El pacto municipal de la izquierda s¨®lo ha sido roto en contadas ocasiones
Cuando, con motivo de un mitin en la campa?a electoral del 15 de junio de 1977, Manuel Fraga se quit¨® la chaqueta en Lugo para abalanzarse sobre los que intentaban reventarle un acto electoral, que eran miembros del Bloque Nacional Popular Galego (BN-PG), qu¨¦ lejos estaba de pensar que su partido, dos a?os m¨¢s tarde, iba a apoyar a los que entonces eran objeto de sus iras para que consiguieran la alcald¨ªa de B¨®veda. Sin embargo, fue este un pacto casi contra natura, ya que s¨®lo cabe hablar de una gran alianza, la de la izquierda. En el segundo informe de esta serie sobre los primeros cien d¨ªas de los ayuntamientos democr¨¢ticos nuestros corresponsales cuentan las incidencias de esta alianza, el grado de la participaci¨®n ciudadana y algunos ejemplos significativos del obstruccionismo facturado desde las anteriores corporaciones, a veces por medio de personas que han conseguido instalarse en los ayuntamientos democr¨¢ticos.
Son curiosidades de la pol¨ªtica, a veces poco explicables, que llevan a que Herrera de Pisuerga, en la provincia de Palencia, tenga alcalde socialista porque le han votado dos concejales de UCD, a los que, de inmediato, les ha costado el puesto, porque los centristas ten¨ªan cantado el cargo, por supuesto, para eso hab¨ªan sacado siete concejales frente a los cuatro de los socialistas.En otras ocasiones no le basta a la UCD con hacer dimitir a sus concejales. Leopoldo Sainz de la Maza, conde de la Maza, ?se?orito de los de a caballo?, seg¨²n sus paisanos, se encontr¨® de alcalde de Mor¨®n de la Frontera, pese a que en las elecciones legislativas celebradas un mes antes hab¨ªa quedado patente el dominio del Partido del Trabajo de Espa?a (PTE) en el pueblo. Un d¨ªa, la izquierda present¨® una moci¨®n para que pudieran beneficiarse del empleo comunitario los menores de dieciocho a?os, y esa moci¨®n fue apoyada por cinco concejales de UCD, ante la perplejidad y el enfado del alcalde. Ni corto ni perezoso, el se?or Sainz de la Maza se march¨® a ver a su amigo el gobernador civil y consigui¨® que ¨¦ste anulara el acuerdo por ilegal. El conde, en definitiva, se lleva bien con las autoridades, aunque a veces no las necesite. Seg¨²n cuenta la gente de la zona, no hace mucho tiempo hubo en el pueblo una manifestaci¨®n de trabajadores. ??Para qu¨¦?, pens¨® Poli Maza, ?llamar a la Guardia Civil??. Tras hacerse esta reflexi¨®n cogi¨® dos becerros y los solt¨® contra los trabajadores.
El pacto de las fuerzas de izquierda ha sido lo que les ha hecho alzarse con una gran mayor¨ªa de ayuntamientos espa?oles, aunque ese pacto se haya limitado a la elecci¨®n de alcalde, en algunos casos, o tenga sus m¨¢s y sus menos. No obstante, la uni¨®n de la izquierda en las corporaciones locales est¨¢ funcionando en estos cien primeros d¨ªas de ayuntamientos democr¨¢ticos. Por encima de las diferencias, se impone la necesidad de erradicar el caciquismo, dar transparencia a la vida municipal y estudiar soluciones para los problemas de los vecinos. Y, lo que es m¨¢s importante, ya nadie habla de frentepopulismo, como sucedi¨® en el momento de su constituci¨®n.
