Israel no retirar¨¢ sus tropas sin un acuerdo permanente sobre la presencia palestina en L¨ªbano
Los ca?ones retumban todav¨ªa en L¨ªbano, pero la atenci¨®n se vuelve ya a las conversaciones diplom¨¢ticas que, en definitiva, decidir¨¢n si los ¨¦xitos militares israel¨ªes pueden o no traducirse en triunfos pol¨ªticos. En una primera serie de entrevistas con Philip Habib, enviado especial del presidente Reagan, el primer ministro hebreo, Menajem Beguin, ha insistido en que su ej¨¦rcito no se retirar¨¢ del L¨ªbano sin un arreglo permanente que impida el retorno de las unidades de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina a los territorios ocupados.
La palabra clave es "acuerdo permanente". El Gobierno israel¨ª no aceptar¨¢, por ejemplo, una simple extensi¨®n del mandato de las tropas de la FINUL a los territorios de los que han sido expulsadas las fuerzas palestinas. Tel Aviv exige un acuerdo pol¨ªtico de conjunto y permanente.?Cu¨¢l podr¨ªa ser esa soluci¨®n pol¨ªtica de conjunto?. Tel Aviv puede exigir que la retirada de sus tropas se acompa?e por la salida paralela del L¨ªbano de "todas las dem¨¢s fuerzas de ocupaci¨®n extranjeras": sirias y palestinas. ?Insistir¨¢ Israel en esta f¨®rmula, que significa, de hecho, "devolver L¨ªbano a los libaneses"?.
Se dice que en una primera fase, Beguin apoyar¨¢ esta soluci¨®n pol¨ªtica que le parece "de acuerdo con los intereses de Israel, de L¨ªbano y, de la paz". El primer ministro est¨¢. envalentonado por lo que en Jerusal¨¦n se denomina la "comprensi¨®n norteamericana", reflejada, por la ausencia de cualquier condena p¨²blica de la ofensiva. Contrariamente a los rumores, Washington no ha dirigido un ultim¨¢tum a Israel exigiendo la "inmediata detenci¨®n" de las hostilidades en 'L¨ªbano.
Los dirigentes hebreos se felicitan tambi¨¦n por la pol¨ªtica de no intervenci¨®n practicada por Siria, que, a pesar de sus seis aviones Mig abatidos, sigue sin comprometerse en un combate abierto por tierra. Por todas estas razones, Men¨¢jem Beguin se siente optimista sobre el desenlace de la negociaci¨®n diplom¨¢tica iniciada.
Sin embargo, un buen n¨²mero de observadores pol¨ªticos en la capital israel¨ª consideran que el Gobierno de Men¨¢jem Beguin tiene una visi¨®n excesivamente euf¨®rica de la situaci¨®n actual .
Primero, la r¨¢pida progresi¨®n de las fuerzas hebreas por la costa y en el centro del sector comprendido entre el r¨ªo Zaharan¨ª y la frontera l¨ªbano-israel¨ª no ha conducido a una capitulaci¨®n de los palestinos, ni siquiera a la detenci¨®n de su ca?oneo contra las localidades israel¨ªes en Galilea. Al nordeste de este sector, las posiciones de la OLP est¨¢n asentadas firmemente bajo la protecci¨®n del ej¨¦rcito sirio, y sus ca?ones se encuentran a 15 kil¨®metros de la regi¨®n de Galilea.
Dicho de otra forma, la voluntad israel¨ª de limpiar toda la regi¨®n al sur del Zaharani se enfrenta con la presencia-siria al Este del sector, y a menos de cambiar su actual pol¨ªtica de "no agresi¨®n" hacia las tropas de Damasco el ej¨¦rcito de Tel Aviv no podr¨¢ desalojar a las unidades palestinas.
Adem¨¢s, la "soluci¨®n permanente" deseada por Begin no puede ser aplicada sin el acuerdo del gobierno de Beirut, que, m¨¢s o menos sometido a los deseos de Damasco, tendr¨¢ dificultades para exigir la salida de sirios y palestinos del L¨ªbano. En resumen, los objetivos pol¨ªticos del Gobierno israel¨ª parecen bastante irrealizables por el momento.
De otra parte, esta guerra conseguir¨¢ sin duda destruir una buena parte de la infraestructura militar de la OLP en L¨ªbano y ha infligido ya un golpe serio a su potencia? guerrero. Pero el estatuto internacional de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina en tanto que fuerza beligerante independiente se ver¨¢ reforzado y por lo mismo su prestigio diplom¨¢tico.
Como en la negociaci¨®n de alto el fuego de julio de 1981, e incluso con m¨¢s razones ahora, ser¨¢ imposible poner fin a esta guerra sin un acuerdo negociado con la OLP, que se convertir¨¢ en un interlocutor total en cualquier soluci¨®n pol¨ªtica, sea permanente o provisional, del conflicto en curso.
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