Alta inflaci¨®n y mayor desempleo, resultados de la econom¨ªa norteamericana en 1980
La econom¨ªa norteamericana termin¨® el a?o 1980 con unos resultados muy parecidos a los del a?o precedente -inflaci¨®n continuada y alto ¨ªndice de desempleo-, y la impresi¨®n general es que, de cara al a?o que acaba de iniciarse, las cosas tendr¨¢n que ponerse peor antes de que se inicie la ansiada recuperaci¨®n.
Con los ¨²ltimos datos sobre el estado general de la econom¨ªa, reci¨¦n salldos del Departamento de Trabajo, la inflaci¨®n norteamericana en 1980 se situ¨® en el 11,7%, rnientras que el ¨ªndice de desempleo alcanz¨® al 7.5% de la fuerza laboral. Estos resultados son ligeramente mejores que los presentados en 1979 -inflaci¨®n del 12,6%- en lo que respecta a los precios al consumo, pero la tasa de desocupaci¨®n en 1979 era considerablemente Inferior -tan s¨®lo un 6.1% en diciembre de dicho a?o.Los datos sobre el crecimiento del producto nacional bruto (PNB) todav¨ªa no son oficiales, pero despu¨¦s del aumento estimado del 4% en t¨¦rminos anuales del cuarto trimestre la impresi¨®n general de la econom¨ªa norteamericana presentara un crecimiento positivo del orden del 2%-3% en 1980. Esta cifra es ligeramente optimista, en opini¨®n de los analistas, sobre todo si se compara este resultado con los saldos que ofrecen las principales econom¨ªas occidentales.
En estas circunstancias, el presidente del Sistema Federal de la Reserva, Paul Voleker, se?al¨® esta semana, ante el Congreso norteamericano, que la nueva Administraci¨®n Reagan tendr¨¢ una oportunidad de oro. para ?poner a la econom¨ªa en la v¨ªa de la recuperaci¨®n?. Seg¨²n Voleker, los datos econ¨®micos del ¨²ltimo trimestre del a?o pasado han sido ligeramente positivos, y es responsabilidad del nuevo presidente electo, Ronald Reagan, ?convertirlos en definitivos a lo largo del nuevo a?o?,
Pero m¨¢s pesimista que esta opini¨®n ha sido la del propio equipo econ¨®mico de? nuevo presidente. En un informe presentado esta semana a Reagan, sus asesores econ¨®micos le advierten que ?la situaci¨®n heredada del presidente Carter es mucho m¨¢s d¨¦bil de lo que se pensaba durante la campa?a electoral?, y, en consecuencia, ?costar¨¢, mucho m¨¢s de lo imaginado restablecer sus condiciones?.
Aunque a todas luces existe mucho trasfondo pol¨ªtico y de exculpaci¨®n en estas opiniones, el equipo econ¨®mico de Reapan ya advierte que muchas de las promesas clectorales, sobre todo las que se refieren a los recortes fiscales y reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario, tendr¨¢n que aplazarse para mejor ocasi¨®n, quiz¨¢ no antes del pr¨®ximo ejercicio fiscal.
El problema de los tipos de inter¨¦s
El primer obst¨¢culo que se presenta a una pol¨ªtica econ¨®mica efectiva de recuperaci¨®n es la escalada de los tipos de inter¨¦s. El prime rate, o tipo de inter¨¦s preferente, que cargan los bancos a los clientes m¨¢s favorecidos, se encuentra, en estos momentos, en el 20%. Con el dinero tan caro, los planes de inversi¨®n de las empresas, especialmente aquellas que necesitan procesos acelerados de reconversi¨®n, son m¨¢s dif¨ªciles de concretar y, sobre todo. de financ¨ªar. Como resultado, muchas inversiones se retrasan en espera de mejores tiempos.El problema se plantea, en este frente, en la dificultad de predecir cu¨¢ndo se va a producir la desescalada en el coste del dinero. En este sentido, los expertos estiman que ser¨¢ dif¨ªcil calcular cu¨¢ndo el coste de dinero volver¨¢ a sus niveles l¨®gicos, entre el 10% y el 14%, precisamente despu¨¦s de que el a?o 1980 haya conocido unos vaivenes sin precedente., en el nivel del tipo de inter¨¦s.
Un segundo factor de incertidumbre sigue siendo, como ya ocurri¨® en el a?o anterior, el encarecimiento del petr¨®leo. S¨®lo la subida de los precios de los crudos decidida por la OPEP en su ¨²ltima reuni¨®n de Ball (Indonesia) tendr¨¢ una repercusi¨®n de casi un punto sobre el crecimiento del PNB en el a?o 1981. As¨ªmismo las posibilidades de equilibrio de la balanza exterior estadounidense se ver¨¢ dificultada y la repercusi¨®n sobre los precios internos puede ser asimismo del orden del punto.
Ante estas perspectivas s¨®lo falta clarificar la orientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica del nuevo equipo econornico que entrara en Washington con la nueva Administraci¨®n el pr¨®ximo 20 de enero. Aparte de las formulaciones filos¨®ficas, los expertos estiman que muchas de las propuestas revolucionarias del equipo Reagan tendr¨¢n que aplazarse para los proximos anos, y no s¨®lo por los inconvenientes institucionales, tales como la reforma de un presupuesto ya presentado y elaborado por la Administraci¨®n anterior.
No obstante, en c¨ªrculos econ¨®micos internacionales se espera con ansiedad el anuncio y detalles del llamado programa econ¨®mico comprensivo, que la nueva Administraci¨®n Reagan se ha coniprometido a presentar ante el Congreso durante las primeras sernanas de su mandato. De ¨¦l, se estima, no s¨®lo depende la salud de la econom¨ªa norteamericana, sino tambi¨¦n la orientaci¨®n de los planes econ¨®micos de los principales pa¨ªses occidentales.
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