El regreso del ¨²ltimo exiliado

La llegada del Guernica, de Pablo Picasso, es mucho m¨¢s que la recuperaci¨®n de una monumental obra de arte: es el regreso de un s¨ªmbolo. Y, afortunadamente, no ya un s¨ªmbolo de la violencia, sino un signo vivo de la reconciliaci¨®n de los espa?oles.Nacido en tiempos de muerte y desgarramiento, el Guernica, muy por encima de las mismas ideas de su autor, es un grito contra toda violencia, una protesta contra toda opresi¨®n, un alarido contra la guerra y la muerte. Exactamente todo eso que los espa?oles hemos dejado atr¨¢s y estamos decididos a que nunca se repita.

Su vuelta -y el reconocimiento que con ello han hecho los dirigentes del museo neoyorquino que le hosped¨® hasta ahora- es tambi¨¦n un s¨ªgno vivo de la libertad y la democracia restauradas en nuestro pa¨ªs y reconocidas por el mundo entero. Es, podr¨ªamos decir, el ¨²ltimo exiliado que regresa, el ¨²ltimo trozo de la Espa?a com¨²n que vuelve a casa.

Picasso so?¨® muchas veces que un d¨ªa vendr¨ªa con Malraux a la fiesta de la restauraci¨®n de la democracia en Espa?a. Vuelve ahora, no ya en persona, sino con la m¨¢s famosa y conocida de sus obras. ( ... )

10 de septiembre