Mitterrand supervisa desde Mururoa los intereses franceses en el Pac¨ªfico sur
El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, presidi¨® ayer en Mururoa, centro de ensayos nucleares, la primera reuni¨®n del reci¨¦n creado Comit¨¦ de Coordinaci¨®n del Pac¨ªfico Sur, organismo mixto, civil y militar, destinado a defender los intereses estrat¨¦gicos de Francia en esa zona M inundo. Fran?ois Mitterrand, que viaja acompa?ado por seis ministros, es el segundo presidente que visita el atol¨®n. El primero fue el general Charles de Gaulle, en 1966, es decir, el mismo a?o en que se iniciaron las pruebas at¨®micas.
En Mururoa el presidente se entrevist¨® con los responsables del Centro de Experimentaci¨®n Nuclear y recorri¨® sus instalaciones, antes de reunirse con el mencionado comit¨¦, integrado por los seis embajadores de Francia en pa¨ªses soberanos del Pac¨ªfico sur; los altos comisarios de Polinesia y Nueva Caledonia (colonias francesas); el comandante supremo de las Fuerzas Mar¨ªtimas del Pac¨ªfico, almirante Ren¨¦ Hugues; el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas en Nueva Caledonia, general Michel Franceschi, y el director de la base nuclear de Mururoa.Francia es el ¨²nico pa¨ªs europeo presente en el Pac¨ªfico sur. Sus posesiones (Nueva Caledonia, Polinesia, Wallis y Futuna y Mururoa) constituyen los flecos de un imperio que en 1939 estaba compuesto por cerca de 30 pa¨ªses e islas, repartidos por todos los continentes.
Presencia de EE UU
El Pac¨ªfico sur no tiene la importancia militar que el norte ni es, por el momento, una zona caliente en la que est¨¦n enfrentados los dos bloques. Estados Unidos est¨¢ presente en algunas islas, mientras que la URSS no posee territorios, pero son Australia, con su potente econom¨ªa y su creciente comercio con Asia, y en menor medida Nueva Zelanda quienes se han convertido en poderes regionales. Washington, que mantiene una alianza con estos dos pa¨ªses (ANZUS, ahora pr¨¢cticamente congelada), asegura que posee derechos militares en la zona y que su principal objetivo es evitar que la URSS consiga puntos de apoyo en alguna de las peque?as islas que consiguieron la independencia en los ¨²ltimos a?os. Una de ellas aprob¨® recientemente un acuerdo de pesca con Mosc¨².Tanto Australia como Nueva Zelanda desean que el Pac¨ªfico sur est¨¦ lo m¨¢s desmilitarizado posible y piden a Francia que descolonice sus posiciones y, sobre todo, que abandone sus ensayos nucleares. Sin embargo, Par¨ªs cree que su presencia tiene una gran importancia estrat¨¦gica para sus propios intereses nacionales y est¨¢ dispuesta a mantenerse all¨ª e incluso a incrementar su esfuerzo militar. As¨ª lo afirm¨® p¨²blicamente el general Jeannou Lacaze, hasta hace un mes jefe del Alto Estado Mayor franc¨¦s: "Tanto Mururoa como La Guyana son imprescindibles para mantener nuestro nivel tecnol¨®gico, sin el que no existe una defensa independiente. Si se discute nuestra presencia, tendremos que aumentar nuestras fuerzas navales, a¨¦reas y terrestres". A este argumento, puramente nacional, se suma el hecho de que poseer un cierto n¨²mero, de islas le permite a Francia, pa¨ªs occidental, miembro de la OTAN, controlar una amplia plataforma mar¨ªtima.
El Gobierno franc¨¦s sabe que en uno o dos a?os tendr¨¢ que conceder la independencia a Nueva Caledonia, donde se han producido ya enfrentamientos raciales, pero ha dejado claro que esta p¨¦rdida no tendr¨¢ consecuencias militares porque Par¨ªs seguir¨¢ utilizando su base en dicha isla y que incluso la ampliar¨¢ y mejorar¨¢ para que pueda recibir aviones m¨¢s potentes y submarinos nucleares. Estados Unidos, cuyos submarinos at¨®micos no pueden recalar ahora en puertos australianos o neozelandeses, recibir¨¢ todo tipo de facilidades en dicha base y agradecer¨¢ el favor.
Par¨ªs mantiene que sus dos posesiones m¨¢s importantes son La Guyana (donde se encuentra el centro de lanzamiento de sat¨¦lites) y Mururoa, el peque?o atol¨®n (la circunferencia no supera los 63 kil¨®metros), en el que 3.000 personas ensayan las cabezas nucleares que formar¨¢n parte de las fuerzas de disuasi¨®n francesas y en el que probablemente se est¨¦ investigando sobre la bomba de neutrones.
'Operaci¨®n simpat¨ªa'
Sometido a la presi¨®n diplom¨¢tica de Australia y Nueva Zelanda, Par¨ªs intent¨® en los ¨²ltimos meses una operaci¨®n simpat¨ªa. Varios ministros visitaron la zona para explicar las ventajas de la presencia francesa en el Pac¨ªfico. El encanto qued¨® violentamente roto por culpa del esc¨¢ndalo del barco ecologista hundido, al parecer, por agentes franceses. "El presidente decidi¨® entonces viajar personalmente a Mururoa para disipar cualquier equ¨ªvoco", aseguran portavoces oficiosos del El¨ªseo. "Francia no se ir¨¢ del Pac¨ªfico sur ni suspender¨¢ sus ensayos nucleares, de los que depende su propia pol¨ªtica de defensa". Mantener Mururoa supone, obligatoriamente, mantener la base de Nueva Caledonia y la Polinesia, cuyo centro neur¨¢lgico es Tahit¨ª, la isla en la que se encuentra el mando mar¨ªtimo de la zona.Seg¨²n los datos publicados en Francia, el atol¨®n puede haber sido escenario, desde 1966, de entre 60 y 100 explosiones nucleares. Francia duplic¨® la primavera pasada su capacidad nuclear estrat¨¦gica con la entrada en servicio del sumbarino Inflexible, que tiene ¨¦l solo 96 cabezas termonucleares, frente a las 80 con que cuentan en total los otros cinco submarinos at¨®micos de la flota francesa.
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