El relevo en la Jefatura de Tr¨¢fico sovi¨¦tica acent¨²a la 'limpieza' por Andropov del Ministerio del Interior

El relevo en la Jefatura de la Polic¨ªa de Tr¨¢fico sovi¨¦tica (GAI) parece ser el ¨²ltimo cap¨ªtulo, hasta el momento, de la amplia operaci¨®n limpieza introducida por Yuri Anxopov en el Ministerio del Interior. Esta operaci¨®n comenz¨® s¨®lo pocos d¨ªas despu¨¦s de la muerte del anterior l¨ªder, Le¨®nidas Breznev, el pasado mes de noviembre.

Gracias a una referencia indirecta hecha en un programa de la televisi¨®n de la URSS, se ha podido saber ahora que el GAI cuenta con un nuevo jefe, el general V¨ªctor Piskaiev, procedente de las filas del Comit¨¦ para la Seguridad el Estado (KGB, polic¨ªa pol¨ªtica).

El antecesor en el puesto de Pisaiev, el teniente general Valery Lukianov, habr¨ªa sido v¨ªctima, seg¨²n todos los indicios, de la operaci¨®n limpieza.

S¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s de la muerte de Le¨®nidas Breznev, el hasta entonces presidente del KGB, Vitali Fedorchuk, -que hab¨ªa sucedido en este cargo, en mayo de 1982, al propio Yuri Andropov- pasaba a ocupar la cartera del Interior, que hasta el momento ven¨ªa desempe?ando Nikolai Schelokov. Hace s¨®lo una semana que se supo que Slichelokov -que hab¨ªa sido cesado por corrupci¨®n- se encuentra pendiente de un proceso, y en algunos c¨ªrculos se ha comentado que podr¨ªa ir a parar a la c¨¢rcel.

Yuri Andropov ha ido situando hombres del KGB en los puestos clave del Ministerio del Interior, que controla a la milicia (polic¨ªa de uniforme) y al GAI (polic¨ªa de tr¨¢fico), cuerpos ¨¦stos que parec¨ªan bastante ro¨ªdos por la corrupci¨®n.

Rivalidad

Conocida es por la totalidad de los sovi¨¦ticos la casi m¨ªtica rivalidad existente entre el KGB y la polic¨ªa del Ministerio del Interior.Ahora, esta rivalidad parece a punto de desaparecer, gracias al dr¨¢stico m¨¦todo de imponer en este departamento jefes surgidos del Comit¨¦ para la Seguridad del Estado.

El GAI ha venido alcanzando una creciente importancia a lo largo de los ¨²ltimos a?os, seg¨²n se ha ido incrementando el parque m¨®vil de la URSS.

Muchos de sus agentes, sin embargo, terminaron sacando fruto a este boom automovil¨ªstico. As¨ª, en toda la URSS, el soborno -solicitado muchas veces por el propio agente- se hab¨ªa convertido en norma a seguir si se quer¨ªan evitar mayores sanciones.

Este relajado ambiente policial -que se ha ido enderezando considerablemente a lo largo del ¨²ltimo a?o- termin¨® instituyendo una t¨¢cita tarifa, cuyo montante ascend¨ªa en funci¨®n de la gravedad de la falta cometida por el conductor.