Los ministros de Cultura de la CEE acuerdan apoyar la television y el cine europeos

Los ministros de Cultura de los 10 pa¨ªses miembros de la CEE se acercaron ayer en Bruselas al lecho del enfermo cine europeo y negaron a un acuerdo sobre el principio -nada m¨¢s por ahora- de la creaci¨®n de un fondo de ayuda europea a las coproducciones cinematogr¨¢ficas y de televisi¨®n, cuyas modalidades habr¨¢ que discutir y desarrollar. Esta idea tardar¨¢ a¨²n meses o a?os es prosperar. Pero, ante la situaci¨®n dram¨¢tica de esta industria, se abre camino la inetabilidad de una acci¨®n en com¨²n.

Se calcula que para finales esta d¨¦cada muchos hogares europeos dispondr¨¢n de 30 canales de televisi¨®n, por cable o por sat¨¦lite, lo que supone que estas cadenas necesitar¨¢n unas 125.000 horas anuales suplementarias de cine de ficci¨®n nuevo (es decir, excluyendo las reposiciones) y europeo. Y juntos, la RFA, Italia y el Reino Unido no producen m¨¢s de 5.000 horas en la actualidad, seg¨²n un informe de la Comisi¨®n Europea. De hecho, la situaci¨®n ha empeorado en los ¨²ltimos a?os. Entre 1973 y 1983, el n¨²mero de pel¨ªculas producidas en Francia ha pasado de 180 a 131. La ca¨ªda ha sido aun m¨¢s espectacular en Italia (de 250 a 110) o en el Reino Unido (de 80 a 36).Espa?a no sale mal-parada, situ¨¢ndose en 1982-1983 en tercer lugar de Europa, detr¨¢s de Francia e Italia, en n¨²mero de pel¨ªculas producidas (99), n¨²mero de salas (3.737), n¨²mero, de espectadores (130 millones), y en la parte de pel¨ªculas nacionales (21%) en su propio mercado, seg¨²n el citado informe. Espa?a llega en quinto lugar, con 40,9 millones de d¨®lares, en cuanto a su participaci¨®n en la amortizaci¨®n de las pel¨ªculas norteamencanas.

Pero la industria cinematogr¨¢fica europea, y la de los diez en particular, debe hacer frente al reto televisivo y competir para frenar la penetraci¨®n estadounidense. En la CEE la asistencia a las salas de cine ha bajado en los ¨²ltimos 30 a?os de 3.000 millones de espectadores a 600 millones en 1982. El cine norteamericano, sin embargo, s¨®lo ha perdido la mitad de sus espectadores en salas de proyecci¨®n, y con ello de hecho amortiza casi la totalidad de sus gastos de producci¨®n.

Sin embargo, -para -crear un fondo com¨²n para ayudar a esta industria -con aportaciones directas de Estados comunitarios, como sugiere Fraticia, o sacado del propio presupuesto. de la CEE como pretende Italia y la Comisi¨®n Europea- hay dificultades, aunque. se haya admitido la idea de principio. El Reino Unido se resiste por motivos presupuestarios. Dinamarca, que ayer call¨®, considera que la CEE -no tiene competencias en el terreno cultural. La RFA indica que sus regiones aut¨®nomas (Lander) son las competentes en esta materia. En cuanto a B¨¦lgica -donde existe un vac¨ªo jur¨ªdico sobre competencias culturales-, su delegaci¨®n estaba ayer compuesta por el ministro de Asuntos Exteriores, Leo Tindemans, fianqueado por los responsables de Cultura de las comunidades franc¨®fona, flamenca y german¨®fona. El fondo estar¨ªa dedicado a ayudar a coproducciones en Europa. Con cr¨¦ditos equivalentes a 2.500 millones de pesetas, calcula la Comisi¨®n Europea, se podr¨ªa financiar una cuarta parte de la producci¨®n de 40 pel¨ªculas europeas. Jack Lang, ministro franc¨¦s de Cultura, est¨¢ decidido a impulsar la creaci¨®n de este fondo.Los ministros de los diez hablaron, tambi¨¦n sin resultado, de la posibilidad de introducir una "difusi¨®n racional" de las obras cinematogr¨¢ficas, fijando los plazos -como existen en Francia, con ¨¦xito para la industria-. que han de pasar, por este orden, entre la proyecci¨®n en sala, la venta en videocasetes, la difusi¨®n en televisi¨®n privada o de pago, y en la televisi¨®n p¨²blica. En EE UU esta difusi¨®n no est¨¢ reglamentada.