Desde el diputado comunista Horacio F. Inguanzu,

El Paisano, hasta la afici¨®n del Real ¨®viedo, los redactores del diario Nueva Espa?a han elegido individual o colectivamente a veintid¨®s asturianos del a?o 1980. En la lista no faltan Inocencio Fern¨¢ndez Rego, piloto gijon¨¦s que ha obtenido el premio internacional Edward; el palista Herminio Men¨¦ndez, dos medallas en Mosc¨²; Carmen D¨ªaz Casta?¨®n, directora del instituto de Mieres; Adolfo Garc¨ªa Arbesu, nominado por su lucha en favor de la integraci¨®n de los minusv¨¢lidos; Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªez Alegr¨ªa, por su aportaci¨®n al pensamiento cristiano; Angel Alvarez, por su dilatada ejecutoria como introductor de la m¨²sica moderna en Espa?a; Urbano Arregui, subdirector general de Obras Hidr¨¢ulicas, por el plan de abastecimiento de aguas a la regi¨®n; Miguel Angel Garc¨ªa Dori, por sus estudios en torno al asturc¨®n; Adolfo Gonz¨¢lez, cient¨ªfico, que ha renunciado a todos.sus altos cargos en la URSS para vol ver a Asturias; Servanda Tej¨®n, decana de los emigrantes asturia nos en Africa; Juan Jos¨¦ Otegui, actor, y Prudencio Fern¨¢ndez Pelllo, empresario. Colectivamente, adem¨¢s de la sufrida afici¨®n del club de la capital, resultaron nom brados el seminario de Oviedo, al cumplir cien a?os; el monasterio benedictino San Pelayo, por su conservaci¨®n de la cultura medieval; el club La Cibeles, por su vic toria en la Copa del Rey de hockey sobre patines; los misioneros astu rianos del Quich¨¦ (Guatemala), el descenso internacional del Sella, que cumpli¨® sus bodas de oro; la cooperativa agr¨ªcola de Seares (Vegadeo), y la empresa de auto buses Alsa.