El Rey don Juan Carlos, invitado de honor en la celebraci¨®n de la fiesta nacional de la India
La vieja y milenaria India conmemor¨® ayer el 32? aniversario de la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica con un vistoso y colorista desfile militar, digno de las mejores p¨¢ginas de Rudyard Kipling, al que asisti¨® como invitado de honor el rey de Espa?a, don Juan Carlos de Borb¨®n. Durante las dos horas de duraci¨®n del acto, los centenares de miles de asistentes se sintieron transportados a los d¨ªas m¨¢s fastuosos del imperio brit¨¢nico. No s¨®lo los uniformes, las voces de mando, los saludos militares correspond¨ªan a la ¨¦poca, sino que, para recordarlo, all¨ª estaban los veteranos de guerra desfilando en lugar privilegiado y luciendo, en lugar destacado de sus guerreras, la Victoria Cross, la m¨¢s alta condecoraci¨®n del imperio.
Como en una escena de una superproducci¨®n de Cecil B. de Mille, all¨ª estaban los lanceros bengal¨ªes, los regimientos de Gurkhas -dos de cuyos miembros pertenecen al grupo de nueve supervivientes que todav¨ªa ostentan la Cruz Victoria-, los batallones de los feroces Sikhs, la famosa polic¨ªa territorial que guarnece la frontera con el Tibet cabalgando en camellos adornados con pieles de tigre. Hasta la m¨²sica militar denotaba la antigua presencia brit¨¢nica en el subcontinente, y cada regimiento iba precedido por una secci¨®n de gaitas escocesas.S¨®lo la presencia de los tanques Chieftain o de la moderna artiller¨ªa y misiles SS-11, de fabricaci¨®n sovi¨¦tica, retornaban a los espectadores al mundo moderno y hac¨ªan olvidar la ¨¦poca del raj brit¨¢nico, de la reina Victoria, India imperatrix; de Disraeli o, en los tiempos m¨¢s modernos, de lord Mountbatten of Burma, ¨²ltimo virrey de este pa¨ªs.
Puntualidad brit¨¢nica -el desfile comenz¨® a las diez en punto y termin¨® matem¨¢ticamente dos horas m¨¢s tarde, de acuerdo con el programa-, orden perfecto y marcialidad impecable marcaron el paso de las tropas, que saludaban y presentaban armas a la voz de mando, al pasar ante la tribuna de honor, donde se encontraban el presidente de la Rep¨²blica, Reddy, y el Rey de Espa?a, vestido con uniforme de gala de capit¨¢n general del Ej¨¦rcito espa?ol.
El material desplegado era una combinaci¨®n brit¨¢nica y sovi¨¦tica, con incrustaciones nacionales, como el helic¨®ptero Cheetak, fabricado en la India con licencia Alouette francesa. Aparte de los misiles y artiller¨ªa antia¨¦rea sovi¨¦ticos, el Ej¨¦rcito tambi¨¦n despleg¨® el lanzacohetes Katiuska y la artiller¨ªa de 130 mil¨ªmetros, tambi¨¦n de fabricaci¨®n rusa.
