El Madrid, afortunado semifinalista europeo
Primeras partes nunca fueron buenas. Al menos en el Bernab¨¦u. El Madrid le ha tomado querencia supersticiosa a jugar contra la porter¨ªa sur, y s¨®lo es capaz de marcar goles en esa direcci¨®n. El Madrid, como el domingo ante el Betis, resolvi¨® el partido, que esta vez tiene el valor de las semifinales de la Copa de Europa, en una segunda parte m¨¢s emotiva que de buen f¨²tbol. La suerte no fue para el Spartak, que la busc¨®. Desperdici¨® cuatro ocasiones claras de gol. Tuvo el partido en sus manos y no supo adjudic¨¢rselo. El Madrid, pese al triunfo, mostr¨® tal serie de fallos que todo hace pensar que no tiene entidad suficiente para encarar con ¨¦xito la parte fija al del torneo.Si Juanito no hubiera intentado llegar con el bal¨®n al ¨¢rea contraria en h¨¢biles caracoleos, habr¨ªa que decir que el Madrid jug¨® sin delanteros; si Stielike, pese a no repetir el encuentro del domingo, no hubiera puesto el genio suficiente para empujar el medio campo, habr¨ªa que confesar, con rubor, que el madrid se ha quedado sin centrocampistas; como Garc¨ªa Reni¨®n actu¨® de forma providencial, hay que convenir que la importancia de los porteros es muy superior a la que habitualmente se les concede Isidro, el cuarto protagonista, quiz¨¢ el primero por su oportunidad en los goles, fue por una vez el talism¨¢n de Boskov. Talism¨¢n inesperado que, seguramente, le concede, de cara al p¨²blico, el respeto que nunca se le ha tenido.
En el primer tiempo, el Madrid fue alma en pena. No perdi¨® en ese per¨ªodo la eliminatoria porque la punter¨ªa de los jugadores rusos fue nula y porque Garc¨ªa Rem¨®n anduvo siempre presto, oportuno y providencial. El equipo moscovita se situ¨® en el terreno de juego mucho mejor que el Madrid. Dej¨® s¨®lo dos hombres delante: Shvezoy y Rudionov, pero cont¨® siempre con que Hess entr¨® por la izquierda sin que nadie le marcara, y con Gavrolov, al que tampoco le pusieron trabas en sus incursiones. Con s¨®lo dos delanteros aut¨¦nticos, el Spartak fue m¨¢s peligro so que el Madrid. El Spartak mostr¨® buenas maneras y una fortaleza f¨ªsica envidiable. El centro del campo fue suyo porque impuso un tempo al que no llegaban los instrumentistas madridistas. Del Bosque estuvo lento y el p¨²blico no le perdon¨® ni un solo movimiento en falso. Garc¨ªa Hern¨¢ndez tampoco fue brillante en sus acciones, y todos los ensayos hacia el marco los hizo con la pierna derecha, que no es la buena. Del Bosque y Garc¨ªa Hern¨¢ndez perdieron alg¨²n bal¨®n por no o¨ªr los pasos del contrario que llegaba por detr¨¢s. Les sucedi¨® lo que a Netzer en su primer ano del Madrid. En el juego tambi¨¦n hay que aguzar el o¨ªdo. O al menos se debe presentir la aparici¨®n del contrario.
Un remate de cabeza de Pineda a la salida de un c¨®rner propici¨® la ¨²nica ocasi¨®n de gol del Madrid en este primer per¨ªodo El bal¨®n se estrell¨® en la madera y todo qued¨® en nada. El Madrid, que era incapaz de avanzar un par de metros tras varios pases seguidos, cambi¨® de estilto en el segundo per¨ªodo. Del abuso de bal¨®n bombeado, treta in¨²til ante un portero con talla de pivot baloncest¨ªstico, se pas¨® a un ritmo m¨¢s vivo, aunque tampoco excesivamente ingenioso, en la concepci¨®n de la jugada, Juanito lo intent¨® todo y a veces se hart¨® de bal¨®n, pero la fortuna. comenz¨® a sonre¨ªr a quien menos la hab¨ªa merecido por las oportunas intervenciones de Isidro, jugador que se escap¨® del suspenso de la mayor¨ªa porque resolvi¨® el partido, que no es poco.
El Spartak jug¨® bien el bal¨®n, fue r¨¢pido y realiz¨® un f¨²tbol ordenado y de conjunto. Fall¨® cuatro veces decisivas y se encontr¨® con una derrota casi impensada. Hasta el primer tanto se oli¨® a pr¨®rroga.
El Madrid debi¨® satisfacer a la parroquia porque triunf¨®, pero su f¨²tbol fue decepcionante. Algunos de sus hombres no dan la talla para el primer equipo del Madrid, y en Copa de Europa se les nota en exceso su bajo nivel. El Madrid necesita una renovaci¨®n a fondo. De pronto se ha encontrado con varios suplentes en la alineaci¨®n titular. Algunos veteranos han entrado ya en la cuesta abajo. Ninguna de sus l¨ªneas ofrece suficiente garant¨ªa para acometer el triunfo final en la Copa de Europa. Llegar a las semifinales ha sido todo un ¨¦xito.
El p¨²blico del Bernab¨¦u retirar¨¢ antes de tiempo a Del Bosque. El veterano centrocampista se les ha atragantado a los. espectadores y se ha convertido ya en v¨ªctima propiciatoria cada vez que el equipo no funciona. De? Bosque es jugador de gran calidad y todav¨ªa puede mantener el tipo dignamente. En cambio, hay jugadores de los que es imposible extraer una nota brillante, y el p¨²blico les tolera. Aunque bien es cierto que ayer hubo momentos -con el empate- en los que se masc¨® la bronca general.
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