La facultad de derecho m¨¢s superpoblada del mundo
Agobios en la Complutense para atender a unos 24.000 estudiantes de leyes
Los alumnos de primer curso de la facultad de Derecho de la universidad Complutense iniciaron ayer las clases en medio de grandes dificultades para dar acogida a la desmesurada matr¨ªcula del centro, que este a?o puede aproximarse a los 24.000 alumnos sin contar los de los colegios adscritos. Con esta cifra "se convierte en la facultad de Derecho con mayor n¨²mero de alumnos del mundo, por encima de las facultades de las universidades de Roma y Aut¨®noma de M¨¦xico, que hasta hace poco eran las m¨¢s superpobladas", seg¨²n el decano, Gustavo Villapalos.El decano no oculta el descontento de su facultad con la forma en que se han resuelto este aflo los problemas de adm¨ªsi¨®n de alumnos, una vez que ha trascendido que el rectorado de la Complutense dej¨® pasar los plazos establecidos por el Consejo de Universidades para solicitar la ampliaci¨®n del n¨²mero de centros que podr¨ªan acogerse al establecimiento de numerus clausus o reducir algo m¨¢s los l¨ªmites fijados inicialmente para otros.
El descuido de la Complutese -afectar¨¢ principalmente a las facultades de Derecho y de Ciencias Econ¨®micas, as¨ª como a las escuelas universitarias, de ¨®ptica, Trabajo Social y Estad¨ªstica, en las cuales el incremento medio de alumnado sobre el curso.1984-1985 supera al 400%.
El pasado a?o acad¨¦mico la facultad de Derecho tuvo matriculados en primer curso 2.595 alumnos; para este curso, el rectorado solicit¨® del Consejo de Universidades un l¨ªmite de 3.300, pero finalmente se admiti¨® a 3.817, entre ellos numerosos graduados de otras carreras. ?stos, seg¨²n el decano Villapalos, "son precisamente los alumnos para los que resulta m¨¢s indicada la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), por lo que no entendemos muy bien por qu¨¦ nos los han enviado a nosotros".
Ayer, primer d¨ªa de clase para los nuevos alumnos, se ignoraba el total de la matr¨ªcula definitiva de primer curso, puesto que el plazo de inscripci¨®n no finaliza hasta el pr¨®ximo 4 de noviembre. La gran esperanza de la facultad, del rectorado y de la Administraci¨®n es que se cumplan las previsiones dela tra¨ªda y llevada ca¨ªda de la matr¨ªcula (sobre las preinscripciones iniciales), que se calcula entre un 10% y un 20%, y que la temida cifira de 3.800 no se llegue a confirmar, aunque en algunas asignaturas incluso ser¨¢ superior con los numerosos alumnos repetidores. De momento, se han constituido 18 grupos de unos 200 alumnos cada uno, dos de los cuales recibir¨¢n clases en,la escuela de Estomatolog¨ªa y probablemente otros dos en la facultad de Medicina. La matr¨ªcula de los cursos restantes se eleva a 20.492 alumnos: 4.921, en segundo; 4.900, en tercero; 6.560, en cuarto, y 4.111, en quinto.
El pasado martes, el gerente de la facultad hac¨ªa recuento de la disponibilidad de plazas simult¨¢neas en el centro y le sal¨ªan 6.421. El rectorado les ha autorizado a comprar m¨¢s sillas y a contratar ocho profesores m¨¢s; pero el problema, seg¨²n las autoridades del centro, no se reduce al de las sillas, aulas y profesores. La facultad fue pensada para 8.000 alumnos y hay toda una serie de servicios, sobre todo, los administrativos, que se mantienen con las mismas dotacion es cada a?o, a pesar del crecimiento incesante de la matr¨ªcula.
Estatuto salvador
Pero las incontables dificultades e inconvenientes no parecen amilanar demasiado a los futuros abogados de la facultad madrile?a, que siguen haciendo honor al tradicional buen humor de la casa. En una de las aulas de primer curso dos j¨®venes profesores vestidos con impecables trajes oscuros y pertrechados con imponentes portafolios, explicaban a los nuevos alumnos que el profesor que les correspond¨ªa a esa hora no podr¨ªa acudir por encontrarse en Albacete asis-iendo a un congreso sobre aspectos jur¨ªdicos de la castraci¨®n". Para sustituirle estaban all¨ª ellos, -dispuestos a darles toda clase de orientaciones y,consejos para afrontar con ¨¦xito el curso. Entre otros, el de la conveniencia de adquirir, al m¨®dico precio de 25 pesetas, un folleto con el estatuto de la Comunidad de Madrid.
La broma se vino abajo por las c¨¢rcajadas de los alumnos de los cursos superiores que, estaban en el secreto. "Estos mamones nos han hundido el invento," comentaban despu¨¦s, entre risas, los flamantes juristas, "porque est¨¢bamos dispuestos a colocar a los novatos 300 ejemplares del estatuto, como Dios pint¨® a Perico".
Problemas similares a los de Derecho padecer¨¢ la facultad de Ciencias Econ¨®micas y Empresariales, pero agravados por la precariedad casi terpermundista de sus instalaciones, improvisadas en unos meses en el campus de Somosaguas, hace ahora 15 aflos, para alejar de la Moncloa uno de los centros universitarios m¨¢s combativos durante el ¨²ltimo decenio del franquismo. Esta facultad se ha v¨ªsto tambi¨¦n sorprendida este curso con la obligaci¨®n de acoger a 3.405 alumnos, 1.700 m¨¢s que los que tuvo el curso pasado, con, lo que su matr¨ªcula global se dispara hacia los 10.000.
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