Los comerciantes y vecinos de Atocha apoyan la reestructuraci¨®n de la zona
Los comerciantes y vecinos de la glorieta de Carlos V y las calles adyacentes est¨¢n a favor de la reestructuraci¨®n que se est¨¢ realizando en la zona, a pesar de los perjuicios que les est¨¢n causando las obras. Las ventas de los establecimientos, la mayor¨ªa pertenecientes al ramo de la hosteler¨ªa, han disminuido desde que se iniciaron, a principios de marzo, las obras previas al desmontaje del scalextric. Los propietarios de viviendas y comercios afirman que esta iniciativa municipal ser¨¢ beneficiosa en el futuro, pero por ahora s¨®lo desean que las obras finalicen con la mayor rapidez posible.
La calle Ronda de Atocha y la acera de la glorieta del Emperador Carlos V situada frente a la marquesina de la estaci¨®n de Atocha son las m¨¢s afectadas en este momento por las obras de reestructuraci¨®n de una plaza clave para el transporte y la circulaci¨®n de veh¨ªculos de la zona sur de Madrid. El pasado d¨ªa 5 de abril finaliz¨® la primera fase del desmontaje del paso elevado de la glorieta conocido popularmente como escalextric. El tramo desmontado constaba de dos ramales, uno que comunicaba la Ronda de Atocha con la calle Infanta Isabel, y otro en direcci¨®n al Paseo del Prado. El desmontaje de la primera fase de la ara?a met¨¢lica permite que los veh¨ªculos puedan utilizar seis carriles de circulaci¨®n en el Paseo de las Delicias, pero los perjuicios para los establecimientos comerciales ubicados en la zona, seg¨²n manifestaron los propietarios, no han hecho m¨¢s que comenzar.
Los clientes habituales o de paso de la cervecer¨ªa y marisquer¨ªa situada en la acera de los pares de la Ronda de Atocha antes ten¨ªan como paisaje un muro gris que serv¨ªa de soporte al tramo del paso elevado que ya ha desaparecido. Ahora, desde el bar se puede observar una calle di¨¢fana y amplia, pero tambi¨¦n zanjas, barro y enormes m¨¢quinas que no cesan de hacer ruido. El propietario de la cervecer¨ªa acepta las obras "con resignaci¨®n", mientras espera la llegada de los arriesgados clientes que para tomar una tapa deben cruzar una pasarela provisional que les permite sortear las zanjas y el barro que ocupan el lugar de lo que antes fueron aceras y asfalto.
"Las ventas", afirma el due?o de una tapicer¨ªa pr¨®xima, "han disminuido casi a la mitad, porque para llegar aqu¨ª tal como est¨¢n las calles hay que ser muy valiente, y adem¨¢s la gente no se acostumbra a prescindir del autom¨®vil". Sin embargo a pesar de las quejas los vecinos y propietarios de comercios est¨¢n a favor de la desaparici¨®n del escalextric. "Ahora estamos aguantando muchas molestias", asegura un vecino, "pero merecer¨¢n la pena cuando acaben las obras y volvamos a tener una plaza abierta en lugar de este laberinto a¨¦reo".
Las expectativas de los afectados por las obras de Atocha son optimistas. Adem¨¢s de la mejora est¨¦tica de la plaza, los propietarios de establecimientos comerciales esperan ventajas para sus negocios derivadas del probable aumento de transe¨²ntes que se producir¨¢ cuando finalicen las obras. El proyecto prev¨¦ aumentar la capacidad de la estaci¨®n de trenes y la mejora de los transportes urbanos que prestan servicio en la zona.
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