Algunas rupturas
El pacto de la izquierda no ha funcionado en algunas localidades, como Pontevedra, donde los concejales independientes de la coalici¨®n nacionalista Unidade Galega, Jos¨¦ Fortes (ex capit¨¢n de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica), Modesto Barcia y Collazo, no votaron al candidato del PSOE y dijeron que no se sent¨ªan vinculados por el acuerdo. Recientemente han sido expulsados de Unidade Galega. Tampoco ha salido adelante en Elche, donde los concejales comunistas acusaron al alcalde socialista de hacer pol¨ªtica partidista, porque no les gustaba la distribuci¨®n de la delegaciones de servicios.
Los problemas regionales se reflejan claramente en zonas como Andaluc¨ªa, disputada desde las ¨²ltimas elecciones por el PSOE y el Partido Socialista Andaluz (PSA), aunque el primero tenga un n¨²mero mayor de votos. Ello ha llevado a que en Sevilla el acuerdo PSOE-PCE-PSA haya quedado reducido al reparto de los cargos, y a que en Granada, donde el alcalde es del PSOE, aunque sacara m¨¢s votos el PSA, merced al llamado Pacto de Sevilla, haya habido ya problemas de competencia entre ambos partidos. Estas cuestiones se exteriorizaron con la dimisi¨®n, el pasado 28 de junio, del portavoz del PSA, Arturo Gonz¨¢lez Arcas, como primer teniente de alcalde y delegado de Cultura del Ayuntamiento.
El pacto con los nacionalistas est¨¢ teniendo matices espec¨ªficos, pues si bien, generalmente, apoyan a la izquierda y viceversa, en ocasiones quieren dejar clara su desvinculaci¨®n con cualquier acuerdo. El Bloque Nacional Popular Galego (BN-PG) ha dicho, en un comunicado, que no entra en ninguna pol¨ªtica de alianzas, ?porque, para nosotros, y la pr¨¢ctica municipal de los pr¨®ximos a?os as¨ª lo demostrar¨¢, el enfrentamiento pol¨ªtico en Galicia se da entre el nacionalismo y el espa?olismo?. Esto no ha impedido que en la localidad lucense de Riberas de Piqu¨ªn el BN-PG se haya alzado con la alcald¨ªa, apoyado por la UCD.
En Catalu?a, y m¨¢s concretamente en Barcelona, el pacto de la izquierda incluye a socialistas, comunistas, Convergencia Democr¨¢tica y Esquerra Republicana. Ha habido ya algunos roces entre el PSC y el PSUC, porque los socialistas piensan que los comunistas se arrogan m¨¢s responsabilidades que las que les confieren los pactos.
Pacto ocasional en Euskadi
En Euskadi no se han desarrollado alianzas en todos los municipios -las fuerzas pol¨ªticas del Ayuntamiento de Bilbao, por ejemplo, no han hecho pactos expl¨ªcitos-, aunque, en ocasiones, partidos de signo diferente aprueben temas por unanimidad. Esto sucedi¨® en Arrankudiaga, Vizcaya, donde el primer pleno extraordinario del Ayuntamiento acord¨® exigir la independencia de Euskadi mediante un telegrama al gobernador civil. El tema surgi¨® al no ponerse de acuerdo sobre el Estatuto de Autonom¨ªa los siete concejales de la Corporaci¨®n, pertenec¨ªentes al Partido Nacionalista Vasco y a Herri Batasuna. El alcalde, Txomin Equiluz, present¨® la moci¨®n sobre la independencia, que fue aprobada, por unanimidad, por todos los corporativos.
Existen pactos de la izquierda, de la derecha, mixtos u ocasionales y tambi¨¦n pactos t¨ºte ¨¤ t¨ºte, como el que mantiene la alcaldesa de La Roda con un concejal, Angel Escribano, a quien algunos llaman la conciencia ucedista de la alcaldesa. Angel Escribano frena a la primera autoridad municipal cada vez que ¨¦sta se inclina por dar la raz¨®n a socialistas y comunistas; en ese momento, el vigilante concejal hace llegar una esquelita al estrado presidencial.
