Pasolini pesa sobre Italia como una oscura culpa
El pr¨®ximo d¨ªa 2 de noviembre se cumplen los 10 a?os del asesinato del poeta
Todo en la vida de Pier Paolo Pasolini, asesinado hace ahora 10 a?os en condiciones que siguen siendo misteriosas, fue y contin¨²a siendo parad¨®jico y magn¨ªfico. Lo es, por ejemplo, el que en esta fecha de conmemoraciones haya sido una mujer, la actriz y escritora Laura Betti, quien se haya volcado en cuerpo y alma para que se conozca mejor al poeta, pidiendo para ello no ruido, no adjetivos hueros o hip¨®critas, sino silencio.
Laura Betti es directora del Fondo Pasolini, del que el escritor Alberto Moravia es presidente. Y la actriz, que recorre Europa con el prop¨®sito de que el mundo empiece "a conocer m¨¢s y juzgar menos" a un Pasolini del que dice que "amaba tanto la vida que hay que llamar sacrilegio a su muerte", pide para esta operaci¨®n "silencio, como alternativa a la relaci¨®n entre ¨¦l y los otros: silencio sin abrir la herida de su muerte, silencio para estudiarlo, silencio para entenderlo".
Sentimiento de culpa
Y no s¨®lo Laura Betti, adoradora de Pasolini siempre, pide a los 10 a?os de su muerte, cruel y poco gloriosa, un momento de pausa para poder analizar sin esc¨¢ndalos farisaicos la enorme obra intelectual, pol¨ªtica y humana del poeta friulano.Lo est¨¢n pidiendo tambi¨¦n con seriedad cuantos en todo el mundo est¨¢n empe?ados en comprender mejor, lejos de las pol¨¦micas de ayer, lo que Pasolini signific¨® en Italia y m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Y lo que significa hoy. Y empieza a descubrirse que quiz¨¢, antes que nada, fue un poeta; que sus primeros versos nacieron cuando s¨®lo ten¨ªa ocho a?os, y que la fuerza original y creativa de una prosa que con el tiempo iba a ser revolucionaria no era tal en sus or¨ªgenes, pues en su examen de admisi¨®n al bachillerato Pasolini fue suspendido en italiano.
Pasolini escrib¨ªa, seg¨²n Giulio Nascimbene, una poes¨ªa diaria, y fue a trav¨¦s de los versos como revel¨® los sentimientos m¨¢s diversos, profundos y convulsos de su vida Hay quien asegura que fue tan poeta que todo en su vida ten¨ªa el sabor y la fuerza de la poes¨ªa, y que en realidad nunca escribi¨® en prosa.
Pero adem¨¢s de poeta, o quiz¨¢ porque fue poeta siempre y en todo, Pasolini est¨¢ siendo descubierto a s¨®lo 10 a?os de su muerte, cuando empieza a ser digerido en Italia el sentido de culpa colectiva producido por la brutalidad de ¨¦sta.
Muerte de un profeta
Sobre todo por tratarse de un gran profeta, que se anticip¨® a sus tiempos, que le¨ªa en el futuro, que pronostic¨® la violencia que iba a cernirse sobre Roma despu¨¦s de su muerte. Tuvo un presentimiento en los ¨²ltimos a?os, de la carga d violencia que se estaba acumulan do sobre la humanidad. Fue para ¨¦l una pesadilla que quiso desenmascarar y le cost¨® caro: fue expulsado del partido comunista y excomulgado como burgu¨¦s por la izquierda socialista. S¨®lo hoy la verdadera izquierda intelectual y pol¨ªtica empieza a recuperar al Pasolini inconformista que, en plenas luchas universitarias, cuando en un mismo d¨ªa cayeron heridos en Roma 90 carabineros apedreados por los j¨®venes de la extrema izquierda, se rebel¨® contra esta agresi¨®n.Una ma?aria dio un aldabonazo a la conciencia de todo el pa¨ªs con la publicaci¨®n del inovidable poema Il carabiniere, en el Corriere della Sera, en el que desenmascaraba, con gran esc¨¢ndalo para la izquierda, lo que consideraba una hipocres¨ªa y una falsedad pol¨ªtica, social e intelectual. Les dec¨ªa a los j¨®venes universitarios hijos de pap¨¢, de la media o alta burgues¨ªa, que estaban haciendo una lucha absurda e il¨®gica contra una clase como la de los polic¨ªas y carabineros, que eran hijos del proletariado campesino, que se hac¨ªan carabineros porque, hijos de un Sur pobre, no hab¨ªan podido tener como ellos el privilegio de acceder a estudios superiores.
Fue un primer aldabonazo, al que sigui¨® toda una serie interminable de advertencias de profeta inc¨®modo que, creado en la izquierda, desenmascaraba a sus compa?eros de lucha, embarcados, seg¨²n ¨¦l, en una operaci¨®n reaccionaria y conservadora.
Mientras vivi¨®, los j¨®venes fue ron la alegr¨ªa y el tormento del intelectual Pasolini. A la inversa, ellos le amaron m¨¢s que nadie; y ¨¦l, en su diversidad, buscaba en los j¨®venes el amor que la sociedad le negaba. Pero fue un joven quien puso punto final a la vida de un personaje que es s¨ªmbolo de las pulsiones de amor y odio acumula das en el interior de una generaci¨®n hu¨¦rfana y en busca de una identidad perdida y nunca recuperada.
El 'enigma Pasolini'
Hoy tambi¨¦n son los j¨®venes quienes mejor est¨¢n descubriendo el enigma Pasolini: los j¨®venes comunistas, hijos de un partido que le puso en la calle en un momento muy distinto del actual" en que Pasolini hubiese tenido cabida en el PCI; y tambi¨¦n los j¨®venes cristianos, hijos de una Iglesia que hab¨ªa anatematizado al Pasolini ateo, y que hoy empiezan a intuir que en su alma anidaban fuerzas espirituales a las que el poeta dio palabras quiz¨¢ si distintas, im¨¢genes provocadoras, pero que en el fondo revelaban ansia de hundir su arte y su inteligencia en lo m¨¢s profundo del misterio del hombre, sin olvidar ni negar ninguna de sus dimensiones.Los j¨®venes italianos han asegurado que no desean hacer un nuevo mito de Pasolini, pero que s¨ª desean recoger el grito de alarma que el poeta hab¨ªa lanzado antes de morir y que tanta incomprensi¨®n le cost¨® entonces.
Y es que, como era de esperar, Pasolini seguir¨¢ aun despu¨¦s de ,muerto siendo un signo de contradicci¨®n, porque su personalidad fue demasiado fuerte, poli¨¦drica y excepcional para que pueda ser domesticada.
Y mientras en otros pa¨ªses se bucea con pasi¨®n en la obra monumental de Pier Paolo Pasolini, Italia est¨¢ a¨²n perpleja ante su figura y su muerte, porque, como ha dicho Laura Betti, "a¨²n no ha digerido el sentido de culpa oscura producido por su muerte, una especie de sentido de culpa latente que sigue latiendo en cada italiano".
Y la actriz a?ade que hoy los j¨®venes se preguntan en silencio o a gritos: ?qui¨¦n es Pasolini? Laura Betti no dice qui¨¦n era, porque para ella, como para tantos otros, Pasolini ha muerto s¨®lo en su carne, mientras sigue vivo en sus obras lo que fue el gran deseo de su vida, nunca realizado: amar y ser amado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.