La CEOE propone incrementos salariales comprendidos entre el 8% y el 12% para 1981
La Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales ofrece para este a?o incrementos salariales comprendidos entre el 8% y el 12%, seg¨²n manifestaron ayer sus representantes a los de la Uni¨®n General de Trabajadores, con quienes discuten desde hace d¨ªas la revisi¨®n del Acuerdo Marco Interconfederal (AMI).
Ante la sustancial diferencia existente entre las propuestas de ambas organizaciones (UGT solicita una banda salarial del 13% al 16%), la reuni¨®n qued¨® aplazada a las dos de la tarde de ayer hasta ma?ana, a las cuatro de la tarde. Este distanciamiento de posturas dificulta enormemente ahora la negociaci¨®n, aunque hasta el momento no parece amenazar ruptura.La postura de la gran patronal ante estas negociaciones para la revisi¨®n del AMI fue explicada ayer tarde por los miembros de la comisi¨®n negociadora, a quienes presid¨ªa el secretario general de la CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas.
El responsable de relaciones sociolaborales de la CEOE, Arturo Gil, dijo que la oferta patronal de esa banda situada entre el 8% y el 12% est¨¢ calculada en los ¨ªndices de inflaci¨®n previstos por el Gobierno para 1981 (13,5%), a los que se acercan mucho los facilitados por la OCDE para Espa?a. A esa previsi¨®n se le descuenta la incidencia del componente energ¨¦tico (en torno al 1,5%-1,6%) y otros impuestos indirectos que modifican el IPC (estimados en un 0,4%-0,5%), y todo ello da una cifra final del 11,5%.
Ante estas previsiones, la CEOE ha elaborado una banda a la baja, por considerar que la experiencia del a?o pasado demuestra es suficientemente representativa; seg¨²n datos facilitados por los t¨¦cnicos patronales, en ese per¨ªodo el crecimiento real de salarios fue del 15,54%, es decir, un punto por encima del promedio establecido (14,5%), y est¨¢n convencidos de que este a?o suceder¨¢ algo similar.
Fueron demandados los convocantes al acto sobre qu¨¦ pasar¨ªa si las previsiones de inflaci¨®n realizadas por el Gobierno resultaran inferiores a la variaci¨®n real del IPC. Arturo Gil asegur¨® que los trabajadores corr¨ªan muy poco riesgo en ese sentido, puesto que cualquier error de c¨¢lculo quedar¨ªa subsanado mediante una cl¨¢usula de salvaguardia que garantice una revisi¨®n semestral autom¨¢tica de salarios, como se hizo para este a?o, y que est¨¢n dispuestos a suscribir esa cl¨¢usula.
Y justificaron igualmente su propuesta en que este a?o la patronal deber¨¢ asumir la reducci¨®n de cien horas en la jornada anual de trabajo -pactado en el AMI- y que supone otros 2,6 puntos de cara a la negociaci¨®n colectiva de este a?o.
Categ¨®rico rechazo de UGT
Al t¨¦rmino de a sesi¨®n matinal, la reacci¨®n de los representantes de UGT no se hizo esperar. Manuel Chaves asegur¨® que con esta propuesta la CEOE est¨¢ defendiendo la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, incluso por debajo de sus previsiones. Record¨® en este sentido que el porcentaje de aumento para los funcionarios es del 12,5%, seg¨²n establece la ley de Presupuestos Generales del Estado. Seg¨²n Manuel Chaves, en el mejor de los casos, los trabajadores del sector privado disfrutar¨¢n de un aumento inferior, lo que supone un claro agravio comparativo ?si se tiene en cuenta?, dijo, ?que ¨¦stos gozan de retribuciones medias superiores y que sus puestos de trabajo son estables?.
Otro miembro de la ejecutiva de la central, Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur, asegur¨® que la desindiciaci¨®n del IPC supone que los trabajadores pagar¨¢n dos veces los costes de la energ¨ªa: como consumidores y como trabajadores. Igualmente, argument¨® que si el a?o pasado reducir la inflaci¨®n en 0,5 puntos supuso un coste de 300.000 puestos de trabajo, son imprevisibles las consecuencias de una ca¨ªda de tres o cuatro puntos como pretende la CEOE. ?No nos podemos permitir que otros 500.000 trabajadores se integren este a?o en el desempleo?, dijo Zufiaur.
Arturo Gil, por su parte, explic¨® que no se debe entender tal agravio comparativo con los funcionarios, puesto que ¨¦stos llevan sufriendo desde hace tres a?os una limitaci¨®n de salarios que recorta su capacidad adquisitiva y que -en su opini¨®n- el Gobierno ha hecho muy bien en no recortarles m¨¢s ese incremento.
En opini¨®n del secretario de la CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, la negociaci¨®n se ha complicado por la estrategia de la UGT de mezclarlo todo y como consecuencia de la lucha por los espacios sindicales.
?UGT?, dijo, ?quiere negociar m¨¢s cosas adem¨¢s del tema salarial, y aunque la CEOE est¨¢ abierta a cuantos aspectos se consideren de inter¨¦s, como jubilaciones, horas extras o productividad, ¨¦stas deben ser objeto de negociaci¨®n complementaria o paralela, pero nunca deben interferir en los aspectos salariales, que son los que establece el AMI?.
En relaci¨®n al segundo aspecto, dijo que la CEOE apuesta por un determinado modelo sindical (que ahora est¨¢ triunfando si se tienen en cuenta los resultados electorales conocidos hasta ahora), pero que no va a intervenir en esa lucha de los sindicatos por llenar un determinado espacio. Preguntado sobre si USO negociar¨¢ o no la revisi¨®n del AMI, Cuevas dijo que la CEOE tendr¨¢ que llegar primero a un principio de acuerdo con la UGT, que fue la central que negoci¨® el AMI el a?o pasado; posteriormente, habr¨¢ que ofrec¨¦rselo a la USO, que se adhiri¨® a ¨¦l. ?Puesto que la USO y la UGT ocupan iguales aspectos sindicales, ser¨ªa l¨®gico?, dijo, ?que fueran ellos los que se pusieran de acuerdo. Pero como no es as¨ª, la obligaci¨®n patronal es contactar con todas las fuerzas sindicales que lo suscribieron y no descalificar a ninguna?.
Los representantes de la CEOE no quisieron definirse sobre qu¨¦ pasar¨ªa si los trabajadores acudieran a la conflictividad laboral como f¨®rmula de presi¨®n en las negociaciones. Tan s¨®lo comentaron que esa conflictividad dejar¨ªa sin sentido el contenido mismo del AMI y que entonces tendr¨ªa poco sentido revisarlo.
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