Todos funcionarios

Yo no s¨¦ si antes de la reforma, en el viejo r¨¦gimen, hab¨ªa o no tantos funcionarios como hoy tenemos. Tambi¨¦n es cierto que en la dictadura s¨®lo nos enter¨¢bamos de aquello que no perjudicaba al general, a su democracia org¨¢nica o a otros temas que todos conocemos y que no merece la pena recordar. Pero, a pesar de todo, en la Espa?a democr¨¢tica, en la Monarqu¨ªa parlamentaria, en la puerta de Europa, los funcionarios son cada d¨ªa m¨¢s numerosos. Alg¨²n d¨ªa s¨®lo tendremos funcionarios. Y se preguntar¨¢, al hacer el carn¨¦ de identidad, en qu¨¦ ministerio ejerce el solicitante.Ministerios, ya sabemos, funcionarios por todos lados, pocos trabajando, muchos diciendo ?vuelva usted ma?ana?, y m¨¢s a¨²n sin poder decirlo, puesto que ni van. Los ayuntamientos, con sus. concejales y sus sueldos, extraordinarios sueldos, en la mayor¨ªa de los casos. Y ahora los parlamentarios de las comunidades aut¨®nomas, los min¨ªstros, aut¨®nomos tambi¨¦n, los trabajadores, sin m¨¢s, de los Parlamentos. Los partidos pol¨ªticos, ya se sabe, que si ?liberados?, que si secretarios, que si cargos nacionales, regionales, provinciales, locales, villales, dom¨¦sticos, etc¨¦tera. Las organizaciones terroristas no tienen precisamente trabajando a sus activistas. Las centrales sindicales, tampoco. ?Qui¨¦n trabaja de verdad en una central cuando tiene un cargo? Y la Iglesia, ?cu¨¢ntos miembros de la Iglesia trabajan, producen, que no sean simples feligreses?

La verdad es que, en este pa¨ªs, quien no es funcionario de un partido, grupo pol¨ªtico-sindical-religloso o del Estado no puede llegar a fin de mes tranquilamente, en cuanto a econom¨ªa se refiere, e intranquilamente, seg¨²n su conciencia./