Un Ej¨¦rcito poderoso
Las fuerzas armadas indias, unas de las m¨¢s poderosas del continente asi¨¢tico, est¨¢n formadas por 1.200.000 hombres, de los que 800.000 pertenecen al Ej¨¦rcito de Tierra. Su presupuesto de defensa para el actual ejercicio asciende a 5.120 millones de d¨®lares. A pesar de que la India es uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de la Tierra, con una renta per c¨¢pita estirnada en 1978 en s¨®lo 180 d¨®lares por habitante y a?o, el Gobierno de Nueva Delhi no descuida el rearme de sus fuerzas armadas, obligado, seg¨²n dice, por la potencial amenaza que representan sus vecinos, China y Pakist¨¢n, pa¨ªs este ¨²ltimo que suscita los m¨¢ximos recelos entre los responsables indios, especialmente tras conocerse la sustancial ayuda americana al r¨¦gimen de Islamabad, calculada en 3.000 millones de d¨®lares.El propio presidente indio, Reddy, hizo referencia a estas preocupaciones indias en el discurso pronunciado durante la cena oficial ofrecida a los Reyes el pasado lunes, cuando manifest¨® que "nuestra regi¨®n amenaza con convertirse en un teatro de confrontaci¨®n entre las grandes potencias". Igual preocupaci¨®n mostr¨® la primera ministra Indira Gandhi en su alocuci¨®n al pa¨ªs, con motivo de la celebraci¨®n del D¨ªa de la Rep¨²blica. "La adquisici¨®n de armamento sofisticado por parte de Pakist¨¢n", dijo la se?ora Gandhi, "supone un nuevo reto para la India, ya que todo el pa¨ªs se encuentra ahora bajo el radio de acci¨®n de la aviaci¨®n. En estos momentos", a?adi¨®, "no nos podemos permitir ignorar nuestra defensa, debido al aumento de la militarizaci¨®n que se observa en nuestros pa¨ªses vecinos".
Hay que se?alar a este respecto que la delegaci¨®n espa?ola ha podido comprobar en sus conversaciones con los indios "una verdadera obsesi¨®n" con relaci¨®n al Pakist¨¢n, pa¨ªs con el que la India ha mantenido varios conflictos armados en el pasado, principalmente a causa del litigio sobre Cachemira. Este Estado, asignado a la Uni¨®n India en la partici¨®n brit¨¢nica de 1947, cuenta con mayor¨ªa musulmana y ha sido reclamado desde entonces por Pakist¨¢n. Precisamente, el rearme paquistan¨ª por parte de los americanos ha sido el causante de que la India se vaya inclinando cada vez m¨¢s en sus suministros militares hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica, inclinaci¨®n que le ha causado una p¨¦rdida de prestigio en el Movimiento de Pa¨ªses No Alineados, fundado precisamente por Jawaharlal Nehru, padre de Indira, junto a Mao, Tito, Nasser y Sukarno.
El rearme indio constituye una de las muchas contradicciones que se observan en el pa¨ªs, donde todav¨ªa existe una gran tradici¨®n pacifista arrastrada desde los tiempo del Mahatma Gandhi. Junto a una tecnolog¨ªa avanzada, que le ha permitido ya explosionar una bomba at¨®mica subterr¨¢nea, la India posee una de las poblaciones rurales y urbanas m¨¢s pobres del mundo. Mientras el pa¨ªs se encuentra situado en el d¨¦cimocuarto lugar en el r¨¢nking industrial del mundo, una gran parte de su poblaci¨®n duerme en campos y parques p¨²blicos, envueltos en mantas, por carecer de habitaci¨®n.
Los Reyes asistieron, a ¨²ltima hora de la tarde de ayer, a una recepci¨®n en la Embajada de Espa?a, donde tuvieron ocasi¨®n de departir con los miembros de la colonia espa?ola en Delhi, entre los que se encontraban religiosos y religiosas de nuestro pa¨ªs que prestan una encomiable labor en la India. Hoy, el ¨²nico acto pol¨ªtico previsto es un almuerzo ofrecido por la primera ministra en honor de los Monarcas espa?oles, al que tambi¨¦n asistir¨¢n el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, y el resto de los miembros de la delegaci¨®n.
Posibles acuerdos bilaterales
P¨¦rez-Llorca ha mantenido conversaciones con su colega indio, Rao, y ambos ministros han expresado su esperanza de que el futuro de las relaciones hispanoindias se plasme en resultados concretos. El m¨¢s importante de estos resultados, como se?alaba ayer la Prensa de la ma?ana de Delhi, puede ser la compra por parte del Gobierno indio de m¨¢s de cien aviocares, aunque otros competidores, principalmente franceses y canadienses, presionan para que el contrato se resuelva a su favor.Un convenio de cooperaci¨®n cultural y tur¨ªstica entre ambos pa¨ªses est¨¢ pr¨¢cticamente concluido, y se espera que pueda ser suscrito en el curso de las pr¨®ximas semanas.
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