En otros ayuntamientos, como en Munera, tambi¨¦n en Albacete, no hace falta ni pacto. El alcalde no inform¨® a los concejales de sus decisiones y resoluciones hasta un pleno que se celebr¨® a finales de junio. El alcalde es electricista y antes de ocupar su puesto actual se hab¨ªa encargado de instalar las bombas para el abastecimiento de agua con una potencia tan baja que ahora ha pensado sustituirlas por otras m¨¢s eficaces, aunque las anteriores est¨¢n nuevas. Algunos vecinos le han hecho n¨®tar que los modestos presupuestos municipales no permiten la operaci¨®n.
En todas las, zonas del Estado se ha puesto el farolillo rojo al servicio del cementerio. La izquierda y la derecha han dejado los muertos para sus adversarios pol¨ªtjcos y algunos se lo han tomado realmente mal, como Leonardo Jim¨¦nez, de la UCD albacete?a, al que le toc¨® el servicio del cementerio porque no acudi¨® a la sesi¨®n de reparto. Dos meses despu¨¦s de su toma de posesi¨®n y sin haber pisado pr¨¢cticamente el Ayuntamiento, al menos en sesiones p¨²blicas, el se?or Jim¨¦nez ha abandonado su puesto, tras alegar motivos de trabajo que le obligan a trasladarse a otra ciudad.
Participaci¨®n ciudadana
Las relaciones con el movimiento ciudadano y asociaciones de vecinos por parte de los ayuntamientos democr¨¢ticos han hecho que la poblaci¨®n se preocupe m¨¢s por sus problemas en aquellas ciudades donde tales relaciones son cordiales, como Ja¨¦n, Huelva, L¨¦rida y Ciudad Real, o han provocado enfrentamientos grandes, como ha sucedido en Sevilla y sobre todo en Bilbao, donde las asociaciones ocuparon la sala de sesiones del Ayuntamiento no hace muchas semanas e impidieron la salida de la Corporaci¨®n durante tres horas, hasta que ¨¦sta se definiera sobre su petici¨®n de asistir a los plenos. En otros casos, ha llegado a haber hasta insultos y agresiones f¨ªsicas. Otros ayuntamientos han sido m¨¢s abiertos en este tema y han creado una concejal¨ªa de acci¨®n vecinal (M¨¢laga) o de relaciones ciudadanas (Alc¨¢zar de San Juan). Incluso, en algunas corporaciones permiten a los vecinos entrar a los plenos con voz, pero sin voto, y hay casos, como el de Fortuna, en Murcia, el Ayuntamiento m¨¢s pobre de la regi¨®n, regido por un alcalde comunista. All¨ª se celebran sesiones abiertas con cuantos -vecinos lo desean.
Los municipios que debaten la asistencia o no de representantes de los vecinos a las sesiones de sus ayuntamientos, tienen todav¨ªa, sin duda, un largo camino que recorrer hasta llegar al grado de participaci¨®n que hay en Arcenillas, provincia de Zamora, donde asisten a los plenos los 35 ni?os de la localidad. Los ni?os han elaborado un escrito en el que solicitan ?un campo de f¨²tbol con porter¨ªas met¨¢licas y un equipo de camisetas para ganar a los de Casaseca de las Chanas?, que es el pueblo de al lado. La Corporaci¨®n, ante la contudencia del escrito, ha decidido acceder a las peticiones de los chavales.
Los ex no colaboran
Al llegar a los ayuntamientos los alcaldes y concejales elegidos democr¨¢ticamente se han encontrado con un funcionario vinculado, en muchos casos de manera superior a la media, al r¨¦gimen anterior. Las nuevas corporaciones han sido recibidas, con frecuencia, con temor, recelo y preocupaci¨®n, aunque poco a poco vayan recibiendo algunas colaboraciones. En frase de un funcionario de L¨¦rida, ?ha prevalecido el chaqueterismo sobre la ideolog¨ªa?, y as¨ª muchas concepciones ultraderechistas permanecen en estado latente merced a un velo de silencio y discreci¨®n.
