Telef¨®nica y las el¨¦ctricas salvaron el ¨ªndice
Por los pelos se salv¨® el ¨ªndice de la bolsa madrile?a de reflejar una nueva p¨¦rdida en sus posiciones. Por los pelos y por la ayuda que prestaron a la empresa los valores el¨¦ctricos y, c¨®mo no, Telef¨®nica. La verdad es que la reuni¨®n volvi¨® a resultar carente de inter¨¦s y s¨®lo la discreta y creciente firmeza que se apreciaba en los corros el¨¦ctricos merece ser destacada.Posiblemente la apreciable importancia que presentaban los flujos compradores de acciones el¨¦ctricas hubieran generado, en otra ocasi¨®n, mejoras en las cotizaciones, m¨¢s abultadas de las que ayer se reflejaban, pero los operadores actuaban en los corros con una notable timidez, como si no se terminasen de creer que, al fin, contaban con partidas compradoras o quiz¨¢ como si los ordenantes no tuviesen mayor deseo de provocar subidas en los precios de estas acciones.
El origen de la floreciente demanda para estos t¨ªtulos lo sit¨²an algunos especialistas en el trasvase de dinero que se est¨¢ produciendo a partir de las ventas de acciones bancarias. Las cotizaciones de los bancos contin¨²an acusando una presencia preocupante de vendedores, que adem¨¢s va en aumento. Los saldos de venta para el conjunto de los siete grandes en el mercado madrile?o superaron ligeramente los 170.000 t¨ªtulos, correspondiendo la cifra m¨¢s abultada a Banesto, que contaba con 67.635 acciones como diferencia entre las ¨®rdenes de venta y las de compra, en favor de las primeras.
Parece como si las fuerzas vivas del mercado aceptasen como l¨®gico un deslizamiento en los precios de estos valores hasta situarlos en las inmediaciones del 300%, cota a la que ya se encuentran muy pr¨®ximos, por ejemplo, Popular e Hispino. En caso de ser cierta esta teor¨ªa, la estrategia l¨®gica ser¨ªa desprenderse de estas acciones a unos precios como los actuales e incluso superiores, conforme algunas instituciones han venido realizando desde hace semanas, y volver a comprar en la proximidad del citado 300%, para aprovechar la posibilidad de que se produzca una reacci¨®n m¨¢s o menos inducida como estrategia puramente defensiva por parte de las propias entidades. Esto, que en cualquier caso no pasa de ser una teor¨ªa, es la interpretaci¨®n que diversos especialistas le han querido ver a las dificultades con que est¨¢n topando las acciones bancarias para remontarse sobre sus precios actuales.
El sector que ayer representaba una mayor subida fue el de inversi¨®n, que, con ello, consolida su posici¨®n con diferencia sustancial sobre los precios al que inici¨® el presente ejercicio. En medios especializados se apunta la posibilidad de que estas sociedades est¨¦n cotizando operaciones financieras futuras, tipo disoluci¨®n o reducci¨®n de capital, ante los nuevos requisitos que les plantear¨¢ la pr¨®xima ley de entidades de inversi¨®n colectiva, que actualmente se encuentra en el Congreso. Si, como parece, se mantienen o se endurecen las normas contempladas en el proyecto de la citada ley, varias de estas sociedades podr¨ªan pasar al r¨¦gimen tributario com¨²n u optar por disolverse. Ante cualquiera de estos dos supuestos, y habida cuenta de que los activos de estas sociedades tienen normalmente un valor mayor que su propia cotizaci¨®n en bolsa, se presenta como un negocio aceptable su liquidaci¨®n, en funci¨®n de los valores liquidativos.
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