Los sacerdotes podr¨ªan pasar por un "noviciado" antes de entrar en el seminario

La Congregaci¨®n Vaticana para la Educaci¨®n Cat¨®lica ha publicado dos importantes documentos con directrices muy concretas para la formaci¨®n de los candidatos al sacerdocio. Los documentos tienen fecha del 6 de enero y est¨¢n firmados a¨²n por el cardenal Garrone, que ya no es el prefecto de esta Congregaci¨®n.

El retraso en la publicaci¨®n de los documentos se debe, seg¨²n algunos observadores, a que el Vaticano quiso que pasara antes el s¨ªnodo holand¨¦s, ya que en este pa¨ªs el problema de los seminarios (todos cerrados y sustituidos por colegios mayores dentro de las universidades) es uno de los puntos de conflicto de los cat¨®licos progresistas con Roma. Seg¨²n estos documentos, que resumen la actitud de Juan Pablo II en esta materia de formaci¨®n de los candidatos al sacerdocio, ?las vacaciones est¨¢n aumentando?. Se indica al papa Wojtyla como a un modelo ?para que puedan surgir sacerdotes forjados en su misma fe?.El sacerdote del futuro, seg¨²n las nuevas normas pontificias, deber¨¢ ser, sobre todo, un hombre ?espiritual?. Se habla de instituir a este fin un per¨ªodo de tiempo, que preceda a la entrada en el seminario, consagrado exclusivamente a la formaci¨®n ?espiritual?. Realizado en lugar distinto del seminario, se tratar¨ªa de algo semejante al famoso ?noviciado?, al que est¨¢n obligados hoy todos los religiosos y religiosas. Lo curioso es que, aunque se trata de algo muy criticado y hasta abandonado en muchas congregaciones religiosas, se aconseja hoy al clero secular. Podr¨ªa ser un primer paso para exigir a los curas seculares tambi¨¦n los votos evang¨¦licos, entre ellos el de pobreza.

El documento vaticano vuelve a lanzar para los futuros sacerdotes ?el sentido de la penitencia?, en tendida no s¨®lo como sacramento de la confesi¨®n, sino tambi¨¦n como ?celebraciones penitenciales?, otro elemento tradicional de la vida religiosa. Junto a esto, la obligaci¨®n del ?h¨¢bito?. Dice textualmente el documento: ?Juan Pablo II ha llamado ya varias veces la atenci¨®n sobre la necesidad de que el sacerdote aparezca ante los hombres como lo que es: uno de ellos, cierto, pero caracterizado por un signo claro que lo califique y lo habilite en nombre de Dios ante el mundo entero. Ahora bien, ?c¨®mo negar la evidencia??

A los ojos de los fieles y de la misma conciencia del sacerdote, el sentido de los ?sacramentos de la fe ? se degrada cada vez m¨¢s cuando un sacerdote habitualmente negligente en su vestido o plenamente secularizado se presenta como ministro de estos sacramentos. El documento prohibe tambi¨¦n todo tipo de liturgia sin usar los ornamentos sagrados.

La formaci¨®n de los sacerdotes se deber¨¢ realizar seg¨²n las ense?anzas del Concilio Vaticano II pero el documento insiste sobre ?los abusos realizados en el posconcilio?. Y da un ejemplo: ?El Concilio?, afirma, ?se guard¨® muy bien de abolir el lat¨ªn: al contrario, su exclusi¨®n sistem¨¢tica es un abuso no menos condenable que la voluntad de algunos de mantenerlo en exclusiva. ? Los nuevos sacerdotes deber¨¢n volver a la pr¨¢ctica ?del ascetismo y de la obediencia?" y aqu¨ª vuelven a aparecer las caracter¨ªsticas de la vida religiosa, cuyo fundamento es, precisamente, el voto de obediencia.

Y, por fin, el documento vaticano afirma que ?la cristolog¨ªa es tambi¨¦n una mariolog¨ªa?, y pide que los seminarios se conviertan en ?una escuela de amor filial hacia la Virgen Mar¨ªa?. Y se presenta de nuevo la devoci¨®n mariana de Juan Pablo II como un modelo, ?ya que ¨¦l vive este amor a la Virgen como un problema de fidelidad?.

Mientras tanto, el Papa visitar¨¢ hoy la, ciudad de Tur¨ªn, que es la m¨¢s castigada por el terrorismo en estos ¨²ltimos a?os. Una visita intens¨ªs¨ªma, ya que el Papa llegar¨¢ a las ocho de la ma?ana y estar¨¢ de vuelta esta noche en Roma. Para descansar de las intensas jornadas de Semana Santa, y para preparar los viajes que le esperan, el papa Wojtyla es tuvo estos d¨ªas retirado en su finca de Castelgandolfo, donde ha hecho su primer ba?o en piscina. Un ba?o que dur¨® m¨¢s de una hora. Se asegura que es el primer romano que se ha chapuzado este a?o. Pero al Papa polaco el fr¨ªo no le da miedo.