Indicios de la existencia de dos nuevas lunas en los anillos del planeta Saturno
Cient¨ªficos norteamericanos han encontrado indicios de la existencia de dos nuevas lunas en los anillos del planeta Saturno, que contribuir¨ªan a la regeneraci¨®n de los anillos, formados por part¨ªculas de hielo. Seg¨²n Len Tyler, investigador del centro Radar Astron¨®mico de la universidad de Stanford y coautor de un estudio sobre este tema, estas lunas estar¨ªan situadas entre dos de los principales anillos de Saturno, en la divisi¨®n Cassini. Hasta el momento s¨®lo se hab¨ªa encontrado una luna en los anillos de Saturno, el segundo planeta en tama?o del sistema solar.
La existencia de estas lunas ha sido detectada gracias al an¨¢lisis de las se?ales emitidas por la sonda Voyager I, al atravesar los anillos, en las que se han encontrado extra?os efectos. Esto es lo mismo que descubrir la existencia de un barco gracias a la presencia de su estela, ha se?alado Tyler, que ha publicado un informe sobre sus trabajos en la revista cient¨ªfica Nature.El an¨¢lisis de los datos enviados por el Voyager I en noviembre de 1980 se ha prolongado hasta la actualidad. En enero de 1984, Tyler anunci¨® que el espesor de los anillos es mucho menor de lo que se pensaba. Seg¨²n M. Clark Chapman, especialista del Instituto de Ciencias Planetarias de Tucson (Arizona), este m¨¦todo es, sin embargo, menos seguro que la toma de fotograf¨ªas y puede llevar a errores.
Las dos lunas descubiertas est¨¢n aparentemente entre las m¨¢s peque?as del planeta. Si est¨¢n compuestas de hielo, su di¨¢metro puede oscilar entre los 16 y los 19 kil¨®metros, en el caso de la primera, y 21 y 30 kil¨®metros en el caso de la segunda. Si est¨¢n compuestas de material rocoso, su di¨¢metro puede ser m¨¢s peque?o.
Part¨ªculas de hielo
Una est¨¢ situada a 57.880 kil¨®metros de Saturno y la otra en una ¨®rbita 48 kil¨®metros m¨¢s alta. Seg¨²n Tyler y Chapman, la presencia de estas lunas podr¨ªa explicar la subsistencia de los anillos de Saturno, que est¨¢n formados por la aglomeraci¨®n de part¨ªculas de hielo de un tama?o que oscila entre el de un guisante y el de una casa, y que normalmente deber¨ªan tener una vida limitada. Las lunas podr¨ªan proporcionar la materia necesaria para la regeneraci¨®n de los anillos.Las naves autom¨¢ticas norteamericanas Voyager I y Voyager II fueron lanzadas con pocos d¨ªas de intervalo en septiembre de 1977 para realizar una exploraci¨®n del sistema solar. Tuvieron la misma trayectoria hasta su aproximaci¨®n a Saturno.
La Voyager I lleg¨® a Saturno el 12 de noviembre de 1980 y fue la que m¨¢s se aproxim¨® a este planeta, mientras que la Voyager II lo alcanz¨® el 25 de agosto de 1981. A partir de esa distancia, el Voyager I fue desviado para pasar en agosto de 1989 por las cercan¨ªas de Plut¨®n, mientras que su nave gemela prosigui¨® la exploraci¨®n del sistema solar con el reciente acercamiento a Urano, el 24 de enero de 1986, y su aproximaci¨®n a Neptuno, prevista para el 24 de agosto de 1989.
En los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada de los noventa, las dos naves alcanzar¨¢n los confines del sistema solar y penetrar¨¢n en el espacio interestelar. El Voyager I viajar¨¢ en direcci¨®n a la estrella Alpha Ophiuchus y el Voyager II hacia la estrella Sirio.
Antes de este descubrimiento, la informaci¨®n que ambas sondas, dotadas de instrumentos y c¨¢maras, hab¨ªan proporcionado sobre Saturno ya hab¨ªa incrementado en 10 veces el conocimiento que se ten¨ªa antes de sobre este planeta.
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