El Gobierno espa?ol rechaza una petici¨®n de asilo para Duvalier, su familia y 50 personas del s¨¦quito
Espa?a, Grecia y Suiza rechazaron ayer la petici¨®n de asilo formulada por el presidente vitalicio de Hait¨ª, Jean-Claude Duvalier. El portavoz de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores, Inocencio Arias, se?al¨® que la petici¨®n al Gobierno espa?ol de asilo para Duvalier hab¨ªa sido presentada en una de las embajadas de Espa?a en Europa. El Gobierno griego tambi¨¦n rechaz¨® ayer la petici¨®n que hab¨ªa sido solicitada la semana pasada en la Embajada de Grecia en Venezuela.
Una versi¨®n del peri¨®dico de izquierda griego Ethnos (Naci¨®n) se?alaba que la misma petici¨®n hab¨ªa sido formulada por Jean-Claude Duvalier a Argentina -pero el Gobierno de Buenos Aires lo desminti¨® en la tarde de ayer- e Italia, precisando que Duvalier se dispone actualmente a presentar la misma petici¨®n a Arabia Saud¨ª. El Consejo Federal (Gobierno) suizo anunci¨®, mediante su vicecanciller, Achille Casanova, que la petici¨®n de asilo hab¨ªa sido formulada para Duvalier, su familia y un s¨¦quito de 50 personas.Por su parte, el Gobierno de Hait¨ª desminti¨® ayer estas noticias, que el ministro haitiano de Informaci¨®n y Relaciones P¨²blicas, Adrien Raymond, calific¨® de "completamente peregrinas".
El viernes pasado, la Casa Blanca anunci¨®, y despu¨¦s rectific¨®, que Duvalier hab¨ªa sido derrocado y hab¨ªa abandonado el pa¨ªs. Pocas horas despu¨¦s, funcionarios del Departamento de Estado confirmaron que el presidente vitalicio de Hait¨ª permanec¨ªa en su puesto.
Por otra parte, el orden p¨²blico parece restablecido en el pa¨ªs, pero casi todas las tiendas cierran sus puertas al mediod¨ªa, lo que ha obligado al Gobierno a anunciar duras sanciones contra los comerciantes que no se ajusten a los horarios de apertura.
El conflicto en Hait¨ª -donde han muerto m¨¢s de 50 personas en los recientes disturbios- evoluciona de un enfrentamiento en las calles a una prueba de fuerza entre comerciantes y Gobierno, informa desde Puerto Pr¨ªncipe nuestro enviado especial, Jos¨¦ Comas.
Entre las amenazas an¨®nimas para que cierren y las del Gobierno para que abran, los comerciantes han quedado entre dos fuegos. La soluci¨®n salom¨®nica que hab¨ªan tomado era una apertura vergonzante, a primeras horas de la ma?ana, y echar el cierre al mediod¨ªa.
El Gobierno public¨® ayer una nota de los ministerios de Industria y Comercio y del Interior y Defensa Nacional que recuerda las estipulaciones del decreto de 15 de junio de 1957.
Los ministerios afirman que est¨¢n tomadas las medidas de seguridad necesarias y "cuentan con la voluntad de los hombres de negocios de resistir al chantaje antipatri¨®tico".
Penas de c¨¢rcel
El decreto de 15 de junio de 1957, de los tiempos iniciales del duvalierismo, impone la obligaci¨®n de abrir a horas laborables, salvo autorizaci¨®n por fuerza mayor. A los comerciantes que no respeten la orden de apertura les amenazan penas de c¨¢rcel de tres a seis meses y multas de 500 a 5.000 gurdas (15.000 a 150.000 pesetas).Los procedimientos judiciales previstos son sumar¨ªsimos. En 24 horas los presuntos culpables deber¨¢n comparecer ante el juez y los condenados no podr¨¢n beneficiarse de la libertad condicional. Tambi¨¦n prev¨¦ el decreto penas de uno a tres meses y multa de 50 a 500 gurdas (1.500 a 15.000 pesetas) contra aquellos que participen en una huelga ilegal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.