva lo hicieron con la intenci¨®n de no cumplir con las normas ministeriales. Seg¨²n todos los indicios, las intenciones de los maestros se han cumplido hasta sus ¨²ltimas consecuencias.
En unos centros los maestros m¨¢s responsables, consecuentes con su exigencia de una hora no lectiva, han realizado funciones efectivas de tutor¨ªa, intensificando los contactos con los padres y potenciando el funcionamiento de departamentos, con lo que la sexta hora ha supuesto una experiencia enriquecedora y un avance positivo hacia el objetivo de una ense?anza de calidad. En otros centros la sexta hora no ha sido otra cosa que la prolongaci¨®n de la jornada lectiva y, en definitiva, una forma de perpetuar las antiguas ?permanencias?, aunque sin cobr¨¢rselas a los padres. En ninguno de los dos casos ha llegado a cumplirse la exigencia de una s¨¦ptima hora de presencia del maestro en la escuela.
El Ministerio, que anunci¨® al empezar el curso su intenci¨®n de controlar el cumplimiento de las normas reguladoras de la dedicaci¨®n exclusiva, ha practicado una pol¨ªtica de ?dejar hacer?, y tanto aquel como los profesores parecen haberse conformado con esta situaci¨®n de ambig¨¹edad. Ambig¨¹edad que sin duda se mantendr¨¢ en el futuro, dado que el proyecto de ley que ahora publica el Bolet¨ªn de las Cortes no modifica en nada las normas del decreto provisional vigente.
El citado proyecto de ley establece tambi¨¦n que ?a efectos del buen funcionamiento de los centros, los profesores deber¨¢n estar en los colegios, cinco d¨ªas antes de iniciarse el curso y ocho despu¨¦s de que terminen las actividades lectivas, para facilitar las tareas de evaluaci¨®n?.
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