No hay salida a la crisis del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n
La crisis del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n no tiene soluci¨®n, a la vista de la actitud de los distintos grupos parlamentarios. Esta es la impresi¨®n recogida entr¨¦ algunos corporativos, despu¨¦s de los graves incidentes y enfrentamientos verbales que desembocaron en la suspensi¨®n del pleno convocado el viernes, a ¨²ltima hora de la tarde.
Desde que se constituyeron los ayuntamientos democr¨¢ticos, hace poco m¨¢s de dos a?os, tres de cada cuatro plenos de la Corporaci¨®n donostiarra han tenido que ser suspendidos o han finalizado de forma irregular. De los veintisiete concejales, han dimitido por diversas razones una docena.Los incidentes del viernes comenzaron apenas se hab¨ªa abierto la sesi¨®n, y su desarrollo s¨®lo permiti¨® aprobar el acta del pleno anterior, antes de que el alcalde, Jes¨²s Mar¨ªa Alcain, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), diera por terminada la reuni¨®n.
En el orden del d¨ªa figuraban temas a los que se concede gran importancia, como el ap¨¦ndice territorial del barrio de Amara o el campo de f¨²tbol que la Real Sociedad desea construir en Zubieta.
Sin embargo, los concejales de Herri Batasuna (HB) quisieron dar lectura a un escrito en el que protestaban porque el alcalde no hubiera incluido mociones propuestas por su grupo, relativas a las peticiones de extradici¨®n de supuestos integrantes de organizaciones terroristas y a la solidaridad con Irlanda y Andaluc¨ªa, acogi¨¦ndose a un decreto de la propia alcald¨ªa.
Alcain, visiblemente nervioso, prohibi¨® la lectura del escrito y orden¨® al secretario que la discusi¨®n que iba subiendo de tono, no se reflejara en acta. F¨¦lix Soto, portavoz de HB, entr¨® en el debate, y el alcalde le indic¨® que no le hab¨ªa concedido el uso de la palabra, a lo que Soto replic¨® que tampoco se lo hab¨ªa pedido, ni lo har¨ªa hasta que se comportara como un dem¨®crata.
Despu¨¦s de una suspensi¨®n de diez minutos, se reanud¨® el enfrentamiento, jaleado por el p¨²blico. Los concejales de la coordinadora independiente (UCD) y de Euskadiko Ezkerra (EE), as¨ª como la mayor¨ªa de los socialistas, optaron por abandonar la sala. La tensi¨®n aument¨® cuando un concejal del PNV, Mart¨ªn Elizasu, fue desafiado por otro de HB a expresar ante los micr¨®fonos lo que estaba murmurando. Elizasu, en efecto, dijo a Soto, de HB, que ?me das n¨¢useas?, a lo que ¨¦ste replic¨® que se sent¨ªa honrado, viniendo de quien ven¨ªa.
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