Los radicales, arrasan y se hunde el peronismo oficial en Argentina

Tres horas despu¨¦s dell cierre de los colegios electorales -una de la madrugada en la Pen¨ªnsula-, la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), partido del Gobierno, arrasaba en la mayor¨ªa de las provincias del pa¨ªs, doblando en esca?os al peronismo oficial y abri¨¦ndose paso en departamentos electorales tradicionalmente ajenos y aun hostiles. La normalidad y una alta concurrencia a las urnas (m¨¢s del 80%) presidieron los comicios.

A la hora de transmitir esta cr¨®nica, provincias como Tucum¨¢n o Santiago del Estero no han logrado reunir a¨²n el c¨®mputo de sus votos, y la separaci¨®n de padrones -uno para mujeres y otro para hombres- retrasa tambi¨¦n en todo el pa¨ªs el primer conteo de los sufragios. Por lo dem¨¢s, el hecho de que cada provincia vote sus propias autoridades comarcales y municipales seg¨²n reglas electora les distintas dificulta las proyec ciones generales de la elecci¨®n.No obstante, en el plano de la elecci¨®n nacional puede adelantar se, sobre el 50% del escrutinio, que el radicalismo se aproxima a ganar esta renovaci¨®n de la mitad de la C¨¢mara ba a en todas las provincias del pa¨ªs menos en La Rioja, liderada por el gobernador Sa¨²l Menem, un peronista distanciado de la l¨ªnea oficial y en excelentes relaciones personales y pol¨ªticas con el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn.

En la capital federal, la UCR cuenta ya con siete esca?os contra tres del peronismo, reparti¨¦ndose otros tres entre el Partido Intran sigente, la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico y el Partido Federal.

En la provincia de Buenos Ai res, el Frente Justicialista de Liberaci¨®n (Frejuli) de Herminio Iglesias est¨¢ siendo ajusticiado electoralmente por Antonio Cafiero, ex ministro de Econom¨ªa de Isabelita Per¨®n, expulsado del movimiento y representante del peronismo moderado. Iglesias puede aspirar a cuatro diputados por la provincia, mientras Cafiero ya cuenta con 10. La Uni¨®n C¨ªvica Radical no bajar¨¢ de los 16 diputados, quedando en cuarto, quinto y sexto lugar el Partido Intransigente, la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico y el Partido Federal.

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Provincias como Neuquen, Santa Cruz, El Chaco, La Pampa, Catamarca, San Juan, Corrientes, tradicionalmente en poder del peronismo o propiedad pol¨ªtica privada de caudillos provinciales titulares de partidos propios, est¨¢n cayendo por primera vez bajo la mayor¨ªa del voto radical que garantiza su supremac¨ªa en el Congreso de los Diputados -aumenta la que ya ten¨ªa- y otra mayor¨ªa absoluta en el Senado para finales del pr¨®ximo a?o cuando nueve provincias argentinas elijan un nuevo senador.

La confirmaci¨®n, al alza, del Gobierno, se ha producido en las urnas. Pero m¨¢s categ¨®ricamete se ha llevado a cabo un rechazo mayoritario de la sociedad hacia el peronismo oficial, hundido en su doble contradicci¨®n: dirigido por la extrema derecha y reducido al proletariado industrial. En todos los comit¨¦s provinciales de la UCR del pa¨ªs militantes y simpatizantes saltan de alegr¨ªa y agitan sus banderas.

Una alta participaci¨®n electoral, m¨¢s del 80% del censo seg¨²n todos los c¨¢lculos, y una completa normalidad, ¨²nicamente alterada por una amenaza de bomba en un colegio electoral del interior del pa¨ªs, fueron las notas dominantes de la jornada electoral de ayer en Argentina. A la una de la tarde -cinco de la tarde en la Pen¨ªnsula- hab¨ªa votado ya algo m¨¢s del 30% del censo electoral argentino -que cuenta con m¨¢s de 18 millones de personas- para elegir 127 diputados, la mitad de la C¨¢mara -como ordena la constituci¨®n que ha de hacerse cada dos a?os-, y 6.000 cargos municipales y provinciales. Unos 87.000 miembros de las fuerzas de seguridad vigilaron el normal desarrollo de los comicios.

