La desaparici¨®n de un gran banco
Ante el prop¨®sito del Gobierno de hacer desaparecer el Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n, el autor critica esta medida y recuerda la eficaz trayectoria de esta instituci¨®n, que facilit¨® cr¨¦ditos baratos a personas y empresas, estimulando la inversi¨®n en viviendas (un mill¨®n de pisos) y en construcciones navales (3.000 embarcaciones).
El Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n (BCC), como familiarmente se le denomina, y digo familiarmente porque gracias a esta instituci¨®n miles de familias han podido adquirir un hogar digno, quieren hacerlo desaparecer de una forma no s¨®lo dictatorial, sino tambi¨¦n, y acaso, no muy legal. En efecto, el pasado 15 de enero el Consejo de Ministros tom¨® el acuerdo de hacer desaparecer el BCC. Sus actividades ser¨¢n escindidas y repartidas: por un lado, las relativas al cr¨¦dito a la construcci¨®n de viviendas ser¨¢n absorbidas por el Banco Hipotecario de Espa?a, SA, y las concernientes al sector naval, por el Banco de Cr¨¦dito Industrial, SA, ambas entidades oficiales de cr¨¦dito, al igual que lo es el BCC.El caminar del BCC se puede resumir muy brevemente diciendo que es el ¨²nico banco dedicado a facilitar el acceso a la vivienda a las clases m¨¢s modestas del colectivo nacional, dadas las condiciones de sus pr¨¦stamos; la financiaci¨®n de las l¨ªneas de cr¨¦dito para la adquisici¨®n de viviendas subvencionadas y de renta limitada se tramitaron a unos tipos de inter¨¦s que abarcan una banda desde el 3% o 4% anual al 8,5% anual los m¨¢s recientes y a unos plazos que se concretan entre los quince y los cincuenta a?os. En la actualidad, los cr¨¦ditos son concedidos al 11% de inter¨¦s anual y a unos plazos de quince o dieciocho a?os. Acaso el lector que no conozca en profundidad las funciones de este organis mo quede un poco extra?ado y se pregunte: ?Pero cu¨¢ntas viviendas financiadas en estas condiciones? Pues nada menos que cerca del mill¨®n de pisos financiados en las condiciones expuestas desde su creaci¨®n; por consiguiente, m¨¢s de cinco millones de personas se han visto beneficiadas por la actuaci¨®n del BCC.
El inter¨¦s de la industria naval
Pero no s¨®lo el sector vivienda ha sido preocupaci¨®n vital del BCC, tambi¨¦n el sector naval. Sin temor a equivocarme, puedo decir que la industria naval, pesquera o de transporte, en su m¨¢s amplio concepto, existente hoy en Espa?a se debe a la colaboraci¨®n del BCC. Nuestro banco ha financiado la construcci¨®n, adecuaci¨®n y puesta al d¨ªa de nuestra flota, con pr¨¦stamos al 2% de inter¨¦s anual y con reembolso en veinte a?os, los, primeros que se otorgaron, hace m¨¢s de cuarenta a?os, hasta los actuales, a tipos del 8% y 11% anual, a reintegrar en quince a?os. Gracias al apoyo del BCC han surcado los mares m¨¢s de 3.000 barcos ondeando nuestra bandera, dando trabajo a miles de hombres del mar y trayendo a nuestras costas toneladas de pescado o transportando elementos imprescindibles para nuestro consumo, pasando por el petr¨®leo.
Los intentos de desvitalizar al BCC no son nuevos; ya en el a?o 1971 hubo un intento, felizrriente abortado, de hacer desaparecer la entidad, pero en aquellas ¨¦pocas se luch¨®, se arriesg¨®; en definitiva, se defendi¨® la continuidad del banco con los mismos argumentos que hoy ser¨ªan v¨¢lidos; se convencieron los poderes p¨²blicos de la barbaridad que se quer¨ªa propiciar desde el Gobierno.
El procedimiento que en aquellos momentos quiso arbitrarse fue distinto al actual; entonces fue sometida la propuesta al pueblo, quien la rechaz¨®. Hoy, por el contrario, se pretende hacer contraviniendo los m¨¢s elementales sistemas democr¨¢ticos, cual es el refrendo del Parlamento. Hay que decir que el BCC -en su estado jur¨ªdico actual- est¨¢ creado por ley discutida, planteada y ratificada por los representantes del pueblo. Pues bien, de forma unila.teral planteada por el Gobierno que nos ha tocado a todos padecer, se quiere sibilinamente, y med¨ªante dict¨¢menes instados por horribres del Gobierno, saltarse todo a la torera y, sin logica alguna, desintegrar el organismo de m¨¢s limpia trayectoria.
Yo quiero imaginar, y en esa confianza estoy, que la oposici¨®n, tan fuerte o m¨¢s hoy d¨ªa que el propio Gobierno, reaccione, y esperemos que los procedimientos democr¨¢ticos valgan, de cuando en cuando, para algo.
Se han dado razones fundamentadas parajustificar la existencia y continuidad del BCC; m¨¢s a¨²n, se han dado razones de procedirniento para evitar el plumazo, que no encaja en los esquemas actuales. Si la defensa de los valores justifica la presencia del hombre, seamos leales y defendamos la justicia como aproximaci¨®n creciente a la libertad. El tema debe continuar.
es censor jurado de cuentas. Jefe de secci¨®n del Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n.
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