Juan Gil-Albert: "Por el hecho de estar vivo, puedo expresar los a?os que vivi¨® nuestra generaci¨®n"
Comienza en Madrid el ciclo sobre 'Literatura y compromiso pol¨ªtico', dedicado al escritor
Literatura y compromiso pol¨ªtico de los a?os treinta es el ciclo de conferencias de homenaje al poeta Juan Gil-Albert, proyectado por la Diputaci¨®n de Valencia con la colaboraci¨®n del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid y el Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana, en reconocimiento al trabajo de un poeta testimonio de unas generaciones que se van extinguiendo. El homenaje, que el escritor justirica porque "al estar vivo, puedo justificar los a?os que vivi¨® nuestra generaci¨®n" se inici¨® anoche en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, con la presencia del vicepresidente del Gobierno, AlfonsoGuerra.
"Estoy ah¨ª, pues, entre otras cosas", afirma el escritor, "por el hecho de que vivo a¨²n, por raz¨®n de la edad y de las experiencias que he vivido. No hay muchas personas que re¨²nan todas estas cosas y que vivan. Aqu¨ª, en Valencia, estaba Josep Renau, pero ha muerto, y a ¨¦l le suceden muchos m¨¢s. As¨ª se da la circunstancia de que mi nombre pueda expresar no s¨®lo lo m¨ªo y mi obra, sino el momento, los a?os que vivimos".Gil-Albert recibe este homenaje, que se une a otros tantos organizados en los ¨²ltimos a?os, desde la serenidad de 80 a?os bien cumplidos y con buena salud, desde la tranquilidad que produce ver reunida en obra completa toda su literatura de prosa y poes¨ªa.
Quedan pocos vol¨²menes para completar esta edici¨®n de la obra de Juan Gil-Albert realizada por la Instituci¨®n Alfonso el Magn¨¢nimo, dependiente de la Diputaci¨®n de Valencia. "De todas las cosas que han ocurrido, ?verdad?", confiesa, "es la que prefiero. Es una manera de ser premiado antes de desaparecer".
'Hora de Espa?a'
El autor de Cr¨®nica general y otros numerosos t¨ªtulos de arraigo hist¨®rico en la literatura espa?ola actual reconoce que los a?os 30 han sido decisivos para la historia espa?ola del siglo XX. Tambi¨¦n acepta que, en aquellos a?os, literatura y compromiso estuvieron necesariamente enlazados en aquellos creadores que .estaban del lado de la libertad. La aportaci¨®n de la literatura de Juan Gil-Albert se produjo a trav¨¦s del grupo de la revista Hora de Espa?a y de los llamados romances de guerra."Escrib¨ª Eleg¨ªa a una casa de campo, que no romp¨ªa con el poema social, pero surg¨ªa a partir de la vivencia de que nosotros, mi familia, aquel verano no pudi¨¦ramos ir a la casa de campo de Alcoy. Me preguntaron si quer¨ªa que no fuera incautada, pero dije que deb¨ªa seguir el historial de cualquier otra casa espa?ola. Nosotros ¨¦ramos parte de esa situaci¨®n. Tambi¨¦n escrib¨ª A los muchachos moros que, enga?ados, han ca¨ªdo ante Madrid, en tono m¨¢s directo". Echa raya desde su inter¨¦s de oyente y lector de noticias, y hace un balance optimista de estos a?os en Espa?a. "?De qu¨¦ pa¨ªs podr¨ªamos decir que la vida est¨¢ asegurada? ?Qu¨¦ pa¨ªs del mundo no est¨¢ viviendo cosas que colman los l¨ªmites?".
La historia espa?ola de los a?os 30 y otros momentos de la historia universal, confluyen en su obra, condensados en la recreaci¨®n literaria de alg¨²n personaje sugerente de aquellas ¨¦pocas.
"Siempre me ha interesado la historia", dice Juan Gil-Albert. "Si no lo digo, no se me atribuir¨ªa. Porque mi obra recoge la importancia de la realidad, de lo que ha sido, de lo que se ha vivido, de lo que vivimos. No entra la imaginaci¨®n, sino la propia vida de la humanidad. Se podr¨ªa decir que en mi obra en prosa no hay un solo personaje inventado. Lo que pasa es que algunas cosas no est¨¢n contadas al pie de la letra, pero son vivas".
Inacabados
El reconocimiento de su obra, en ocasiones redundante, al coincidir homenaje y premios, como la Medalla de Bellas Artes que le concedi¨® recientemente el Minister¨ªo de Cultura, le complace por venir de generaciones que no tuvieron contacto directo con su tiempo y, "por tanto, no tienen ning¨²? compromiso conmigo", que les obligue a reconocerse en sus libros. "Podr¨ªa parecer fatuo, pero agradezco al destino que haya tenido que ir viendo c¨®mo, mi inclinaci¨®n de escritor me daba la raz¨®n. Ven¨ªa al mundo a hacer esta obra en la soledad".En su biograf¨ªa quedaban dos libros inacabados, que ¨²ltimamente concluy¨® sin m¨¢s pretensi¨®n qpe poder entregarlos a las editoriales que los reclamaban. Espa?a, empe?o de una ficci¨®n, publicado anticipadamente en Revista de Occidente, fue uno de ellos.
"Al releerlo dije: est¨¢ terminado", aunque en su d¨ªa qued¨® inacabado. M¨¢s dificil ha resultado terminar Tobeyo, homenaje a M¨¦xico, cuya elaboraci¨®n, realizada al calor del exilio, ha sido imposible continuar a?os despu¨¦s, arraigado de nuevo en su tierra valenciana y con sus gentes.
"No es corriente que se me quedaran libros sin terminar", dice Juan Gil-Albert sobre su actitud ante la literatura. "En eso soy muy corriente. No lo digo en un sentido de vulgaridad. Escrib¨ªa sin interrupciones. El campo, la casa de campo, era realmente mi campo de acci¨®n. Por eso la presencia de la naturaleza es perpetua en mi obra. Escrib¨ªa en blocs peque?os, apoyado en algo. Bajo los ¨¢rboles, en un jard¨ªn, con dimensi¨®n de paisaje, sin idea de trasladar al texto ese paisaje. Para m¨ª, la mesa de escribir no existe".
Babelia
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