Casi de perlas
Larra, que sab¨ªa un rato de aquello y, en consecuencia, de esto, afirmaba que la gran palabra de este pa¨ªs era la palabra casi: unas casi instituciones reconocidas por casi toda la naci¨®n; conmociones aqu¨ª y all¨ª casi parciales; un odio casi general o unos casi hombres que casi s¨®lo existen ya en Espa?a, casi siempre regida por un Gobierno de casi median¨ªas; una esperanza casi segura de ser casi libres alg¨²n d¨ªa; muchos tipos casi ineptos, una casi ilustraci¨®n repartida por todas partes... S¨®lo le falt¨® entrever, para sacar matr¨ªcula de vigencia, unas fiestas casi de perlas.A la hora de un madrugador balance, las palabras prof¨¦ticas de Tierno, enfrentadas al espejo nada rom¨¢ntico del costumbrismo democr¨¢tico, casi se desvanecen ante los hechos: ?Yo creo que cada vez van a ser unos festejos m¨¢s claramente castizos. Lo que queremos es que cuando la gente diga "Voy a las fiestas de Madrid" sepa que, efectivamente, hay algo que las califica como t¨ªpicamente madrile?as. Y este ser¨¢ su futuro?.
El presente no ha dejado casi ni el menor fruto de sospecha sobre el so?ado porvenir. Pero casi se borda el tipismo durante las primeras jornadas, cuando Gloria Gaynor, Juan Carlos Calder¨®n, Bobby Vinton y Alberto Cortez tuvieron que actuar en un Palacio d¨¦ los Deportes casi vac¨ªo. Casi la misma deserci¨®n conocieron Miky y Los Salvajes, aunque no es cosa de lamentarla en el caso de Los Pekenikes. Por fortuna, y a la vista de la desorganizaci¨®n reinante, Enrique Moral empez¨® a poner parches casi milagrosos. Y, desde el llenazo obtenido con los de la Nueva Trova Cubana, casi todo ha ido sobre ruedas.
Casi todo. Porque con las latas de cerveza le han zumbado a m¨¢s de uno. Porque Tina Turner casi se queda sin cantar a causa del sonido. Porque el esperado Chubby Checker lleg¨® tarde, mal y, sobre todo, nunca. Porque lo del tipismo ha sido un amapolado fantasma, a excepci¨®n de la verbena casi permanente en la Chopera del Retiro, donde ha reinado el olor a fritanga y chocolate, si bien casi era mejor prescindir, en adelante de los conjuntos musicales o contratar a la orquesta de Chupaligas, pues all¨ª no hay tuberculoso capaz de escuchar ni una nota ilesa.
Sin un festival de folklore castellano y la adivinada presencia de Olga Ramos, casi no sabr¨ªamos por d¨®nde hincarle el diente a lo castizo. Pero acaso Madrid sea ya eso, su tipismo radique en no tener nada espec¨ªfico, ser un caj¨®n de sastre donde Tina Turner resulte m¨¢s madrile?a, por supuesto, que mi admirado Luis Eduardo Aute. De todas formas, los festejos musicales han sido generosos a la hora de acercarnos glorias fondonas de ultramar, resurrectos grupos sesenta?eros y pat¨¦ticos nuevaoleros.
Por lo dem¨¢s, un despliegue casi perfecto. En a?os venideros, con las barbas ya remojadas en el casi del hoy, ?que no pare la m¨²sica!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.