Comienza la primera misi¨®n del transbordador espacial no controlada por los norteamericanos
La nave espacial Challenger, en cuya bodega se halla el laboratorio espacial europeo Spacelab, fue lanzada ayer al espacio, seg¨²n lo previsto, a las doce de la ma?ana, hora local (seis de la tarde, hora peninsular). La 22? misi¨®n del transbordador norteamericano es la que mayor tripulaci¨®n lleva a bordo, ocho cosmonautas, y tambi¨¦n la primera en la que otra naci¨®n, en este caso la RFA, tiene absoluto control sobre la misma.
M¨¢s de 300 dignatarios europeos -alemanes occidentales y holandeses-, entre los que estaba la princesa Margarita de Holanda, asistieron al lanzamiento desde el centro espacial Kennedy, en Florida (EE UU), debido a que esta misi¨®n se considera crucial para el papel cada vez mayor que las naciones europeas desempe?an en la carrera espacial.Tan pronto como el Challenger se sit¨²e en ¨®rbita, el control de las operaciones cient¨ªficas ser¨¢ asumido por el Centro de Operaciones Espaciales de Alemania Occidental, situado cerca de M¨²nich. Las autoridades de la RFA han puesto especial ¨¦nfasis en poner en claro su exclusiva responsabilidad en la misi¨®n.
Para ello los alemanes occidentales han pagado a la NASA 65 millones de d¨®lares (10.000 millones de pesetas) e indicado tambi¨¦n que preparan un nuevo vuelo para 1988, seguido de un tercero, cuya fecha est¨¢ por decidir.
Durante la semana que el Challenger orbitar¨¢ la Tierra, la tripulaci¨®n, compuesta por cinco norteamericanos -Henry Hartsfield, Steven Nagel, Gion Blufford, James Buchli y Bonnie Dunbar-, dos alemanes occidentales -Ernst Messerschmid y Reinhold Furrer- y el holand¨¦s Wubbo Ockels, llevar¨¢ a cabo alrededor de 80 experimentos sobre cristalograf¨ªa y tratamiento de los metales, crecimiento de las plantas, desarrollo de c¨¦lulas animales, fisiolog¨ªa humana y otras experiencias a las que se pueda aplicar la microgravedad ambiental que se produce en el espacio.
Los tipos de experimentos previstos pueden agruparse en dos grandes categor¨ªas: el proceso de creaci¨®n o crecimiento de los materiales en el espacio y los efectos de la ingravidez en el desarrollo de los seres vivos.
El 'trineo espacial'
Los cosmonautas deb¨ªan comenzar a poner en marcha los experimentos previstos pocos minutos despu¨¦s del despegue, incluso antes de colocarse en ¨®rbita. Entre los aparatos de a bordo est¨¢ el trineo espacial, un aparato similar en cierto modo a los de gimnasia est¨¢tica, sujeto a un rail en el centro del Spacelab, que es sometido a diversas aceleraciones y cambios de posici¨®n al tiempo que sensores miden las reacciones f¨ªsicas del astronauta que cabalga sobre el mismo. Este aparato servir¨¢ para estudiar las reacciones del cuerpo humano al mareo espacial.Debido a la presencia de tres grupos idiom¨¢ticos distintos -ingl¨¦s, holand¨¦s y alem¨¢n-, se ha decidido que sea el ingl¨¦s la lengua oficial del vuelo, aunque los astronautas europeos est¨¢n autorizados a expresarse en su propio idioma cuando se encuentren con t¨¦rminos t¨¦cnicos de dif¨ªcil traducci¨®n.
Aparte de la misi¨®n del laboratorio espacial, la NASA aprovechar¨¢ el vuelo para poner en ¨®rbita un peque?o sat¨¦lite esp¨ªa financiado por el Departamento de Defensa norteamericano, que orbitar¨¢ la Tierra a baja altitud y cuyo peso no sobrepasa los 70 kilos.
Entre los experimentos por realizar figura uno, de tipo muy especial, relacionado con la psicoling¨¹¨ªstica. Cient¨ªficos del Instituto de Psicoling¨¹¨ªstica de Nimega (Holanda) tratar¨¢n de averiguar si con la ingravidez pierde intensidad el lenguaje gestual de los individuos.
El lanzamiento estuvo amenazado por la presencia en la zona del Caribe, cercana a Florida, del hurac¨¢n Juan. Los meteor¨®logos hab¨ªan previsto tormentas y fuertes vientos. Sin embargo, a la hora prevista para el despegue el viento hab¨ªa amainado y el cielo, aunque con algunas nubes, ofrec¨ªa una gran visibilidad.
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