Alarma y confusi¨®n en Bilbao ante sucesivas explosiones de gas
El sonido de las sirenas de las ambulancias, en un principio sin poderse diferenciar de? de los coches de la polic¨ªa, alert¨® a todo el casco viejo de Bilbao, en cuya zona comercial, la m¨¢s importante de la capital vizca¨ªna, se viv¨ªa un ambiente de ebullici¨®n: eran las 11.45 horas y hac¨ªa un tiempo espl¨¦ndido. Distintas explosiones de gas se sucedieron en pocos momentos. En las calles m¨¢s adentradas del casco, las que rodean a la plaza de Unamuno, el p¨¢nico hab¨ªa surgido antes. A una tremenda explosi¨®n primera le sucedieron varias m¨¢s. Siete personas resultaron heridas de diversa consideraci¨®n por quemaduras y traumatismo.Las tapas de las alcantarillas de las calles comenzaron a saltar por los aires, mientras se instalaba en la zona vieja un fuerte olor a gas. En el bar Portu, de la calle de Iturribide, se dio la primera explosi¨®n. Otras posteriores, en la misma zona, ocasionaron incendios en los portales de algunos edificios, que resultaron seriamente da?ados.
Los ni?os de la escuela p¨²blica de la calle de Iturribide fueron los primeros en salir corriendo. Tres semanas antes, un fuerte olor a gas les hab¨ªa desalojado tambi¨¦n. Y mientras el incendio comenzaba a amainar, con la ayuda r¨¢pida de los bomberos, algunos vecinos de los inmuebles cercanos a las explosiones, presa del p¨¢nico, quisieron tirarse por la ventana. La zona fue acordonada, y el suministro de gas ciudad se paraliz¨® con rapidez.
En las calles contiguas, los comerciantes salieron a las puertas de sus establecimientos. Un transe¨²nte pregunta: "?Hab¨ªa huelga convocada aqu¨ª?" "?Qu¨¦ huelga?" contesta una dependienta, asustada.
Los primeros taxistas y grupos de personas que se acercaron a las siete calles, asustados por la alarma de las explosiones en cadena, vivieron un equ¨ªvoco, al relacionar ¨¦stas con enfrentamientos entre manifestantes abertzales y polic¨ªas. Tal vez el d¨ªa de ayer, en que se celebraba en la comarca de Uribe Costa una jornada de huelga general por el asesinato de Xabier Galdeano, y el hecho de que el casco viejo sea con frecuencia una zona de manifestaciones, indujeron a esta primera impresi¨®n.
Al acercarse a la plaza de Unamuno, instalada justo debajo de la gasolinera de la estaci¨®n de Bego?a, y de donde parten las calles de Iturribide y de Prim, algunas mujeres con carritos de la compra intentaban pasar. Los polic¨ªas nacionales y municipales les imped¨ªan el paso. Eran las 12.30, y permanec¨ªa en las calles un fuerte olor a gas.
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