Carlos Alonso Zald¨ªvar: "Optamos por perder el puesto y defender nuestra dignidad"
?Salimos de la reuni¨®n con pena, pero con dignidad. Porque se nos puso en la tesitura de optar entre perder el puesto o la dignidad?. coment¨® a EL PAIS Carlos Alonso Zald¨ªvar, refiri¨¦ndose a la reuni¨®n del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de Espa?a, que concluy¨® en la madrugada de ayer con la expulsi¨®n de seis de sus miembros -entre los que se encuentra el propio Zald¨ªvar-. La decisi¨®n se debe a que, seg¨²n el ejecutivo, el escrito de rectificaci¨®n redactado por Pilar Brabo, Manuel Azc¨¢rate, Julio Segura, Jaime Sartorius, Pilar Arroyo y el propio Zald¨ªvar no constituye una verdadera rectificaci¨®n de su actitud, sino una explicaci¨®n de su postura.
Ninguno de los seis miembros del Comit¨¦ Central que fueron expulsados ayer de este ¨®riano m¨¢ximo piensa abandonar su militancia en el partido, seg¨²n declararon ayer a este peri¨®dico. La sesi¨®n celebrada en la sede del PCE fue calificada por los seis miembros del Comit¨¦ Central expulsados como de muy ?dura? y de ?experiencia amarga? por Manuel Azc¨¢rate, el m¨¢s veterano de todos ellos. Manuel Azc¨¢rate, con algo m¨¢s de veinte a?os de militancia en el Comit¨¦ Central y veintisiete en el partido, en el que ingres¨® a los diecisiete a?os, se?al¨® a este peri¨®dico: ?Mi situaci¨®n actual es de tristeza y amargura, sobre todo por la imagen negativa que da del partido este procedimiento tan absurdo y anacr¨®nico con que se nos excluye del Comit¨¦ Central?.Tanto Pilar Brabo, que calific¨® la decisi¨®n del Comit¨¦ Central de ?acto precipitado y sin reflexi¨®n?, como Carlos Alonso Zald¨ªvar y el propio Manuel Azc¨¢rate coincidieron en se?alar la actitud favorable a la resoluci¨®n del conflicto de un amplio sector del Comit¨¦ Central y en concreto de Nicol¨¢s Sartorius y Marcelino Camacho. Por el contrario, se refirieron a la actitud de Santiago Carrillo y Jalme Ballesteros como exponente de una voluntad de expulsi¨®n, previa incluso a la celebraci¨®n de la conferencia de Roberto Lertxundi y Mario Onaind¨ªa el d¨ªa 5 de noviembre en Madrid.
Flexibles como el l¨¢tigo
Carlos Alonso Zald¨ªvar contest¨® a la intervenci¨®n de uno de los miembros del Comit¨¦ Central favorable a la expulsi¨®n de los seis renovadores, en la que se hac¨ªa un paneg¨ªrico de la flexibilidad actual de dicho ¨®rgano del partido, sentenciando que, en efecto, tal cosa era cierta, aunque se trataba de ?la flexibilidad del l¨¢tigo?. Para Zald¨ªvar es incomprensible la actitud sectaria e incluso provocadora del comit¨¦ provincial de Madrid, que ?el d¨ªa 28 de octubre pidi¨® por el procedimiento pertinente mi expulsi¨®n del Comit¨¦ Central, y todo ello sin advertirme, porque de todo esto me he enterado muy recientemente?.Las f¨®rmulas conciliadoras e integradoras de las corrientes eurocomunistas en el seno del PCE eran para Zald¨ªvar mayoritarias en el Comit¨¦ Central, aunque la fuerza de convicci¨®n personal de algunos de sus miembros, evidentemente de Santiago Carrillo, habr¨ªan inclinado la balanza en el sentido de la expulsi¨®n de los seis miembros del Comit¨¦. Expulsi¨®n que para Carlos Alonso Zald¨ªvar no presagia nada bueno, ya que ?Carrillo se equivoc¨® en el X Congreso y se volvi¨® a equivocar ayer?.
Pilar Brabo, que ingres¨® en el partido en 1965 considera que la actitud manifestada por la direcci¨®n ante la crisis abierta en el Partido Comunista de Euskadi, en la que se han sucedido las sanciones contra amplios sectores favorables a Lertxundi, y que ha tenido como ¨²ltima consecuencia la expulsi¨®n de los seis miembros del Comit¨¦ Central, ?rompe por completo la trayectoria de nuestro partido?. Para la diputada comunista, la militancia del PCE que ingres¨® en el mismo en los a?os sesenta y setenta ha conocido una trayectoria democr¨¢tica, que no se corresponde con la actitud manifestada en los ¨²ltimos problemas del partido.
Otra opini¨®n profundamente enraizada en los expulsados es la de situar esta decisi¨®n, que les aparta del ¨®rgano de direcci¨®n m¨¢ximo, en un contexto de medidas con las que la direcci¨®n del partido pre tende enterrar, de alg¨²n modo, los verdaderos problemas planteados en su seno.
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