El Papa, en Francia

El mensaje televisado dirigido por Juan Pablo II a la Iglesia de Francia desde el Vaticano, tres d¨ªas antes de su viaje a Par¨ªs, constituye una semisorpresa.El Papa ha querido dar un relieve suplementario a su desplazamiento y contribuir ¨¦l mismo a hacerse entender mejor cuando se encuentre en Francia. Es una iniciativa h¨¢bil, en el sentido de que responde a una curiosidad leg¨ªtima (?Qu¨¦ piensa el Papa sobre la Francia cat¨®lica?), pero tambi¨¦n porque despierta un inter¨¦s por el contenido de sus discursos ( ... ). Es sintom¨¢tico que el Papa retome la expresi¨®n ?hija mayor de la Iglesia?, que se considera ya superada

El Papa reenv¨ªa, pues, a Francia a su vocaci¨®n primera y privilegiada, se?alando de esta forma su preferencia por el pasado. ?El presente? Le parece particularmente ambiguo a Juan Pablo II, que habla de situaci¨®n especial desde el concilio y no quiere comprometerse, calific¨¢ndolo de inmediato, dando a entender que ese juicio implicar¨ªa un pasivo no desde?able.

Muchas cifras elocuentes indican el descenso del n¨²mero de bautismos, de bodas, de asistencia a las iglesias, de vocaciones sacerdotales y religiosas, etc¨¦tera ( ... ). Ante esta situaci¨®n poco satisfactoria, el Papa recurre a una expresi¨®n familiar en los medios clericales, que tienen tendencia a hablar de una crisis de crecimiento con un optimismo convencional poco convincente.

De hecho, los ¨ªndices de una renovaci¨®n existen, pero la instituci¨®n est¨¢ mal situada para habla sobre ello, pues el sentimiento religioso est¨¢ cada vez menos amarrado a las estructuras clericales. Es una fe extramuros

29 de mayo.