Los ¨®leos de Claudio Coello en la iglesia de Oropesa recobran su esplendor

Un fugaz escalofr¨ªo recorri¨®, a comienzos de este a?o, el cuerpo del restaurador toledano Luciano Guti¨¦rrez. Desde un andamio de 16 metros de altura y con evidente peligro para su integridad f¨ªsica descubri¨® una inscripci¨®n latina que rezaba: "Claudius Acoello pigtor rexis faciebat 1691". Era sin duda la prueba que determinaba que los tres ¨®leos de la parte superior del retablo de la iglesia de la Asunci¨®n de Calzada de Oropesa (Toledo) pertenecen al pintor barroco Claudio Coello, disc¨ªpulo de Ricci, y no a otro artista toledano, como se cre¨ªa hasta entonces.

"Nunca dud¨¦", cuenta Luciano Guti¨¦rrez -quien ayudara hace unas semanas a John Brealey en la limpieza de El expolio de El Greco en la catedral de Toledo-, "que la obra pertenec¨ªa a un gran pintor", porque "vi desde el principio que era maravillosa". Tras casi 300 a?os ocultos bajo el polvo, el restaurador y escultor Luciano Guti¨¦rrez descubri¨® a comienzos de este a?o que los tres cuadros que forman el tr¨ªptico del retablo del altar mayor de la iglesia de Calzada de Oropesa pertenecen a Claudio Coello.En la parte superior de este retablo, de finales del siglo XVII, donde la pintura se ampl¨ªa hasta entrar en uno de los ¨¢bsides del templo, se pueden apreciar tres ¨®leos. El central, La coronaci¨®n de la Virgen, tiene una dimensiones de 4,5 por 3,20 metros, y los otros dos, de 4,67 por 1,86, recogen La gloria de los ¨¢ngeles, que festejan esta coronaci¨®n.

Gerardo Ortega, cura p¨¢rroco de Calzada de Oropesa, ha explicado a este peri¨®dico que la raz¨®n por la que el pintor pudo realizar esta obra dos a?os antes de su muerte estar¨ªa en que en 1685 el conde de Oropesa, Manuel Joaqu¨ªn ?lvarez de Toledo, fue nombrado valido de Carlos Il. Dos a?os antes, en 1683, Claudio Coello comenz¨® a trabajar para la Corte del Rey en Madrid . ?sta es la interpretaci¨®n que los expertos dan para explicar la vinculaci¨®n del artista con el peque?o pueblo, en el l¨ªmite con la provincia de C¨¢ceres y con apenas 1.000 habitantes.

Archivo parroquial

En principio se consideraba que los tres lienzos pertenec¨ªan a un pintor toledano, Sim¨®n Vicente, al encontrarse en el archivo parroquial con fecha de 1687 una carta del obispado de ?vila -di¨®cesis a la que pertenec¨ªa entonces la localidad- por la que se le recomendaba al p¨¢rroco el encargo de unas pinturas para el retablo de la iglesia del pueblo.En la carta se nombra como posibles autores de las pinturas a Jos¨¦ Donoso y a Sim¨®n Vicente, ¨¦ste ¨²ltimo "maestro de pintura de Toledo que lo har¨¢ por menos cantidad", se?ala Gerardo Ortega citando los documentos.

Lo cierto es que el encargo no le result¨® barato a sus patrocinadores, porque ya en el siglo XVII el tallado y el dorado del retablo en oro de 23 kilates cost¨® 17.000 ducados-oro.

Pero en el retablo de la iglesia parroquial, de estilo herreriano, desafecta al culto desde el final de la contienda civil hasta la d¨¦cada de los cincuenta, alberga en su parte central una pintura del artista nacido en Calzada de Oropesa Nicol¨¢s Soria, el mismo que tallara la cruz de los Ca¨ªdos.

Los estudiosos no descartan que esta pintura central, La Asunci¨®n, que sustituye otra anterior que ocupaba el mismo lugar, fuera pintada tambi¨¦n por Coello, al ser precisamente la Asunci¨®n la que da nombre a la parroquia. Este primer lienzo de cinco por tres metros fue destruido durante la guerra civil. Para ocupar su espacio, Nicol¨¢s Soria pint¨® otro de las mismas dimensiones.

Despu¨¦s de dos meses de trabajo, tres manos de limpieza y otras tres para revitalizar la pintura ha necesitado Guti¨¦rrez para que las tonalidades primitivas de los lienzos afloraran. Precisamente y despu¨¦s de todo este trabajo el restaurador hall¨® la inscripci¨®n latina prueba de la autenticidad de los cuadros.

Adem¨¢s, se ha tenido que tensar y retelar la parte derecha del tr¨ªptico, desprendido del bastidor en su parte derecha. Los gastos de restauraci¨®n del retablo, el arreglo de los ventanales de la iglesia y el acondicionamiento de un crucifijo tallado en madera del siglo XVII han sido costeados entre el arzobispado de Toledo, la propia parroquia de Calzada y las donaciones de los fieles del pueblo.