Juicio contra catorce implicados en el robo de 42 toneladas de leche en polvo desnaturalizada

Cuatro a?os despu¨¦s del descubrimiento del robo de 42 toneladas de leche en polvo desnaturalizada del puerto franco de Santander y que fueron desviadas de su destino para alimento de terneros seleccionados para el consumo humano, se inici¨® ayer el juicio contra las catorce personas implicadas, para las que el fiscal solicita un total de 69 a?os de prisi¨®n. Se prev¨¦ que el juicio se prolongue al menos durante tres d¨ªas, dado el n¨²mero de procesados, as¨ª como la complejidad del sumario, que consta de m¨¢s de mil folios.

En la ma?ana de ayer se inici¨® ante el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Santander la vista del juicio contra las personas implicadas en la sustracci¨®n y receptaci¨®n de determinadas cantidades de leche en polvo desnaturalizada, provenientes de los dep¨®sitos y almacenes del puerto franco santanderino. De los diecisiete procesados inicialmente, tres no comparecer¨¢n ante el tribunal: Angel Velasco y Antonio Crespo, por haberse beneficiado de la aplicaci¨®n del indulto, y Santiago Arenas, Arenas al haber fallecido pocos meses despu¨¦s de descubrirse el fraude.En la calificaci¨®n del ministerio fiscal destacan sendas peticiones de diecis¨¦is a?os de prisi¨®n para Santiago Elizagaray Ruiz y Godofredo Alv¨¦s Reigadas, acusados de varios delitos de robo y hurto, con el agravante de disponer de antecedentes penales. Alv¨¦s Raigadas, conocido por El Brasile?o, fue condenado anteriormente en nueve ocasiones por delitos contra la propiedad, compareciendo, precisamente, el martes pasado ante un juzgado santanderino para responder de su presunta participaci¨®n en un atraco y por quebrantamiento de condena, ya que en 1980 consigui¨® huir de la prisi¨®n provincial de Santander. Seg¨²n todas las fuentes consultadas por EL PAIS, el brasile?o, considerado delincuente habitual, fue uno de los principales responsables del transporte de la leche en polvo sustraida, para lo cual tuvo que contar, necesariamente, con m¨²ltiples e importantes complicidades. Estas son las que insistentemente se ha negado a desvelar, protagonizando un intento de suicidio en la comisar¨ªa de Santander, al ser detenido en febrero de 1978 y cuando estaba siendo interrogado.

La fuga de la prisi¨®n provincial santanderina de Alv¨¦s Raigadas, en la que, a pesar de su historial desempe?aba un cargo de confianza en el recinto exterior, as¨ª como su posible participaci¨®n en la colocaci¨®n de dos cartuchos de Goma-2, que no llegaron a explotar, al parecer de detonante, en las oficinas de la Hoja del Lunes de Santander en la primavera de 1979 y poco despu¨¦s de que el semanario de la Asociaci¨®n de la Prensa, dirigido entonces por Juan G. Bedoya, publicara el auto de procesamiento contra los implicados en el robo de la leche en polvo, no han podido ser, hasta el momento, aclarados.

El resto de los procesdos y las penas solicitadas por el ministerio fiscal son las siguientes: Francisco Arroyo Pla, ocho a?os; V¨ªctor Alonso Hermosa, seis a?os; Jes¨²s Gallego Zurita, cuatro a?os; Marino Enrique Haya, tres, a?os; Julio L¨¢zaro Alonso, dos a?os; Alfonso Piris L¨®pez-D¨®riga, un a?o, y penas menores para el resto de los encausados, Agust¨ªn Santamar¨ªa del R¨ªo, Fidel Pe?a, David Montes Herbosa, Dionisio Mart¨ªn Guti¨¦rrez y Luis Mart¨ªnez Ruiz. Entre los implicados se encuentran transportistas, industriales de la alimentaci¨®n y personas relacionadas con el movimiento de mercanc¨ªas en el puerto.

En el sumario se cifra en 42 toneladas de leche en polvo desnaturalizada el montante de lo robado entre 1976 y 1978 de los almacenamientos del puerto franco de Santander y posterior venta a diversos industriales -queseros, fabricantes de magdalenas, sobaos, etc¨¦tera-. No obstante, fuentes del puerto consideran que las cantidades sustra¨ªdas en ese per¨ªodo fueron muy - superiores a las rese?adas.

El robo y traslado de la leche en polvo desnaturalizada, que al no ser tratada con colorantes como en la actualidad, pod¨ªa f¨¢cilmente ser utilizada en la fabricaci¨®n de productos destinados al conusmo humano, fue servida a precios que doblaban y, en algunos casos, triplicaban los de origen.

Como se recordar¨¢ algunas autoridades portuarias, aduaneras y de comercio intentaron, en un primer momento, minimizar la importancia del caso, que, si bien no pod¨ªa considerarse como un atentado a la salud de los potenciales consumidores de los productos preparados con la leche en polvo desnaturalizada, s¨ª constitu¨ªa, por el contrario, un importante fraude econ¨®mico.

Dichos organismos llegaron a calificar de "rater¨ªa" y simple venta de "barreduras", cuando no de "l¨®gicas mermas" la desaparici¨®n de las 42 toneladas de leche en polvo.