Defensa americana

V. S. No atraviesa el baloncesto mundial una etapa de convulsiones t¨¦cnicas y t¨¢cticas. Hace 15 a?os, los poco refinados entrenadores europeos de entonces recib¨ªan como man¨¢ ca¨ªdo del cielo las novedades -por ejemplo, la defensa de run and jump o correr y saltar, de Dean Smith- que llegaban de Am¨¦rica. Hoy se introducen, m¨¢s que nada, matices a lo ya sabido.

La aut¨¦ntica novedad del baloncesto actual es de orden f¨ªsico-atl¨¦tico: se trata de la aparici¨®n y desarrollo de una raza de jugadores de estatura, coordinaci¨®n, velocidad y potencia inauditas. El car¨¢cter atl¨¦tico del baloncesto es cada d¨ªa m¨¢s aparente y los jugadores de hoy logran proezas f¨ªsicas que sus antecesores ni siquiera so?aban. (Y quiz¨¢ esa tendencia sea peligrosa para las posibilidades espa?olas; nuestros baloncestistas nunca fueron nada del otro jueves en el terreno de las facultades puras).

En estas circunstancias no es f¨¢cil hallar innovaciones t¨¦cnicas en un campeonato mundial. Al menos, innovaciones positivas y no aqu¨¦llas nacidas tan s¨®lo al amparo de una regla tan discutible como la del tiro de tres puntos. Pero, aunque no sea innovaci¨®n en t¨¦rminos absolutos, s¨ª que hay que destacar el portentoso ejemplo de la defensa individual de Estados Unidos. A ojos europeos, no acostumbrados a seguir las grandes competiciones del baloncesto universitario, lo que ha demostrado en la defensa el equipo entrenado por Lute Olson es verdaderamente novedoso y constituye un ejemplo visual digno de retener y, mejor a¨²n, aplicar.

Los americanos practican, con rigor, ferocidad y movilidad de pasmo, una deny defense, es decir, una defensa de denegaci¨®n del pase, coloc¨¢ndose en cada una de las l¨ªneas que el portador del bal¨®n podr¨ªa escoger para pasarlo a un compa?ero. Es una defensa angustiosa porque no deja siquiera iniciar el sistema de ataque. Los italianos, en cuya liga se practica la mejor defensa de Europa, no pudieron nunca salirse de la abrumadora mara?a.

?Se puede aplicar aqu¨ª, tal cual, esa defensa? Antonio D¨ªaz Miguel lo intenta con resultados desiguales. Y hay un motivo esencial: no la puede realizar cualquiera. La t¨¦cnica individual -los famosos fundamentos- que ello implica es muy ardua de adquirir y debe aprenderse cuando el jugador es un adolescente. Aqu¨ª trabajamos muy mal a esas edades y no hay dedicaci¨®n de los entrenadores. Mientras que esa situaci¨®n no cambie, lo que hacen los americanos ser¨¢ inalcanzable para los europeos.