El Ayuntamiento de Lugo repara un homenaje al escritor Anxel Fole, cronista del misterio de su tierra
El escritor gallego Anxel Fole, nacido en Lugo a principios de siglo, cronista y poeta del misterio de su tierra, lleg¨® a la literatura de la mano de los escritores que eran lectura com¨²n de los muchachos de su ¨¦poca, como B¨¦cquer y Dickens, y se afianz¨® en la novela con la lectura de Dostoievski y Gorki. El Ayuntamiento de Lugo, que preside Vicente Quiroga, un ex alumno suyo, en cuya casa de A Veigui?a escribi¨® sus dos libros m¨¢s importantes, le prepara un homenaje que le otorgar¨¢ el t¨ªtulo de hijo predilecto de la ciudad, homenaje ante el que Fole dice: "Alguna raz¨®n tendr¨¢n para hac¨¦rmelo, aunque yo no soy el llamado a opinar".
El t¨ªtulo de hijo predilecto de Lugo lo tendr¨¢ Fole despu¨¦s de haber recibido numerosos galardones. Incluso tiene la gloria de haber sido propuesto como candidato al Nobel por la Asociaci¨®n de Escritores en Lengua Gallega.Anxel Fole, que ha sabido retratar como nadie la realidad material de los hombres y la tierra gallega y al mismo tiempo la inmaterial de la Galicia m¨¢gica llena de supersticiones y creencias m¨ªticas, asegura que "Galicia es m¨¢s que la suma de cuatro provincias. Est¨¢ vinculada a la est¨¦tica de la variedad y del paisaje. Da la impresi¨®n de que es un pa¨ªs arcaico en muchas cosas, por la pervivencia del arado romano y por la tenacidad de ciertas costumbres. Una de sus grandes caracter¨ªsticas m¨¢s identificativas es el habla, porque el gallego es un idioma extraordinariamente est¨¦tico y atractivo".
Esa Galicia que Fole conoce casi palmo a palmo, porque la ha recorrido toda, y preferentemente Lugo, a quien siempre quiso "entra?ablemente, porque no es un solar de gente violenta", son el centro de su obra. Desde aquel primer libro que se iba a titular Auga lizgaira y que "se qued¨® impreso entre las m¨¢quinas de la imprenta porque lleg¨® la guerra civil", hasta esas Historias que ningu¨¦n cree, su ¨²ltimo trabajo.
Y entre una y otra, la obra de Fole puede dividirse en dos grandes etapas: la rural y la urbana. En sus primeros libros, publicados en la d¨¦cada de los cincuenta, se centr¨® en la Galicia campesina, como denotan A l¨²s do candil (1952), cuentos populares parafolcl¨®ricos con predominio de invenci¨®n, Terra brava (1955) y la pieza teatral Pauto do demo (1958). Despu¨¦s llegar¨ªa el mundo urbano con ?Dec¨ªmolo ou non-o decimos? (1972), Contos na n¨¦boa (1973) -la obra que m¨¢s le gusta- y Cartafolio de Lugo (1981). Y todo ello sin olvidar "los numerosos poemas que tengo escritos desde hace muchos a?os, porque el tiempo para cantar, al menos para m¨ª, fue antes de la madurez", y la infinidad de art¨ªculos period¨ªsticos, algunos de los cuales son aut¨¦nticos ensayos que vieron la luz en El Progreso, en donde desde hace 10 a?os se responsabiliza de las p¨¢ginas culturales; en El Pueblo Gallego, durante la ¨¦poca de Portela Valladres, y en Vida Gallega.
Hablar en gallego
El escritor lucense, del que alguien dijo que es la conciencia gallega del siglo XX, que comparti¨® las tertulias de, la II Rep¨²blica con Castelao, Otero Pedrayo, Blanco Amor, Ram¨®n Pi?eiro y Garc¨ªa Sabell, y que siente una gran admiraci¨®n literaria por Gabriel Mir¨®, por ser "un pintor de la pura est¨¦tica paisaj¨ªstica por lo que en esa admiraci¨®n al galleguismo", cree que la literatura gallega est¨¢ atravesando uno de sus mejores momentos, especialmente en narrativa, poes¨ªa y ensayo. ?l, que populariz¨® la frase "hai que falar gallego, ainda que se fale mal" (hay que hablar gallego, aunque se hable mal), est¨¢ tan convencido de que hoy esta lengua se utiliza "m¨¢s que antes en las ciudades por la propensi¨®n de la gente culta" como de que "la autonom¨ªa ir¨¢ bien si la dejamos madurar". Y aunque sabe que "el gallego es muy inteligente y se considera un poco por encima de los acontecimientos", sin duda a causa de un cierto distanciamiento no exento del humorismo que le es tan caracter¨ªstico, Fole cree que "con los partidos pol¨ªticos Galicia tuvo poca suerte".
El escritor, pese a su edad y ciertos achaques que quiz¨¢ le llevan a pensar que "los pasotas se equivocan; hay mucha gente que no sabe qu¨¦ hacer con el tiempo", contin¨²a con una actividad literaria estimable, como lo prueban sus habituales colaboraciones period¨ªsticas y el que est¨¦n a punto de salir dos nuevas obras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.