El estado de sitio

Pese al estado - de sitio, rige la prohibici¨®n de detener a los electores desde 24 horas antes del sufragio y hasta el cierre de las urnas, a me nos que sean presos tras la comi si¨®n de un delito flagrante o por orden directa de un juez. Las urnas, una vez recontadas las papeletas, ser¨¢n trasladadas a Buenos Aires, al Palacio del Congreso, donde quedar¨¢n depositadas. Los diputados nacionales, aun cuando son electos por provincias, se escogen mediante el mecanismo electoral D'Hont (el utilizado en Espa?a); y los cargos municipales y provinciales, seg¨²n el propio reglamento electoral de cada provincia. El radicalismo en el Gobierno dispone de mayor¨ªa absoluta en la C¨¢mara de los Diputados, y le faltan dos esca?os para obtenerla en el Senado.En 1986, nueve provincias renovar¨¢n un senador nacional, y la Uni¨®n C¨ªvica Radical del presidente Ra¨²l Alfons¨ªn conf¨ªa en que tras las. elecciones de ayer varias de esas provincias queden conformadas pol¨ªticamente a su favor. El radicalismo, en suma, aspira ahora a reforzar su mayor¨ªa entre los diputados y a dejar asentados los cimientos para una mayor¨ªa absoluta entre los senadores a finales del pr¨®ximo a?o.

Toda la campa?a radical se ha centrado en la necesidad de darle una mayor¨ªa absoluta a Ra¨²l Alfons¨ªn en el Congreso de Diputados y Senadores, bajo la consigna de que no hay que atar las manos al presidente y se le debe permitir gobernar. Alfons¨ªn, ciertamente, ha tropezado en el Senado teniendo que guardarse en el caj¨®n proyectos de ley tan importantes como el que reformaba las organizaciones sindicales, y encontrar¨ªa en el futuro serias objeciones senatoriales si pretendiera llevar adelante una ley del divorcio.

Por otro lado, el Gobierno necesita a toda costa emerger fortalecido de esta elecci¨®n ante la inminencia de las sentencias contra las tres primeras juntas militares de la dictadura (en diciembre) y la recta final de los otros procesos por la p¨¦rdida de la guerra de las Malvinas, los excesos personalizados por la represi¨®n ilegal (Camps, Chamorro, Acosta, Astiz, etc¨¦tera) y contra Mario Eduardo Firmenich, l¨ªder de los Montoneros, la otra cara de la barbarie militar.

Adem¨¢s, Alfons¨ªn y su ministro de Econom¨ªa, Juan Vital Sourrouille, deben optar tras estas elecciones por el futuro del plan austral, en el entendimiento generalizado de que no se puede congelar indefinidamente la ecopom¨ªa de un pa¨ªs, por exitosos que resulten a cort¨® plazo sus resultados.

Para esta nueva etapa, Ra¨²l Alfons¨ªn precisar¨¢ un Gobierno fuerte, una legislatura adicta y, sobre todas las cosas, la sensaci¨®n para s¨ª y para sus adversarios y enemigos de que cuenta con el respaldo de anchas capas sociales de la poblaci¨®n.

Alfons¨ªn, protagonista

Por lo dem¨¢s, toda la campa?a radical la ha hecho Alfons¨ªn, por m¨¢s que como presidente de la Rep¨²blica y de todos los argentinos no pueda intervenir en lizas, electorales."Si gana tal diputado, gana Alfons¨ªn, y si gana Alfons¨ªn, ganamos todos", ha sido el tenor de la estrategia radical, descargando todo el peso sobre la figura, la imagen f¨ªsica del presidente y hastajugando con descaro con la similitud de las siglas RA (Rep¨²blica Argentina-Ra¨²l Alfons¨ªn).

El presidente Ra¨²l Alfons¨ªn, sin g¨¦nero de dudas, es el primer activo de su partido.

Los sondeos de opini¨®n eran un¨¢nimes en el triunfo de las listas de la UCR (entre un 45% y un 52%), seguidos por el peronismo en su variado, polifac¨¦tico, pol¨ªcromo y hasta descuartizado conjunto; en orden decreciente quedar¨ªan el Partido Intransigente (una izquierda razonablemente revolucionaria que atrae a los j¨®venes) y la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (presunta derecha moderna del pa¨ªs, muy ligada al gran capital financiero).

Los radicales podr¨ªan ganar a escala nacional entre seis y nueve diputados; los peronistas perder¨ªan entre 15 y 20 esca?os; el Pl ganar¨ªa de cuatro a seis bancas, y la UCD, de dos a tres.

El mayor crecimiento cualitativo ser¨ªa el de los intransigentes, y la carnicer¨ªa quedar¨ªa reservada, para los peronistas.

No obstante, m¨¢s de 800.000 j¨®venes se incorporan por primera vez al padr¨®n, y su voto es bastante impredecible tras las ¨²ltimas convulsiones de la pol¨ªtica argentina; y buena parte del resto del censo o no ha votado jam¨¢s o s¨®lo lo ha hecho, ya en su edad madura, en las elecciones generales de 1983 y en el refer¨¦ndum por el canal de Beagle.

Desde el derrocamiento del doctor Arturo Ill¨ªa (radical), el 14 de marzo de 1965, no se hab¨ªa producido en el pa¨ªs un relevo parcial legislativo. El electorado no est¨¢, en consecuencia, suficientemente estudiado y analizado sociol¨®gica y estad¨ªsticamente.