El calor, decisivo en el Gran Premio de Dallas

El tremendo calor reinante en la ciudad de Dallas (Tejas, Estados Unidos), en cuyas calles se disputa hoy la novena carrera del campeonato del mundo de F¨®rmula 1, ser¨¢ decisivo para el resultado final. Con 40? de temperatura a la sombra, que suponen m¨¢s de 60? de temperatura del asfalto y, probablemente, m¨¢s de 80? en el interior del habit¨¢culo de los monoplazas, y en un circuito donde los pilotos no tienen un s¨®lo instante para poder relajarse, el agotamiento de hombres y m¨¢quinas causar¨¢ estragos entre los participantes.Las calles que forman el circuito, adem¨¢s, se encuentran en p¨¦simo estado, con muchos baches y abombamientos, lo que provocar¨¢ problemas en las transmisiones de los coches. Las escasas medidas de seguridad del improvisado circuito podr¨ªa, a su vez, producir un buen n¨²mero de incidentes.

Al tratarse de un circuito muy tortuoso, los pilotos no pueden permitirse ni un s¨®lo instante de relajamiento. Normalmente, en los circuitos permanentes, la sinuosidad del trazado no excluye una recta de longitud suficiente como para que los pilotos puedan echar un vistazo a su sobrio tablero de instrumentos, comprueben que todo funciona correctamente y, adem¨¢s, descansen durante unos segundos. Ese brev¨ªsimo tiempo, dedicado al descanso en cada vuelta, les permite afrontar hasta su final, sin desfallecer, las largas y duras carreras de la F¨®rmula 1.

En la ciudad tejana de Dallas, no existe ese breve instante de relajamiento. Esto, sumado al fort¨ªsimo calor, har¨¢ que tanto los pilotos, como las mec¨¢nicas, sufran un desgaste para el que podr¨ªan no estar preparados. En la primera sesi¨®n de entrenamientos oficiales, dominaron los Lotus-Renault del brit¨¢nico Mansell y el italiano De Angelis.