La revoluci¨®n cultural encuentra resistencias en la clase pol¨ªtica
Conferencia de Antonio Garrigues Walker en el Ateneo de Madrid
?La revoluci¨®n cultural, al menos en sus formas b¨¢sicas, ya se ha producido, aunque sus manifestaciones encuentren todav¨ªa resistencias profundas por parte de las ¨¦lites pol¨ªticas, econ¨®micas y culturales, conscientes de que, de llevarse adelante el proceso, su situaci¨®n cambiar¨ªa a peor. Para detectar y vencer estas resistencias es necesario desarrollar un nuevo sentido del tiempo, del futuro y de la cultura?. Esta fue la tesis central de la conferencia que pronunci¨® Antonio Garrigues Walker, abogado y empresario, el lunes pasado en el Ateneo de Madrid, primera de un ciclo organizado por esta entidad y el club Cultura y Sociedad en torno a la revoluci¨®n cultural.
El se?or Garrigues Walker abord¨® el tema desde la ¨®ptica neocapitalista, ¨²nico marco que, en su opini¨®n, permite pensar en la realizaci¨®n de la revoluci¨®n cultural. Comenz¨® citando una serie de recientes acontecimientos sintom¨¢ticos de la coyuntura internacional y algunas de las fuentes e ideas que nutr¨ªan su exposici¨®n: el contenido del primer n¨²mero de la reaparecida Revista de Occidente, el ¨²ltimo extra de El viejo topo, sobre la d¨¦cada de los setenta, las teor¨ªas de los nuevos fil¨®sofos y economistas franceses y los trabajos de Salvador P¨¢niker, Rof Carballo, Juli¨¢n Mar¨ªas y Pilar Urbano.?Hemos pasado, en s¨®lo unos 35 a?os, de una sociedad dogm¨¢tica a una sociedad no dogm¨¢tica?, a?adi¨® refiri¨¦ndose concretamente al modelo de sociedad espa?ola. ?De ah¨ª se derivan una serie de consecuencias: la pr¨¢ctica progresiva del absentismo en todos los ¨®rdenes, la carga de abandono y catastrofismo que alienta la escasez de futuro, una especie de histerismo o ansiedad general y la conciencia generalizada de que los problemas no se pueden resolver?.
Contra tales consecuencias negativas de la transformaci¨®n social, Antonio Garrigues consider¨® varios hechos positivos, como el aumento del ¨ªndice cultural del pueblo espa?ol -?que empieza a saber lo que no sabe?-, una mayor presencia activa de la mujer en la vida social o el desarrollo de un sentido de la libertad que, ?pese a posibles involuciones, ya es irreversible?.
Con respecto a los obst¨¢culos que frenan el avance de la revoluci¨®n cultural, el se?or Garrigues aludi¨® al ?silencio de los grandes l¨ªderes, que viven en un mundo de cad¨¢veres ideol¨®gicos?, al lenguaje ambivalente de los pol¨ªticos y su tendencia a cultivar los problemas hasta llegara una total desconexi¨®n con la realidad.
?Hay que exigir a los pol¨ªticos una nueva forma de lenguaje, pero, adem¨¢s es necesario desarrollar un nuevo sentido de futuro -empezar a vender futuro- y una idea m¨¢s participativa de la cultura?.
Por ¨²ltimo, el se?or Garrigues Walker hizo p¨²blica su confianza en los beneficiosos efectos de la revoluci¨®n cultural, e incluso en el terreno econ¨®mico. ?La revoluci¨®n cultural nos permitir¨¢ poder decir remedando la famosa frase de Goebels: "Cuando veo que alguien echa mano a su pistola le hablo de cultura"?.
Babelia
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