Los funcionarios de las corporaciones locales han causado desde problemas laborales -se niegan a trabajar, no cumplen los horarios y apelan a los derechos adquiridos-hasta problemas de ¨ªndole pol¨ªtica.
En Barcelona y Segovia se han detectado aut¨¦nticas posturas de obstrucci¨®n y boicot a la labor de las nuevas corporaciones. En Segovia, algunos funcionarios controlan absolutamente todo, incluida la correspondencia del propio alcalde.
El Ayuntamiento de Dos Hermanas, en Sevilla, ha acordado por unanimidad ejercer acci¨®n penal contra el anterior alcalde, Manuel Contreras, de Coalici¨®n Democr¨¢tica, por negarse a devolver el libro donde se registraban las entradas y salidas de combustibles para los veh¨ªculos municipales. En el pueblo se comenta que han aparecido facturas de la anterior Corporaci¨®n que suponen un gasto de gasolina de ochocientos litros al mes. El nuevo Ayuntamiento ha gastado cuatrocientos litros en mes y medio.
El hecho de que hayan desaparecido libros o documentos no se ha puesto de manifiesto en todos los municipios, pero s¨ª se conocen algunos casos. El Ayuntamiento de Le¨®n investiga actualmente la desaparici¨®n de varios documentos referidos a infracciones urban¨ªsticas, caducidad de licencias de construcci¨®n y expedientes sobre apropiaci¨®n indebida de suelo municipal.
Tambi¨¦n en la provincia de Le¨®n, en el Ayuntamiento de Peranzanes, se sigue una investigaci¨®n por desaparici¨®n de documentos municipales tan importantes como el libro de actas de sesiones, desde junio de 1967 hasta el 19 de agosto de 1978, y el libro de arqueo, desde el 31 de mayo de 1970 hasta el 19 de diciembre de 1978. Por si esto fuera poco, la nueva Corporaci¨®n se encontr¨® con que el ex alcalde, actual concejal de UCD, Olegario D¨ªez, le entreg¨® al secretario, Jos¨¦ Rodr¨ªguez, 241.7 10 pesetas calificadas de sobrante de caja. Los nuevos mun¨ªcipes de Peranzanes no entienden c¨®mo puede sobrar nada en un Ayuntamiento con un presupuesto ligeramente superior al mill¨®n de pesetas, que debe casi 800.000 pesetas s¨®lo a la mutualidad de funcionarios.
Pero no fueron ¨¦stas dos las ¨²nicas sorpresas de la nueva Corporaci¨®n de Peranzanes. Aparte de varias ¨®rdenes de pago sin justificantes, una de ellas de 80.040 pesetas a favor del ex alcalde y actual concejal de UCD, la nueva Corporaci¨®n se encontr¨® con que el ex alcalde y tres de sus familiares no se hallaban al corriente de un pago de 25.000 pesetas en concepto de enganche de fluido el¨¦ctrico. Estos hechos, que ya conoce la primera autoridad provincial por medio de una inspecci¨®n practicada, no han provocado todav¨ªa ninguna medida administrativa contra los responsables.
En Segovia, los concejales de izquierda se han encontrado con expedientes incompletos, entre otros el relativo al pol¨¦mico paseo Nuevo. Tambi¨¦n el nuevo Ayuntamiento malague?o se ha encontrado expedientes incompletos de urbanismo y edificaciones y en A Gudi?a (Orense), Jos¨¦ Moure, empresario, denunci¨® que el concejal de UCD Francisco Rua se hab¨ªa llevado a su casa autorizaciones de obras concedidas a nombre del se?or Moure. La Corporaci¨®n se mostr¨® de acuerdo en que el edil se hab¨ªa llevado la documentaci¨®n tan s¨®lo para confrontarla in situ con los terrenos del empresario.
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